Creo que necesitaba un descanso, salir de la rutina y el bullicio de la ciudad, llegué a estas Playas por recomendaciones del pasado, recordé cuando Mariana me había dicho "las Playas de Nayarit son el lugar perfecto para descansar, olvidarte de todo mientras ves el atardecer, ojalá algún día podamos ir" y bueno con Mariana nunca pudimos hacer ese viaje, pero ahora estaba yo en esa playa qué me recomendó hace 4 años, yo con mi hielera, mi silla playera, mi dron, mi celular y el libro de "Las enseñanzas de don Juan", bebía mientras escuchaba las olas romper, si acaso pasaban dos o tres personas cada cuarenta minutos o algo así, era en verdad el lugar casi perfecto, si dije casi, hubiera sido perfecto si ella estuviera a mi lado como lo habíamos planeado.
Aventé el dron para varias tomas, bebí algunas cervezas y de pronto mientras iba en la página 67 me quedé dormido en la silla ¿Cuánto tiempo fue? En verdad no lo sé, pero se pronto escuché que decían mi nombre, la voz era la de Mariana, no quería abrir los ojos para seguir en eso que pensaba que era un sueño hasta que sentí como me tiraban y sentía la arena en mi cara, lo sé no era un sueño, me estaba incorporando mientras me quitaba la arena de los ojos y los abría para verla a ella, ¡carajo! No era un jodido sueño, en verdad era ella, no supe que hacer y lo bueno que ella si supo, me dio un abrazo que lo necesitaba, nos dimos ese abrazo que tenía ya 4 años esperando, le invité una cerveza y a sentarse en la silla pero prefirió sentarse en la arena y ahí la seguí, platicamos de tantas cosas que pareciera que el tiempo nunca hubiera pasado, ella se veía más hermosa de como la recordaba, yo tenía varios kilos más y una alopecia inminente, me perdía en su mirada, en su sonrisa y de pronto no sé que carajos pasó cuando nuestros labios se encontraron, nos revolcamos en la arena como unos adolescentes, hasta que de pronto me dijo "vamos a meternos al mar" yo en verdad no quería pero le hice caso, nos metimos a sortear las olas, a jugar mientras el tiempo pasaba como si no se diera cuenta que yo quería que no avanzará.
Dio el atardecer y le propuse salir para verlo, nos quedamos abrazados mientras veíamos ese atardecer tan perfecto, ahora si era perfecta esta playa, cuando de pronto ella me besó y me mordió bastante fuerte el labio, no quise decirle nada y fue cuando la magia se acabó "¡eso siempre me molestó de ti! Nunca decías lo malo de las cosas, leía tus escritos y yo siempre buscaba ese momento donde le decías a la otra persona lo que te cagaba pero si lo decías era muy políticamente correcto y así no es, uno también tiene que encabronarse y decir lo que le caga del otro", en ese momento solo la vi a los ojos y de un beso hice qué sé callara, nos volvíamos a revolcar en la arena hasta que de un momento, sentí que me movían y abrí los ojos, era una mujer policia solo para decirme que no se me olvidará recoger mi basura y depositarla en los botes de basura cuando me fuera, solo asentí y entre cerré los ojos, había sido un jodido sueño al parecer.
Ya estaba recogiendo mi basura y acomodando mis cosas cuando sentí mi labio mordido, me puse a recordar el sueño y mientras lo hacía Mariana pasaba agarrada de la mano de un chavalo, me regaló una sonrisa y siguió su camino mientras decía "Bienvenido".
No creo que sea ser políticamente correcto.. a veces es mejor aceptar a las personas como son o salir corriendo de ellas, no perder el tiempo intentando cambiarlas...
ResponderBorrarEl ocaso es siempre el momento de soñar...
Justa razón, muchas veces queremos las cosas a modo cuando ya están hechas y árbol qué nace torcido, su tronco jamás endereza.
BorrarTe dejo un abrazo de esos que se llenan de esperanza.
Qué bien escribes Un saludo desde mi Patria
ResponderBorrarGracias, un gusto tenerte por estos rumbos.
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