“...Quiero dormirme de nuevo en tu pecho,
después que me despierten tus besos...”
Ella era Camila y estaba en ese
gran complejo hotelero gracias la rifa de fin de año de la empresa, su esposo
no había podido asistir por situaciones de trabajo así que decidió invitar a
Paloma su mejor amiga, llegaron un sábado a las 15:05 estaban haciendo el check
in y al momento que les ponían sus pulseras el recepcionista les dijo “no me hagan mucho caso pero aquel chaval no
les quita la mirada de encima, desde que llegaron ha pasado cerca de 4 veces” ellas
voltearon en cuanto el recepcionista termino de hablar y vieron que el chaval
las miraba fijamente pero sin poner pose de galán, Camila hizo contacto directo
a los ojos y de inmediato los dos se sonrieron, el chaval se paró de su lugar y
empezó a caminar pero sin dejar de mirarla, el chaval estaba tan perdido en los
ojos de Camila que no se dio cuenta que había una pared con la cual choco y
Camila empezó a reír, el chaval fue rumbo a la zona de elevadores y Camila
junto con su amiga terminaron de hacer el Check-in, y les asignaron la
habitación 315, que se encontraba en el piso tercero. Una vez instaladas Paloma
empezó a bromear acerca del chaval que vieron pero a decir verdad Camila no
negaba nada y solo sus mejillas tomaban un color rojizo, dejaron de bromear y
decidieron bajar para darse un buen chapuzón en las albercas que existían y de
paso tomar unos tragos para refrescarse de una mejor manera, se quedaron en la
cuarta alberca, Camila iba con un traje de baño a dos piezas, de color negro
con pequeños círculos azules y detalles en rojo, por su parte Paloma traía un traje de baño de dos
piezas de color Rosa con vivos en color blanco, ambas portaban gafas oscuras y
una toalla Blanca brindada por el hotel, se tumbaron en los camastros por unos
10 minutos hasta que Camila decidió nadar unos minutos en la alberca, no sabía cuántas
vueltas llevaba pero cuando se iba a salir vio que Paloma estaba platicando con
el chaval que no les quitaba los ojos de encima en la recepción y se veía que
ambos reían de forma muy animada, Camila dijo en voz baja “¡Qué zorra!” y siguió nadando unas vueltas más para que pareciera
que no se había enterado de nada, de pronto estando bajo el agua sintió que
chocó con una persona, se iba a disculpar de la persona cuando escuchó un “Solo me hubieras dicho que no querías
platicar conmigo y con eso bastaba, no había necesidad de que me pegarás” Camila
se disculpó y el chaval aprovecho para pedir un par de tragos y de paso
presentarse, se llamaba Orlando tenía 28 años y había traído a sus padres a un
evento en la misma ciudad, de primera impresión Camila nunca negó su matrimonio
sobretodo porque traía su argolla de matrimonio, no paso mucho solo Orlando las
invito para pasar la noche en la zona de bares ellas aceptaron.
Paloma y Camila no buscaron arreglarse mucho de igual
forma Orlando, pasaron primero a un Bar en el cual era un poco más formal, se
tomaron un par de tragos y caminaron a un segundo bar donde era un poco más
informal, barra libre y música variada, Orlando bailo varias canciones de salsa
con Camila, pero también algunas con Paloma unas de bachata, Camila tuvo un
arranque de celos sin razón y empezó a beber de forma descontrolada, cuando
Orlando y Paloma regresaron a la mesa la encontraron un poco devastada,
salieron de inmediato para llevarla a comer algo, pasaron por unos tacos, los
tres comieron como si no hubieran probado bocado en todo el día, al salir
querían seguir la fiesta así que pasaron a un minisúper para comprar unas
cervezas y una botella de tequila después abordaron un taxi que los llevó de
nuevo al hotel.
Pasaron a la habitación de
Orlando que coincidía en el piso era la 301, pusieron música y se pusieron a
beber y a cantar a pulmón abierto hasta que personal del hotel fue para
decirles que le bajaran un poco al ruido, ellos siguieron aunque ya con un
volumen ya más moderado, Camila empezó a besarse con Orlando y Paloma les hizo
tercera compañía, Orlando no podía creerlo, se iba a liar con dos mujeres que
es lo que siempre había soñado, en eso el celular de Orlando empezó a sonar
varias veces, se disculpó con las dos chicas y atendió, era su padre para notificarle
que el hermano de Orlando de nombre Oliver iba llegando al aeropuerto y en
cuestión de minutos llegaría al hotel, Orlando les comento a las chicas y ellas
no dijeron nada solo que siguieran tomando, Orlando se comunicó con Oliver para
pedirle que pasara por mas cervezas y un par de botellas más, que buen
recibimiento a las 4 am para Oliver, Orlando bajo a recibirlo al vestíbulo y
encamino de nuevo a su habitación, Oliver se quedó anonadado con Paloma, los
tragos siguieron su cauce hasta las 6 am, que Orlando y Camila se fueron a una
recamara mientras que Oliver y Paloma se comían a besos en la sala del cuarto
de hotel.
