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Mostrando las entradas de marzo, 2019

Nueva vida

“…y hoy me mudo para oír, Lo que nunca te supe decir, No perfumes tanto la verdad, Que hasta los muertos, Nos cansa resucitar…” Mi vida había cambiado un poco, un cambio de residencia, andar en transporte público, ya no extrañaba a nadie ni a nada, me había vuelto un extraño por completo, un trabajo que no me exigía mucho, había cambiado de numero de celular, aunque aún mantenía el número anterior en un teléfono que casi no utilizaba, ya que faltaban dos meses para que concluyera el contrato y en esta población nueva casi no tenia señal, al parecer después de ese problema legal me trajo muchas cosas buenas por ejemplo, aprender a convivir con la soledad, leer demasiado, aprender cosas nuevas, viajar solo, no depender del celular, el futbol ya solo quedaba en ver videos antes de dormir, ya practicaba andar en patines o en la bici, también el caminar por los cerros de esta población, mi ingesta alcohólica ya había bajado demasiado, aunque el tabaco no pude dejarlo, ¿amistad

Por poco y no te reconozco

“…La canción que te escribo, No es más que una posdata, Si la bailas con otro, No te acuerdes de mí…” Los días seguían pasando, mi vida se había convertido en aquello que siempre odiaba, en una jodida rutina capitalista, son de esas veces que uno piensa que no le falta nada en la vida, cuando en verdad lo que me hacía falta era disfrutar la vida; era un jueves y estaba metidísimo en Facebook, buscando videos de gente que se cayera o cosas que dieran risa cuando de pronto apareció una publicación del equipo de mis amores y me pregunte ¿hace cuánto tiempo que no voy al estadio?, decidí depositar e ir al estadio en la siguiente fecha, no me preocupe por nada más y seguí haciendo como que trabajaba para cerrar el día, mejor dicho cerré la semana ansioso por de nueva cuenta ir al estadio. Llego el sábado, me llego la notificación de que punto partiríamos y me quede estupefacto al leer “ llevar una muda extra y ropa cómoda, son 14 horas de camino” recuerdo que mi cigarrillo

Querido diario

“…Cuando te hartes de amores baratos, De un rato me llamas…” No era un jueves cualquiera, había llegado a mi casa a las 3 de la mañana por estar en la oficina sacando unos pendientes, mi jefe me había dicho que podía llegar después de la hora de la comida pero yo me apresuré y llegue a la una de la tarde, al llegar al trabajo mi jefe me abordo y me dijo “ mira chaval, todo esto se va a la mierda, el contador nos llevó al baile y debemos un chingo de feria, por tu lealtad y entrega no tanto a la empresa si no a mi persona es por lo que tome esta decisión, eres buen tipo y bueno toma tu carta de recomendación te voy a liquidar con algo más de lo que te tocaba, tu contrato era de planta pero te vamos a dar un año extra de salario para que no hagas pedo, luego luego mueve ese dinero, inviértelo porque de ahí va a salir tu futuro, ¿recuerdas aquella empresa que querías montar en el plano educativo? Pues es buen momento, pasa por tus cosas y vete, esto en dos meses se va a la banca r

Duendes

“… noches de melancolía, Esperando el día…” Unas letras escritas en una cajetilla de cigarros que después de abastecer cigarrillos tuvo un mejor uso, se podía adivinar la pluma que escribió en esa cajetilla, era una Parker que mi padre me regalo hace varios años, las letras eran resumidas no era un texto largo ni continuación de otro, solo eran pequeñas letras para revivir historias inconclusas, tan inconclusas como la misma vida del autor, aun se podía oler aquella fragancia que era Bvlgari Soir, el mismo aroma que tiene esa caja de los recuerdos, recuerdos que la única función que tenía era poder ver el pasado por los objetos que se encontraban ahí, varios textos de Escritos de la locura un par de fotografías muy maltrechas, textos inconclusos, tickets de vuelo, tickets de autobús, tickets de entradas a museos, estadios, tickets del supermercado que no se alcanzaban a visualizar más, también había una pequeña botella de 50ml de Jack Daniel´s, ¿cuántos recuerdos? No los con

En la primavera del 2011

“…Ay quítate la ropa lentamente, Hoy quiero amanecer contigo, Y cuidado si sospechan los vecinos, Mi mujer o tu marido…” Las cosas pintaban muy bien, el recién asenso en mi empresa, la salud de mi familia, campeones en el equipo donde militaba y un sinfín de cosas extraordinarias que incluso vi a un viejo amor, de esas veces que pareciera todo una jodida broma del destino, de esas veces que vas en el auto ataviado por el jodido ritmo de vida, de pronto caes en un bache a 70 km/h y después de escuchar como la suspensión de vehículo absorbe el golpe solo escuchas un psssssssssssst, busqué la forma de poderme orillar para poder cambiar el neumático y fue cuando la vi a ella, me estacioné frente a un negocio de cámaras de vigilancia, estaba sacando la llanta de refacción cuando escuché una voz de un chavalo diciendo “ oye, no te puedes estacionar aquí” , yo reaccioné diciéndole que se me había pinchado un neumático y solo era cuestión de 5 minutos, estaba metiendo la llanta que

No te voy a pedir que te quedes

“… Juntos la noche poder caminar, Olvida todo hasta el que dirán, Siempre que el aire no queme al pasar, Siente ser libre hasta el amanecer, Sin alucines ya déjate ser, Caminaremos juntos al final…” No había sido el mejor día de mi vida, pero al menos no había quedado en mi esta vez, decidí salir a dar una vuelta para despejarme, no quise esta vez marcarle a mis amigos, no tenía ganas de ponerme una borrachera marca diablo, total no creo que se mereciera tal homenaje, tome mi auto y avance sin dirección alguna, a donde me fuera llevando el destino dentro de la ciudad, de pronto encontré un lugar para estacionar cerca del centro y pensé que no era mala idea comprar algo, me estacione y empecé a caminar sobre la alameda central, pase un rato al museo de Bellas Artes, ahí me entretuve un buen rato, después empecé a caminar sobre eje central continúe e ingrese a la calle de República del Salvador para ver si podía encontrar algo electrónico que me hiciera perder el tiempo u

No se te olvide pedir por mí

“…Es mejor, le pedí, que te calles, No me gusta invertir en quimeras, Me han traído hasta aquí tus caderas, No tu corazón…” Ese día estaba claro que me había levantado con el pie izquierdo, de inicio mi free me decía que tenía que hablar urgentemente conmigo y me citaba después de su trabajo, lo más seguro es que no iba a poder jugar futbol por la noche, al bajarme de la cama y dar el segundo paso mi dedo meñique del pie izquierdo chocó contra la punta del buró que me hizo brincar y gritar algunos improperios, presuroso me metí a bañar ya que tenía una cita de trabajo en un par de horas, se me había olvidado llamarle a los del gas y me bañe con agua muy fría, vaya el día pintaba de la mierda, mi auto no circulaba por la contingencia ambiental y me tuve que ir en colectivo ya que el metro estaba a reventar, lo malo de viajar en el colectivo es que no puedes ir leyendo y que es más probable que te asalten, pero bueno llegue sin muchos contratiempos a la cita solo con un retra