“… ¡Mentirosa!
¡Embustera!,
Basta ya de tanto ruido
Este cuento se acabó…”
Pase por Carolina como era
costumbre a su trabajo, deje el auto en un parquímetro casi a la esquina en
donde siempre lo dejaba cuando salía tarde, pase por una Glaseada y una de
paleta payaso que eran de las especiales del mes, espere a que pasara el señor
que vende café en su triciclo y cigarros, le compre un café de olla de medio
litro y 4 cigarrillos acto seguido me senté en las sillas que tienen ahí para
los turistas, estaba comiéndome la dona de paleta payaso quizás iba por la
mitad y el café solo con dos tragos pequeños menos, cuando paso una muchacha de
unos 25 años paseando a un labrador color negro y me pregunto “¿Me puedo sentar un momento? Ando muy cansada”
solo le conteste con un “adelante” sin
dejar de comer, pasaron varios minutos incluso ya me había acabado esa dona y
llevaba la mitad del café cuando saque un cigarrillo y por costumbre le ofrecí
uno, ella lo tomo, el perro estaba sentado pero no dejaba de verme aunque no
hacia ningún gesto, le encendí su cigarrillo y después encendí el mío con el
mismo cerillo encendido de pronto ella me dijo “Menos mal que no somos tres (y empezó a reír) y ¿Qué haces acá? Te he
visto varios días durante mucho tiempo pero a diferentes horas” reí un poco
con su chiste porque recordé que un profesor de la facultad decía sobre una superstición
de la primera guerra mundial acerca de encender tres cigarrillos con el mismo
cerillo, después ya le conteste con la verdad “Estoy esperando a mi novia (señale el edificio donde ella trabajaba),
incluso solo paso a veces cuando ella no trae auto” ella me vio y me regalo
una sonrisa y seguimos fumando en silencio, yo estaba observando al perro
esperando a que no se me echara, siempre le he tenido mucho miedo a los perros,
me acabe el cigarrillo y saque la dona glaseada y de nueva cuenta le ofrecí “¿Gustas?” ella la tomo y solo dijo “Gracias” con una sonrisa, yo pensaba que
era una broma pero no fue así empezó a comerla e incluso le dio un pedazo
pequeño a su perro, yo solo la veía mientras le tomaba a mi café, se acabó la
dona y se limpió los labios con la servilleta que venía ahí, dejo un poco de su
labial que era color carmín, se paró y me dijo “Bueno quizás sea la última vez que nos veamos por acá” y me planto
un beso en la boca que me supo exquisito, no sé si era por el café o por la
dona que se había comido o por las tres cosas, estaba yo en shock cuando me
dijo “Gracias, por la dona y también por
el beso, le caíste bien a Max que es mi perro por eso me senté contigo… por
cierto, no te preocupes va a ser lo para ti” no sabía que decir, no sabía qué
hacer, solo me pare y encendí un cigarrillo más, mientras volteaba a buscarla
pero no la encontré, en eso me sorprendió Carolina con un “¿A quién buscas? Yo salgo por acá” mientras señalaba la entrada del
edificio, le conteste con un seco “Al de
los café para comprarte uno” me dio
un pico y de inmediato dijo “sabes
extraño, ¿estabas fumando? ¿Volviste a comprar de esas donas con mil de azúcar?”
me le quede viendo pensando en que quizás había visto cuando la muchacha me
había besado y conteste “no sabes, venden
una de paleta payaso que esta riquísima” y caminamos al auto, le pregunte
como había estado su día, si quería cenar, si quería ir por aquel chocolate con
churros que tanto le gustaba, pero ella estaba ida solo viendo hacia la ventana
“no sabes, llévame a mi casa, no tengo ánimos
de nada” tome con rumbo a su casa y poco antes de llegar me dijo “Estaciónate aquí, quiero hablar contigo” hice
caso y me estacione dos casas antes de la casa de sus papás, pensé que si había
visto el beso, me puse un poco nervioso y ella empezó “ya lo pensé muy bien y creo que esto no tiene un futuro para ti ni para
mí, no quiero que pienses que ando saliendo con otra persona, solo es que ya no
me siento bien, gracias.” Se bajó del auto y se echó a correr a la entrada
de la casa de sus padres, yo me baje pero no la alcance porque demore un poco
en quitarme el cinturón de seguridad, llegando a su puerta solo me dijo “no quiero que me busques más, por favor” le
puse un puñetazo a la pared y me subí al auto muy encabronado, “puta madre quizás si me vio besándome con
esa chica, pero no, me lo hubiera dicho” encendí el auto y empecé a manejar
rápido, me regrese a la esquina y pase a la tienda a comprar unos cigarros y
una botella de VSOP, me valió madre y abrí la botella ahí en la calle, me
recargue en mi auto y le di un trago un poco grande, sentí como pasaba por mi
garganta, la tape y la metí al auto, encendí un cigarrillo después otro y otro,
casi para acabarme el tercer cigarrillo, paso un auto que se me hacía conocido
y se paró frente a la puerta de la casa de los padres de Carolina, se bajó un
tipo y salió Carolina dándole un beso en los labios y colgándosele del cuello,
esa escena me hizo encabronar, tenía ganas de ir y encararlos pero no lo hice,
me subí al auto e hice rechinar las llantas, vi por el retrovisor que Carolina
cuando volteo a ver se llevó una mano a la frente, tome con rumbo a mi casa y también
tome la botella y le di un trago ahora un poco más grande, iba manejando por
una avenida principal cerca de los 120 km/h, con un cigarrillo en la mano y en
la otra la alternaba con la palanca de velocidades, el volante y la botella,
cuando de pronto escuche un “oríllate,
deja la botella en el posa vasos de atrás y quita los seguros” no sé porque
lo hice, me orille y quite los seguros, en la puerta de atrás vi que se subía
un perro negro, de pronto la voz me dijo “pasando
el súper te sales por la lateral” y así lo hice iba manejando a 80 cuando
el límite es 50, en cuestión de un par de minutos me estaba saliendo a la
latera, de pronto me dijo “¡párate aquí!”