Dieron las 11 am, los despertó el
celular de Camila la llamada era de su esposo para saber cómo estaba pasándola,
le pidió a Orlando que no hablara y siguió con la charla con su marido, Orlando
solo observaba a aquella bella mujer como hablaba por el celular y caminaba de
un lado a otro, Camila colgó la llamada y volvió a la cama con Orlando, dieron
rienda suelta a las pasiones nuevamente y Orlando se quedó profundamente
dormido. Alrededor de las 2 pm Oliver despertó a su hermano para ir a comer
algo, los dos traían el rostro victorioso una sonrisa en el rostro como
consecuencia del buen momento que habían pasado en la noche, ambos platicaron
de cualquier cosa mientras comían unos mariscos en la playa, Oliver saco a
flote el tema de las minas de la noche anterior con intención de quedar de
nuevo con ellas para ir a pasear al malecón en la noche Orlando lo secundo y
pagaron la cuenta, caminaron con rumbo a la zona de las piscinas para
buscarlas, no les costó trabajo encontrarlas estaban en la alberca que tenía un
pequeño bar dentro Oliver y Orlando se presentaron de nueva cuenta con las
minas con unos tragos en cada mano, se pusieron a platicar dentro de la alberca
e incluso jugaban luchitas en el agua con ellas en los hombros, después se
hicieron unas fotos y quedaron de verse a las 9 pm.
Se estaba bañando Oliver cuando a
Orlando le llegaba una llamada, tenía que presentarse en su trabajo al día
siguiente, aunque negocio que fuera un día después aludiendo que estaba un poco
retirado y tenía que buscar un vuelo, al salir le dio la noticia a Oliver para
decirle que el sábado el pasara por sus padres y se los llevara a casa, después
Orlando se bañó y fueron en busca de las chicas. Caminaron por el Malecón por
30 minutos, compraron algunos recuerdos y unos tragos para ir bebiendo mientras
caminaban, se hicieron de varias fotos más e incluso hicieron castillos de
arena en la playa, parecían unos adolescentes en viaje de graduación, estaban
pasándola bomba, después pasaron a un karaoke, Camila pidió cantar una canción
con Orlando, “nada de esto fue un error” de Cotí con Paulina Rubio y Julieta
Venegas, eran todo un show los asistentes del Karaoke les aplaudieron mientras
ellos se besaban al acabar la canción, el público los ovaciono tanto que les
pidieron que cantaran otra canción esta vez la eligió Rolando y fue “Colgando
en tus manos” de Carlos Baute con Martha Sánchez, no pudieron terminar la canción
ya que se dieron un tremendo beso que el público volvió a ovacionarlos, por su
parte Paloma y Oliver cantaron “Me dedique a perderte” de Alejandro Fernández
con Amaia montero, la gente les aplaudió de tal forma que secundaron a Camila y
Orlando besándose cuando acababa la canción, se terminaron las cervezas y casi
los besos que se daban, Orlando y Camila pasaron por unas alitas y una pizza
por su parte Paloma y Oliver pasaron a comprar un par de tintos y cerveza,
se quedaron de ver en el hotel en la
habitación de Orlando, se dieron tantos besos Orlando y Camila que no se pueden
cuantificar, iban jugueteando con sus manos en el taxi parecían dos enamorados.
