Tu eco en mi 🌬️🍃
Me encantó cómo llegaste: sin pretensiones, como un algoritmo perfecto, el resultado de esa búsqueda en segundo plano que mi soledad anhelaba sin saberlo. ¿Recuerdas nuestro primer encuentro? Fue en esa oficina gris donde tu paso rápido te obligaba una escala en la CDMX, una breve visita que te llevó a hacer una pausa, solo para mí. No nos conocíamos, pero alguien mencionó nuestros nombres en una misma frase dentro de una conversación random, pero fue allí que el universo nos hizo click en el instante de presentarnos. Después de ese primer encuentro, nuestras palabras empezaron a tejer un hábito dulce y necesario, la exclusividad que solo WhatsApp nos daba a ambos donde tras las letras también nos llegaron los audios de buenas noches, los memes y reels que solo nosotros entendíamos, las llamadas que se alargaban hasta que la batería del móvil gritaba auxilio en su 1%. Tu perfil privado, siempre encriptado, era un misterio que yo intentaba descifrar, interpretando...