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Mostrando las entradas de noviembre, 2018

Nos vemos en tu auto

" Quisiera verte despertar al lado mío, que dios me escuché y pueda darme lo que pido" Iba saliendo de la tercera entrevista que iba en esta semana, la verdad ya estaba muy desesperado, las cosas no habían salido como yo las hubiera planeado, incluso me estaba maldiciendo por dejar mi empleo anterior, todo porque no quise entrarle al juego de la corrupción, pero bueno no era tiempo para lamentarme, pase al minisúper a comprar unos cigarrillos y unos chicles de fresa, al salir encendí mi cigarrillo y observe a mi alrededor, vi a una señora que tenía problemas con su auto, encendía pero de inmediato se apagaba, estuve viéndola por los 5 minutos que duro mi cigarrillo, al acabarlo lo tire en el cenicero y saque un chicle de fresa, después le pregunté a la señora “ disculpe ¿puedo ayudarle?” la señora volteo a verme, y dijo desesperada “ se le bajo la batería al carro de mi hijo” , le interrumpí “ no se le bajo la batería, más bien no sirve la batería del control, po

Te dije que no te enamoraras de mí

“ Ponete bien si no hay quien salte y no hay un cobre Que de esta miel mejor que falte y no que sobre” Entre a esa peña de trova como cada viernes puntualmente a las 22:08 horas, mi plan era el mismo sentarme en la tercera mesa que da frente al escenario, de inmediato Paula que es la mesera se acercaba presurosa a quitar el anuncio de “reservado” y después decía “ Buenas noches, ¿Cómo estás? ¿Lo de siempre?” y yo de forma automática le regalaba una sonrisa y respondía “ claro, lo de siempre pero ahora las alitas que sean de habanero, estoy bien ¿y tú cómo estás? Ella sonreía y siempre decía “pues estamos que es ganancia” y se retiraba, algo pude notar en su rostro se veía más feliz que de costumbre, encendí un cigarrillo en lo que llegaba mi cerveza y mi orden de alitas, enseguida se subió a cantar un tipo que traía covers de Ismael Serrano, las cosas iban como de costumbre, la orden de alitas estaba deliciosa y la cerveza no se diga, en eso como es costumbre se sentó el dueño