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Notas de un Clochard 5







...He perdido el rumbo, el timón de mi vida, hoy de nuevo no lo llevo yo"...

Escuchar tu voz era lo único que deseaba, era tu recuerdo orbitando sobre el abismo que ahora era mi mente y desgarrando en partes mi inquieto corazón.
Pasaba la tarde y las farolas ya anunciaban la postura nocturna del tiempo corriendo sin parar, alumbraban las calles y proyectaban mi sombra mientras estaba en espera sentado sobre la acera, aún tenía algunas lágrimas corriendo despacio en mi rostro, y este sentir ya sin sentido, queriendo creer que eso fuera todo lo que tenía, pero no era así, tenía más, mucho más, en ese lugar entendí que tenía tanto de todo a punto de estallar, tenía frases y poemas sin nombrar reservados para ti, tenía un par de pasos de baile a enseñarte, fotografías sin tomar, pueblitos que visitar, una escalera al cielo, noches de insomnio, abrazos sensibles que hacen arder la piel, llamadas, juegos y besos que atacan al corazón, sonrisas y reflejos en el espejo de tu habitación, caminatas, noches de llovizna, un firmamento de estrellas que bajarte, cenas con luz de velas, tu espacio en mi cama, canciones y cuentos, una boda, mil locuras, promesas a cumplir, elogios, piropos, un café por la mañana y el desayuno a la cama, caminatas de la mano y besos bajo la lluvia, sueños fijos y algunos fugaces pero siempre estabas allí, incitando mi atención, haciéndome espectador del conjunto de mirada y sonrisa que te hacían tan única y tan especial, permanencias allí tan perfecta pero ahora solo en mis sueños y en mi imaginación mientras pasaban los horas al resguardo de esa acera donde seguía sentado, mientras llegaba el ocaso anunciando la terminación del día, se hacía tarde y seguía inmutable y sin poder moverme de allí, sin valor a llegar a buscarte, que cobarde me había vuelto, acepte mi miedo y lo sostuve con ese nudo en la garganta, toda esa retrospectiva me hizo temblar, mis manos frías y el corazón intenso e inquieto me rompian aún más, todo por no saber cómo llegar, por el constante miedo de tí Y es que uno siempre le teme al rechazo por qué es el nemesis de quién se arriesga al amor, todo ello por tener miedo de tí y de mi, de estar parado en esa línea divisoria entre tú olvido y mi memoria, de ver la vida que llevaba y hallarme culpable del mal trato que te di y no corresponder, de no saber aprovechar los momentos y no querer dejar mis obvias costumbres de ese papel de Clochard en el que me había metido, con traje, guión y todo lo demás...
Era todo ello un caos en mi cabeza, Te extrañaba y te amaba con el alma al punto de renunciar a todo por ti, pero mi error fue no decirlo y menos demostrarlo, apelando siempre al silencio y derrumbando las ilusiones que creabamos los dos, no podía hacer nada con mi vida que siempre tan fatídica me arrastraba a malas decisiones y comportamientos erróneos, no sabía cómo llegar y poder disculparme, ese perdón no sabía cómo hacerlo salir de mi, era mi orgullo tan caótico y renegado pero también tan parte de mi...

Termine siendo un cobarde, sí y vaya cobarde, de manera que al ponerme de pie di la vuelta para no volver más, llevándome a rastras todo eso que tenía para dar y pensando que también de alguna manera debía de dejar de hacerme fantasías e ilusiones sin sentido, la noche ya traía su apremio y yo tan lejos de casa por lo que decidí no volver y tomar mi propio sendero, aunque eso implicaría la rutina de una botella de whisky al desayuno, tenía que aprender que la vida sigue su curso sin tí, solo recordando lo que era antes de que llegaras a mí y seguir sin tí...

Aún que te lleve en la memoria y en el corazón, aunque en cada suspiro del viento este susurré tu nombre, aunque te sueñe de casualidad, aunque me lleve a cuestas la esperanza, aunque en cada paso mi universo lleve tu escencia, aunque la luz del día me deslumbre recordándome tu sonrisa, aunque te sienta si no estás, aunque busque la costumbre de estar sin ti y sin tu respiración recostada en mi pecho, aunque no te pueda ver, aunque sepa que en el tiempo perfectamente bella e inmutable quedarás... Ella, ella es Cherrie...

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