y me estacione incrédulo porque la esquina más cercana estaba fácil a 30
metros quito los seguros y cuando se bajó abrió la puerta de atrás, vi que el
perro salió y cuando volví a voltear enfrente por fin pude ver a la persona me
dijo “vete con cuidado y no hagas
pendejadas” cerró la puerta y de inmediato me Salí del auto pero ya no
estaban, regrese al auto y me puse el cinturón de seguridad y antes de encender
el auto me recargue sobre el volante, no podía creerlo, era mi abuelo tenía ya
cerca de 10 años que había fallecido y el perro era el de la chava, se me
salieron las lágrimas en verdad, me seque las lágrimas y encendí un cigarrillo,
después encendí el auto y tome rumbo a mi casa.
Al llegar a casa metí el auto,
saque la botella y me puse a pensar en lo que había pasado, le di varios tragos
más hasta que me quede dormido en el sillón. Me desperté a las 7 porque escuche
el timbre de mi casa, era un compañero de la oficina quería ver si le daba un
ride porque su auto se lo iba a dejar a su esposa, le pedí solo 10 minutos y me
metí a bañar y pase por él, me sentía extraño, le platique la historia del día
anterior pero me dijo “apestabas a borracho
cuando pase a tu casa, quizás fue un debraye del alcohol… ¿En serio ya no andas
con Carolina?” obvie su comentario y solo contesté “por eso me puse a tomar ayer” llegamos al trabajo y el día paso
como pasan los días que no pasa nada, incluso así pasaron varios días, Carolina
me marcaba, me mandaba mensajes y me mandaba correos que eliminaba sin antes
leerlos, en si me ponía a pensar en la muchacha, el perro y con mi abuelo, era
extraño todo. Quizás había pasado cerca de tres meses de ese acontecimiento, ya
había platicado un par de veces con Carolina pero le mentí diciéndole que ya
estaba saliendo con otra persona, aunque no era cierto, pasaba cerca del
trabajo de Carolina para ver si veía a Max o a esa muchacha pero no, incluso un
día de esos era viernes y estaba lloviendo, me metí al lugar de donas y pedí
una glaseada y una de la suerte que era por las festividades de San patricio en
EEUU, estaba comiéndome una dona cuando de pronto me sorprendió Carolina
diciendo “¿y no nos vas a presentar? ¿O te
da pena decirle a tu conquista quién soy yo?” yo voltee hacia el lado
derecho y estaba esta muchacha sentada junto a mi solté un irónico “Mi presente (señalando a la muchacha), Mi
pasado (señalando a Carolina)” se
estrecharon las manos y Carolina solo dijo “al
menos me cambiaste por alguien más bonita, aunque quien sabe si te soporte” no
pude aguantarme la risa y comencé a reírme, Carolina enfadada se marchó del
lugar, por su parte la muchacha me dijo “vaya
sorpresa saber que soy tu presente, lo más extraño es que ni siquiera sabemos cómo
nos llamamos” y empezó a reír, me dio curiosidad y le pregunte su nombre me
dijo que se llamaba Lucia, yo le dije que me llamaba Antonio, después le
pregunte acerca de su perro y termine preguntándole “¿y que hacia tu perro con mi abuelo?”, ella me regalo una sonrisa y
solo dijo “mucho gusto, te dije que iba a
ser lo mejor para ti, incluso hasta ella dijo que era más bonita que ella… Qué
bueno que te acuerdas de Max pero no busques respuestas solo disfruta por
cierto ¿alguna vez te has enamorado de un fantasma?” yo me le quede viendo
y le dije “no, jamás me he enamorado de
un fantasma”, ella me dio un beso y después me dijo “siempre existe una primera vez”…
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