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Mostrando las entradas de febrero, 2019

Notas de un clochard 4...

Te recuerdo tan bien llegando a esa estación de autobús aquella primera vez, yo tan despistado y tu tan radiante, tan como siempre... Justo así deseaba en el fondo que fuese de nuevo, pero esta vez era diferente, no sabia si aun sabias de mi existencia, de los mas de cien motivos para sentirnos vivos, si para ese entonces después de esos 6 meses habías dictado el juicio y deliberado la sentencia, no sabía si esa sentencia era tendencia a favor... o en contra quizá... Así que me envalentone (en gran medida por el wiskhy que bebía y guardaba oculto en el traje) sin dejar que los ladridos de remordimientos me mintieran en la frente con un "Ya no Te Amo", me había cansado de rogarle a la almohada ese "sal de allí y ven aquí" ese tan honesto "Te extraño", por que para ese entonces la voz del móvil diciendo "Número fuera de servicio" me desquiciaba el juicio perdiéndome en el vicio... Pero entonces, ya en ese entonces iba completamente decidido

¿Cómo supiste?

“nomas pensando en ti, Si no estuvieras tan chula te olvidaba” Estaba dormido, tenía poco que me había acostado y al escuchar mi celular sonar varias veces me desperté, el sol ya se colaba por las ventanas al parecer ya estaba amaneciendo, tomé mi celular, vi de quien eran varias llamadas y el número aparecía como privado, se me hizo raro, pero tomé la llamada: Yo: ¿Bueno? ¿Quién habla? Desconocido: -se escuchaba música- “y no se me quitan estás ganas malditas de tomar…” Yo: ¿Quién eres? ¿qué carajos quieres? Quizás te equivocaste de número. Desconocido: -se seguía escuchando música- “…y no se me quitan, esas ganas benditas de abrazarte…”. Colgué la llamada y me dispuse a volver a dormir, fueron cuestión de minutos que mi celular empezaba a dar tonos de mensaje… me harté y lo que hice fue apagar el celular, no esperaba ninguna llamada y menos un mensaje. Desperté por medio día, me fui al sanitario a orinar y después baje a desayunar, me hice un chocolate caliente,

¿Causalidad o casualidad?

“pues juro que me equivoque de casa, Y aunque me sienta muy, muy apenado, Lo juro aquí debajo de tu ventana, Un gusto fue el haberme equivocado” No me sentía nada bien ese día, así que decidí reportarme enfermo como suelo hacerlo en algunas ocasiones, pero no tenía ganas de quedarme en casa, me bañé y tome las llaves de mi auto, pase a almorzar una birria deliciosa que tenía tiempo que no pasaba, después de almorzar me di cuenta que tenía mucho tiempo sin ir a visitar a unos familiares en el panteón, según el GPS por el transito abundante hacia 90 minutos, total no tenía planes de hacer nada, así que tome rumbo para ese panteón, me fume algunos cigarrillos en el camino y antes de llegar al panteón pase por un par de cervezas a una tiendita, seguí mi camino y por fin llegue al panteón, la vista de ese lugar siempre me ha gustado, no está muy lejos de la ciudad pero se respira un ambiente muy tranquilo, recuerdo cuando era chavalo solo habían unos cuantos espacios y todo lo

el adiós

"...con una fija mirada, hombre de barba cerrada, con un acento de orden así le habla a su plebada..." “Y si, había jurado que iba a ser la última vez que me iba a encamar con una mujer que tuviera pareja, pero en mi defensa esta vez solo diré que ella no me había dicho y también que esta vez no me encame con ella, sobra decir que esta vez sí me enamoré.” Con ese fragmento empezó el trovador esa noche, después continuo con la canción de “Contigo” de Joaquín Sabina, el público incluyéndome chiflamos y aplaudimos cuando el chaval termino de decir esa frase, a final de cuentas era una buena frase, me puso a reflexionar cuantas veces había hecho lo mismo, pero me saco de mis pensamientos Patricia que venía conmigo esta noche dándome un beso maravilloso, seguimos coreando las canciones como si fuese un concierto, Patricia se notaba un tanto extraña, más bien yo la notaba un poco extraña, era la cuarta vez que íbamos a ese lugar de trova y las últimas dos veces había

Nos vemos en la final

“…así que dile a tu novio que te vas a ir, Que ya te dio hueva, que quieres dormir, Inventa un pretexto que suene real, Como que tu abuela te espera a rezar, Y dale a mi socio un beso con sal, Que esconda el sabor a la infidelidad.” Ella era un poco distraída, olvidaba sus lentes de vez en vez en casa, olvidaba fechas de cumpleaños y de aniversarios ni que decir, olvidaba el cambio en el colectivo, olvidaba el suéter en el colegio cuando era una niña, olvidaba tantas cosas que a veces se olvidaba de olvidar, el por su cuenta era tan desordenado pero a la vez tenía un orden en su desorden, las ideas se le iban pero las bajaba con una analogía, era tan complicado que ellos dos algún día se fueran a encontrar que cuando el destino se hizo presente, ella había olvidado su cartera en una cafetería, él por su cuenta se dio cuenta y tomo la cartera y la persiguió por un par de calles, ella al recibir su cartera le vino el alma encima aunque no sabía que la había olvidado, em

Crónica de una sonrisa

“…oye mujer, yo solo quiero darte un beso no más, Decirte lo que siento, cobijarte entre mis brazos y ya…” Llegaba yo tarde a esa cita tarde como es costumbre, subí los tres pisos hasta llegar a la terraza que es donde ella me estaba esperando, yo iba vestido muy informal, con unos tenis Adidas negros, un pantalón de mezclilla muy desgastado, una playera negra y una sudadera, iba un poco agitado por haber corrido en las escaleras, por suerte ella no vio cuando yo trastabille en los últimos escalones, ella estaba sentada en la última mesa, con una corona a medio acabar y una sonrisa maravillosa, era la primera vez que la veía y para ser sinceros era más hermosa de como yo me hubiese imaginado, ella conocía tan poco de mi como yo de ella, algunos mensajes de texto y hasta ahí, me había encargado de stalkearla en redes sociales para ver cómo era ella pero aun así no compartíamos nada en común más que la sed insaciable de una cerveza, al llegar junto con ella se paró presurosa cu

Un sueño

“…hoy mi alma sabe que estás bien Pero tú, tu dime quien, va a aliviar mi dolor, Si ya no estas…” Era complicado haber regresado a este lugar después de 18 años, aquí nací pero después de que Mónica mi novia se marchó de acá, tuve la oportunidad de irme a estudiar a provincia la universidad y rehacer mi vida, pero bueno estaba de vuelta con un divorcio a cuestas y un nuevo empleo en esta ciudad, la verdad la ciudad me había vuelto loco desde aquella noche que llegue no fue muy gentil la ciudad conmigo, transito por doquier y eso que rebasaba las 23 horas, vivía en la que era casa de mis padres, mi vida se pasaba entre el trabajo, familiares y contadas amistades que aún mantenía, comía en la misma fonda de lunes a jueves, los viernes aprovechaba y comía con mis compañeros de trabajo, sábado me dedicaba a jugar futbol por las mañanas y por las tardes me ponía a lavar y planchar la ropa, el día más feo de todos eran los domingos, salía en la bicicleta o en los patines pero sie