Al llegar al hotel interrumpieron
a Paloma y Oliver que estaban besándose en la sala, comieron de todo e hicieron
una pequeña guerra de comida, en definitiva nadie hubiera esperado que se
llevaran tan bien, después se pusieron a bailar y posteriormente se pusieron a
cantar rancheras, parecía que el tiempo no pasaba en esa habitación, de pronto
Orlando estaba haciéndole el amor a Camila, se la estaban pasando bomba
terminaron abrazados en la cama y platicando en voz baja, Orlando le comentaba
que tenía que irse porque le habían hablado de su trabajo, Camila puso cara de
tristeza, pero no podía hacer nada solo era un polvo de ocasión, se echaron un
round más antes de quedarse profundamente dormidos. Orlando se despertó cercano
al medio día y le dio un beso en la frente, Camila le dio un beso grande y con
voz baja le dijo “no te vayas”
Orlando solo sonrió, tomo su móvil y empezó a buscar boletos para salir ese
mismo día, encontró un vuelo a las 10 pm y lo compró, después le mando un
mensaje a su hermano para notificarle que a las 8pm tendría que llevarlo al
aeropuerto, mientras iba a salir a comer con Camila, se metieron a duchar
juntos y seguían pareciendo que estaban en su luna de miel, salieron a caminar
por la playa y aprovechaban cada momento para comerse a besos y hacerse de
algunas fotos, la miel la iban derramando en cada paso que daban, incluso llegaron
a un pequeño peñasco y se tomaron tantas fotos como olas que chocaban con
ellos, se metieron a nadar juntos, pareciera que no se querían separar ni un
minuto, pasadas las 4 pm le marco su hermano para invitarlos a comer en un
restaurante en el malecón, parecía buena idea y fueron a cambiarse para
encontrarse con ellos. Mientras comían y bebían no dejaban de mirarse y jugar
con sus manos pfff parecía una historia que nadie quisiera un final, después
fueron a ver el atardecer y hacerse de más fotos, los cuatro eran perfectos
para ese momento, después regresaron al hotel para que Orlando ordenara su
equipaje y partir, dejo dicho en el hotel que su hermano se quedaba los días
restantes y que hicieran el cargo a su tarjeta de crédito, camino al hotel Orlando
y Camila sabían que ya no existía un futuro, sabían que la fiesta se había
acabado, sobre todo cuando lo estaban despidiendo en el aeropuerto, Camila le
dio un beso tan grande que pareciera que todo se resumía en ese gran beso
seguido de un “Nunca te voy a olvidar” después
Orlando paso a la zona de espera para abordar su avión y aquellos tres se
marcharon al hotel de nueva cuenta. Mientras Orlando esperaba se puso a ver la
infinidad de fotos que se habían tomado, se puso a recordar esos bellos
momentos que había disfrutado y sin la esperanza de volver a ver a Camila ya
que ella tenía a su esposo y una vida por delante, un par de lágrimas rodaron
por sus mejillas y se apresuró a quitárselas de encima, que extraña era la
vida.
Orlando se presentó al otro día
sin contratiempos a su trabajo, le dieron la buena noticia que se mudaban de
oficinas por eso fue que le pidieron que regresará con urgencia aun sabiendo
que estaba en sus días de vacaciones, Orlando estaba perdido, de vez en cuando
le manda un mensaje a su hermano para que le enviara alguna foto de Camila y
este obediente lo hacía, pasaron los días y Orlando seguía extrañando a Camila
y bueno también ella lo extrañaba, no se habían intercambiado números ni correos
ni Facebook nada, incluso Orlando la busco por redes sociales pero no daba con
ella era casi imposible encontrarla solo teniendo el nombre. Los días pasaron y
la seguía recordando, su hermano le marco para decirle que el lunes a las 6pm
lo veía en una cafetería para entregarle su auto; llego el lunes Orlando iba
saliendo del trabajo y paso a la cafetería, pidió una mesa en el área de
fumadores y le mando mensaje a su hermano, estaba escribiendo sobre Camila
cuando de pronto una mina le tapo los ojos con las manos y le dijo “Adivina ¿Quién soy?” aunque la voz no
era de Camila él dijo sin dudarlo y con una sonrisa en el rostro “¡Camila!” solo se escucharon risas y le
destaparon los ojos, era su hermano y Paloma que estaban riéndose a carcajadas
algo que no le hizo gracia a Orlando, pidieron unos capuchinos y se fumaron
varios cigarros platicando acerca de esos momentos que pasaron juntos, las
horas pasaron y sonó el teléfono de Oliver, se paró de la mesa y empezó a
hablar, después pidió la cuenta y salieron del café, Oliver guio a su hermano
rumbo a su auto y le dio las llaves, se despidieron ambos Orlando les pidió que
lo acompañaran a su casa para seguir platicando y tomarse una cerveza, Paloma y
Oliver aceptaron y se subieron al auto de enfrente que era el de Paloma y
Orlando se subió a su auto y emprendieron rumbo a su casa que estaba a 10
minutos del lugar, al llegar a su casa Oliver le dijo a Orlando “se te olvidaron unas cosas en el hotel y
están en tu cajuela… también papá te mando unos botes de pintura, bájalos para
que no te vayan a manchar la cajuela” Orlando se apresuró pensando en lo peor que no
estaban bien cerradas, al abrir su cajuela solo se escuchó un “¡Sorpresa!” era Camila que venía en la
cajuela del carro, la cara de Orlando fue un poema y le dio tantos besos que se
le olvido bajarla de la cajuela…
Bueno estimados lectores, no se anunció con bombo y platillo pero este
blog recién cumplió un año hace varios días (7 de Julio), agradezco a cada uno
de ustedes por seguir leyendo estos debrayes (34 bueno con este 35), gracias
por cada uno de sus comentarios (aunque se perdieron varios por el cambio de
plantilla) y sus retroalimentaciones, no me resta otra cosa que decirles,
¡Gracias!...
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