“Corazón es tan fácil
quererte,
Con o sin razón, no
me animo a perderte”
Estaba muy ansioso desde que me desperté,
mientras preparaba el lunch para el trabajo no podía dejar de pensar en el día
de hoy 28 de Abril, era complicado casi casi apuesto que estaba sonriendo
mientras recordaba, incluso me demore un poco más de la cuenta cuando me bañé
ya que no podía sacarme de la cabeza que quizás el día de hoy nos volveríamos a
ver cómo había estado pactado, ya tenía todo planeado, a pesar de ser viernes
me iba a llevar lunch a mi trabajo para no tener hora de comida y poder salir
una hora más temprano, pasaría a comprar unos alcatraces, un kínder bueno y me sentaría
a esperarte con una whisky en la mesa de aquel bar donde hicimos la promesa de
vernos después de 2 años, voy a admitirlo te estuve stalkeando en Facebook en
el trafico terrible de la ciudad y vi que habías puesto –es hoy, es hoy, no hay plazo que no se cumpla, mood ansiosa mil- .
Pero algo pasó, en el trabajo a
la 11 de la mañana me llevaron para hacer unos trámites de gobierno, era
imposible, yo tendría que salir temprano hoy y esto me iba a retrasar, fue muy
jodido y desesperante, al llegar al trabajo me di cuenta que había olvidado mi
lunch, eran las 3 de la tarde, pero bueno nada podría salir mal, bueno eso
pensaba, me estuve buscando el celular y no lo traía, me marqué del teléfono de
la oficina y me contestó el chofer de la empresa, diciéndome que había dejado
mi celular en el auto pero él iba con rumbo a un estado vecino, me dijo que
hasta el otro día podría recogerlo en la empresa, así que solo le di instrucciones
por si marcaba Casandra, le dijera en donde iba a estar, me confirmo pero yo sabía
que no iba hacerlo, estaba que me cargaba la chingada y para acabarla de
chingar estaban haciendo un cambio de cableado en el edificio donde estábamos y
no teníamos internet.
Esperé pacientemente a las 6 de
la tarde, me salí a mi hora normal ya que tuvimos una junta de dos horas y no
pude salirme antes, asi que saliendo me enfile directo al bar, ya no pasé por
los alcatraces, ni por el kínder bueno, pedí una cerveza y unas alitas, me
estaba muriendo de hambre, para mi mala fortuna las alitas estaban casi crudas
y la cerveza al tiempo, para acabarla de joder el mesero cuando se llevaba las
alitas para cambiarlas y también la cerveza, me tiro encima la salsa de
habanero en la cual estaban las alitas, vaya en verdad creo que no era mi día,
lo tenía mega claro eso, en eso me estaba quitando la camisa para quedarme en
pura camiseta cuando vi como el dueño del bar entraba apresurado por la puerta,
al verme hizo una cara como si hubiese visto un fantasma, yo pensé que era porque
estaba en camiseta así que cuando se acercó a mí solo le dije –tu mesero me tiró la salsa de las alitas
encima, por eso me quité la camisa- el seguía viéndome y solamente me dijo
-¿Qué haces aquí? ¿No vas a ir a la boda?-
me quedé yo pensando si me habían invitado a una boda pero no recordaba, así
que le dije que no, y él me dijo –Se está
casando Casandra en la iglesia de….- en ese momento deje de escuchar por
completo, en mi cabeza empezaron a pasar los recuerdos que había tenido con
Casandra, ese primer beso, esa primera maldad, la primera vez que compartimos
cama, nuestro único viaje, nuestra promesa, cuando deje de recordar, solamente
me paré y salí del lugar, iba yo en automático, no escuchaba, no pensaba, en verdad
parecía que me estaban controlando a distancia, me subí a mi auto y conduje a
mi casa, ahí encendí un cigarrillo y después me quedé dormido en el sillón
intentando asimilar lo que había sucedido.
Me despertó el teléfono de mi
casa sonar, fui a contestar y al otro lado de la línea escuché un –Jorge, ¿cómo has estado? Tiene tres semanas
que no vienes ni pides de cenar para el local, hoy es el aniversario y tenemos
apartado tu lugar en la barra donde siempre, sería un gusto que nos acompañaras
hoy, has sido nuestro cliente más fiel en los 5 años que llevamos, el consumo
hoy contigo es gratis, te esperamos, no faltes.- En verdad no me dio tiempo
de decir nada, eran las 10 de la noche y yo estaba jodido, dudé un poco y solo
me metí a bañar para irme al barcito de a dos calles de ahí que tantas alegrías
me había dado y como un plus nunca fue bienvenida Casandra, así que solo fui
dos veces con ella ahí, vaya me animé y quise ir mas por compromiso que por
otra cosa y además no pensé que fuera a empeorar mi día.
Al llegar todo fue un cambio
radical en mi día, la alegría, la algarabía, le buena vibra que había dentro de
ese lugar me hizo cambiar de semblante de inmediato, después me dieron un
agradecimiento en público y me dieron un trago de mezcal de la casa, me sentía querido,
me sentía importante, sentía como si el día hubiera estado hecho para este
momento, vaya después me enrole con Karina una de las dueñas del lugar, justo
cuando me estaba enseñando a bailar salsa y casi la tiro la jale conmigo y nos
dimos un gran beso, de ahí seguimos con caricias y más besos, no recuerdo a qué
hora nos fuimos a mi casa, solo recuerdo todo lo sucedido y al despertar ella
estaba recargada en mi pecho, la pille que estaba despierta, sonriendo, y en eso sintió mi mirada y me dijo –Buen día dormilón, pensé que no ibas a
despertar- yo solo sonreí y le dije -sabes,
no lo tomes a mal pero no puedo creer esto que está pasando, creo que fue uno
de mis sueños cumplidos- me interrumpió con un beso maravilloso y después proseguí
-¿recuerdas la noche que abrieron el
barecito tú estabas en la entrada y me invitaste a pasar, bueno por eso iba
religiosamente dos veces por semana, siempre buscaba hacerte platica pero no
siempre se daba una charla profunda, pero eras como mi sueño imposible, por eso
iba tanto a tu bar- ella con una cara de picardía me dijo -¿recuerdas el día que llevaste a tu
noviecita, aquella mina déspota y mala vibra? , recuerdo cuando pagaste la cuenta
te dije “no me lo tomes a mal pero ella aquí no es bienvenida”- en eso se
le salió una risa como de maldad y fue cuando aproveche para contarle mi día anterior,
de cómo estaba yo entusiasmado por ver a Casandra después de 2 años que fue a
estudiar la master al extranjero y teníamos previsto vernos ese día pero al
final ese día ella se estaba casando mientras yo la esperaba, fue en ese momento
cuando Karina me dio un beso maravilloso y me dijo –Al menos hizo algo bien tu noviecita, por su culpa se cumplió nuestro
sueño-.
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