Palabras mas, palabras menos.

  “... lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes, es que mueras por mí...” “ ¿Porque eres así?” Recuerdo cuando me dijiste eso, acompañado de un “¡ eres muy intenso! No pasa nada” y claro ahí fue cuando tuve que sacar un poco de lo que traía, lo hice hablando normal sin levantar la voz, “ ¿recuerdas que te dije cuando nos conocimos?, creo que no lo recuerdas, << pero te dije que no quería que tu fueras quien pagará mis pecados >> , por eso postergue todo, por eso di tantas largas, quería que te enrollaras con ese tipo que venía a tu casa o con aquel chaval que te mandaba flores, pero no, te habías decidido por mí y te dije que si tenías mas opciones no contarás conmigo, hubo un distanciamiento pero después volvimos a tratarnos como antes y lo que siguió ya fue historia, si hablo en pasado, ya fue, había tantas señales y yo no quería verlas, creo que la única forma era yo verlo y así fue, no fue una, ni dos veces, si no tres y con el mismo chavalo, si ese

“ ...Bésame así despacito y alarguemos el destino, pues este amor tan bonito, que se nos dio en el camino, tiene la venia bendita del poderoso divino...” Siempre dejo todo para después, un amor, un te quiero, una loción para una ocasión especial, una camisa para cuando pase algo bueno, el bóxer de la suerte para cuando salgo con una mina, una caja de botellas de vodka por si el after es en mi casa, una botella de vino tinto por si hay una noche lluviosa y también había dejado para después una operación de rodilla, esa jodida rodilla que desde hace 3 años me traía de malas pero solamente descansaba hasta cuando ya pasaba el dolor, el ortopedista había sido claro “ no solamente es el ligamento anterior cruzado, también se tiene que limar la rotula y menisco lateral, eso no sale con pomadas ni con sobadas, créeme que te vas a hacer mas daño, es reposo mas una operación sin mucho riesgo, solo es hacer 3 hoyitos en la rodilla muy pequeños y desde ahí se hace todo”

  “…te esperaba hasta muy tarde, Ningún reproche te hacía, Lo más que te preguntaba, Era que si me querías…”   Dicen que las historias cortas son las que mejor sabor de boca dejan, esas que todo lo sientes y lo haces en un periodo corto de tiempo ¿Quién no se acuerda de ese amor de verano? Si cuando conocías a una persona en vacaciones y se hacían novios por esas vacaciones, aunque uno ya sabría el final aun así se la jugaba, dejaba de ir a fiestas o reuniones para estar con esa persona, había un intercambio de algún objeto, una pulsera, un collar, cartas, vaya muchas cosas pero sabias bien que llegando a tu lugar de residencia todo se iba al carajo, las llamadas larga distancia eran muy caras y no se diga el poder viajar, pero era bonito porque si uno volvía a ese lugar esperaba volver a la persona con la ilusión de seguir con lo pendiente, pero muchas veces ya no se podía ver a la otra persona o en el peor de los casos cuando volvías a ver a la otra persona ya andaba beso