“no esperes otros 5 años para darte cuenta por favor”
Justo iba pasando por ese
edificio que siempre me llamó la atención desde el primer día que lo vi, no pude
hacer otra cosa que encender un tabaco y sentarme en la banqueta admirando el
edificio me puse a recordar una de nuestras primeras citas, no recuerdo bien si
fue la segunda o la tercera pero ahí estuvimos, ibas a hacer un trabajo de tu
escuela y habías elegido ese edificio para el proyecto, recordé que esa tarde
nos tomamos las primeras fotos estando juntos, incluso nos tomamos una foto
donde nos estamos dando un beso, aunque suene muy pendejo pero de un momento a
otro pensé que ibas a aparecer por la espalda y me ibas a abrazar, llegué a
oler tu aroma, no tu perfume si no esa mezcla que daba tu aroma, cerré los ojos
y suspiré, me paré con una sonrisa porque sabía que te había recordado como ya
tenía tiempo que no lo hacía.
Mi vida en estos últimos días había
sido como cuando los sueños se hacen realidad, mi trabajo iba de maravilla y
tenía un par de negocios que iban creciendo poco a poco, solo que pasó algo, el
pasado me volvía a atormentarme, me encontré un disco duro viejo y al ver la información
eran canciones, fotos, videos de mi pasado, de ese pasado que me había costado
tanto trabajo desprenderme de ella, si estoy hablando de Inés, mis amigos recordarán
que en todas las borracheras les enseñaba la foto de Inés y les presumía como
la mejor novia que he tenido, pero después, si después al despertar me daba
cuenta que Inés no estaba conmigo.
No sé si me costó los 19 días y
500 noches que dice Sabina o quizás más tiempo pero había logrado que ya no me
pegará, pero justo en estos momentos me había vuelto a pegar, retome camino de
ese día frente al edificio, me fui al centro y le puse una moneda a esas
personas vestidas muy enigmáticas, de una caja negra la agitó y la abrió para
que tomará un papel de los que estaba adentro, recuerdo bien era una mujer, tenía
unos ojos color avellana, me quedé pasmado cuando empecé a adivinar las
facciones de la morra, así que ella tomó un papel y me lo dio, volvió a ponerse
como tipo estatua y Salí del trance y tome el papel, fui por una nieve y me
senté, abrí el cajón y el papel decía “¿todavía
me recuerdas?” puta madre, no podía creer, corrí de nuevo a donde estaba
esa mina pero no, no estaba caminé por todo el centro buscándola pero no, no la
encontré, por un momento pensé que era Inés, pensé que todo estaba destinado a
volvernos a encontrar pero al parecer no.
No voy a mentir a partir de ahí me puse a caminar por los lugares donde estuvimos juntos y siempre encontraba algo que me hacía recordarla, empezaba a ver señales por todos lados, creo que yo estaba enloqueciendo hasta que hice lo que tenía tiempo que no hacía, le marqué a su celular, impaciente esperé 4 tonos hasta que de pronto dijo “¿bueno?”, era su voz, no podía equivocarme, justo estaba por decirle algo cuando de pronto sentí que me arrebataron mi celular y vi como una moto se iba a toda velocidad, solamente dije entre dientes “si, todavía te recuerdo”
Me encantó.
ResponderBorrarUn gusto tenerte por acá y mejor todavía que te haya gustado.
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