MEMORIAS
Juntos tú y yo, amor mío, sellamos el silencio,
mientras destruye el mar sus constantes estatuas
y derrumba sus torres de arrebato y blancura,
porque en la trama de estos tejidos invisibles
del agua desbocada, de la incesante arena,
sostenemos la única y acosada ternura.
Pablo Neruda...
REMEMBRANZA PRIMERA
Puedo escuchar la marea salvaje contra el acantilado, siento
las manos frías, yertas pero firmes sobre el retrato que sostienen contra mi
pecho desnudo. Puedo ver hacia el pasado con la carga de viejas promesas, un
libro, un piano, una almohada, tu mirada y quizás una que otra alma acongojada,
sin embargo me pregunto constantemente acerca de la vida, ¿Por qué se alejan de
mi sin siquiera conocerme?, durante muchos años rece por tu llegada a los
Dioses más antiguos, bebí vino de madrugada con algunas lágrimas amargas. Tú
nombre lo repito en mis ocasiones más privadas ahí en ese cuarto donde el ruido
simplemente se apaga, el firmamento con esa línea de horizonte donde los terraplanistas
ocultan el conocimiento del hombre, como un retroceso evolutivo señalan lo que
desconocen ni el mismo Dios que lo ha creado conocía la estupidez del hombre,
mente sobre materia, ecuaciones, espacio-tiempo; Y luego tú, con esa sonrisa
calentando mi pecho pero ahora que no estas, ¿dime que puedo hacer para que te
quedes solamente conmigo?, egoísta tal vez pero me rehusó a compartirte, no me
malentiendas es tu amor lo que deseo y la exclusividad del mismo, pero solo de
esa forma porque hay más cosas que amar ¿sabes?, como las tormentas, los rayos,
el café, el vino, las panquecas, tu risa, la forma en la que fumas, tus
expresiones, el timbre de tu voz, la mirada triste, los labios en forma de corazón,
los libros, el jazz, el blues, las composiciones de Chaikovski sobre un lago de
los cisnes o un cascanueces.
La tormenta está empezando, siento la fría brisa tocar mi
rostro, aun así sonrió con tu foto entre mis brazos, te llame en la distancia y
te busque desesperada pero ahora recuerdo que solo soy un simple grano de
arena, un poco de polvo de estrellas queriendo regresar a casa, llorando como
una niña cada que la pena me abraza, me quedo aquí con tu recuerdo, te abrazo
en silencio mientras se vierten mis últimas palabras, después habrá quien se
pregunte ¿Por qué lo hacía? Y habrá quien le conteste porque le daba la gana, sonreiré
para ti aunque por dentro haya nada, que a veces no sé qué escribo y otras
veces me callan.
Toma nota en la canción que he creado para ti, en una parte
habla de cómo es tu aroma y en otra de que nunca va a tocarte, el tiempo me
pesa en esta edad, es la plataforma perfecta vivir o morir todo se centra en la decisión correcta, como un poeta
Neruda como un Sabines que entra en uno de mis ojos y me saca una lagrima, pequeños
fragmentos de tiempo, besos en la madrugada, caricias inoportunas a un fantasma
por las mañanas, el pletórico amor que profeso ¿será bien recibido? ¿O tendré
que escribir un soneto a mis sueños ya marchitos?
Comentarios
Publicar un comentario