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Mostrando las entradas de enero, 2019

Un breve verso al mejor espejo dónde me reflejo

Que, que fue? Fue tu mirada la que me enamoro... Tan transparente, Tan de cristal, De sueños boreales, De detalles verdes y marrón, De libres notas, De reflejos de luna, De refugio al fugitivo, De tierra firme después del naufragio, Del aire en Marte, De destellos de amor, De impecable poesía, De Gracia instantánea, De simpática donosura, De esperanza, De anhelos de mañana, De los que dejan sin aliento, sin palabras, De los que vuelven preso, fresco y loco, De los que rescatan, De los que te abrazan, De los que te encantan y pierdes el juicio, De los que fascinan, apasionan y enamoran, Fueron sus ojos, tan únicos, tan peculiares, tan suyos Y ahora tan míos, tan vertidos en mi, Es por eso le amo con el alma, Por eso y por mucho más...

Notas de un Clochard 3...

“Debajo de este puente vive una pareja de vagabundos” me dijeron. Había botellas de cerveza, colchones, cartones y telas. Todo sucio, todo roto, todo viejo. No estaban, ni él ni ella.“Esto lo escribió Cortázar”, dije, “estos son los clochards de Rayuela”. http://www.milenio.com/cultura/los-clochards-de-rayuela Pasaba por ese Frío mes de Enero, por aquella época todos mis amigos me aborrecían, me había hecho un Clochard pedante, viviendo en “un cuarto de refugiados” (decían ellos), en un lugar apartado y moderado en Amealco de Bonfil, un cuarto pequeño con lo suficiente apenas para vivir cómodo, blindado con amargura y desamor, botellas con pequeños charcos que no me atrevía a tirar por que cada una la había aprovechado para susurrar su nombre y cada que se escuchaba alguna rodar por el piso, recordaba sus pasos alegres por mi habitación cuando está aún tenía de su brillo, su color y su calor también… Siempre la recuerdo como si fuese ayer… Como amaba cada mañana cuando ella

¿qué somos? ¿qué somos?

“…a veces llega el amor, A veces llega el alcohol, Pero contigo es mejor Si lo convino y perdemos el control…” Sentía una corazonada, de esas veces que sabes que las cosas no van bien, es complicado poder comprender cuando de pronto una oleada de claxon me sacaron de mis pensamientos, el semáforo se había puesto en verde y por estar pensando en pendejadas no me había dado cuenta, me sentía realmente extraño, estuve a punto de chocar en dos ocasiones en menos de 500 metros, en verdad no estaba concentrado en lo más mínimo, decidí mejor estacionarme para poder poner en orden mis pensamientos, baje del auto y encendí un cigarrillo, camine de forma automática hacia el norte, quizás fueron tres calles cuando de pronto vi un bar y entre de forma automática, subí a la terraza y pedí una cerveza junto con una orden de alitas para aclarar las ideas, pensaba y repasaba los pocos momentos y por fin estaba empezando a atar los cabos de esa fallida relación, las cosas habían pasado tan