Ir al contenido principal

¿De quién son los aretes?

 

“…y tú, te vas, jugando a enamorar,
Te enredas por las noches entre historias que nunca tienen final,
Te perderás, dentro de mis recuerdos
 Por haberme hecho llorar…”

 

Mi cumpleaños era el viernes y creo que Laura la recepcionista les dijo a los huéspedes que íbamos a tener una fiesta sorpresa, como cada vez que es mi cumpleaños dejó el celular en mi casa rodante, así que para mí era un día normal, llegué como a las 7 de la noche del paseo en lancha y después de un baño y una botella de tinto me quedé dormido. De pronto empecé a escuchar demasiado ruido, muchas voces como si estuvieran gritando y retándose a golpes, como pude me acomodé la ropa y salí de mi casa rodante, vi que estaban varias personas en el pasto pero las luces estaban apagadas, yo estaba pensando lo peor así que agarré mi bate de baseball y me fui acercando, justo cuando llegué a unos 5 metros, me cegó la luz porque la prendieron de pronto y al unísono un grito que decía “¡Sorpresa!”, no supe que hacer, me cantaron las mañanitas y después hicieron carne asada, tenían preparada una velada para pasar en ambiente, todo era algarabía y diversión, en verdad no me lo esperaba.

 

En una de esas veía como se divertían bailando salsa la canción era “Idilio” de Willie Colón,  cuando de pronto sentí una presencia detrás de mí que estaba sentado y solo me dijo “¿Bailamos?” justo en ese momento me gire para decirle que no sabía bailar pero al voltear ver me quedé en shock, no podía creer lo que estaba viendo, era Paula, una mina de la cual era parte de mi pasado, para ser sinceros seguía siendo el amor de mi vida, incluso cuando me vine a vivir a Bacalar se acabó esa relación por seguir mis sueños de hacer un hostal y venirme a vivir aquí, siempre fui muy impulsivo, y ella me volvió a repetir “¿si me concedes esta pieza o no?” claramente no me pude negar a pesar de no saber bailar, la ventaja es que ella tampoco sabía bailar salsa y muchos de los que bailaban tampoco sabían.

 

La noche transcurrió de maravilla con esa fiesta maravillosa y seré sincero yo me quedé con Paula disfrutando como siempre lo había querido, platicábamos de todo y de nada, del pasado y de nuestro presente pero sin ahondar demasiado, me felicitaba por haber cumplido mi sueño como si no hubiera sido ese sueño la causa del fin de nuestra relación, después nos besamos y creo que la fiesta ahí acabo para mí en el pasto ya que nos fuimos a mi casa rodante, ahí la pasamos bomba, me di cuenta que el conocer a una persona es como andar en bicicleta, por más que dejes años de verla sigues conociendo centímetro a centímetro su cuerpo. Después de sudor, orgasmos y besos terminamos cansados en la cama, ella estaba recostada con su cabeza en mi pecho y diciendo esa frase como la primera vez que compartimos cama hizo el momento inolvidable “shhh escucha, ¿si escuchas como late tu corazón?” solamente me limité a darle un beso en la frente y abrazarla en señal de afirmar el momento, cuando de pronto nos quedamos dormidos abrazados.

 

Al despertar me di cuenta que no estaba ella, mientras me encontraba en la cama solamente pensaba en donde podría estar, así que me di una ducha y me salí para almorzar en el desayunador con todos los huéspedes, al llegar algunos todavía seguían la fiesta, otros tenían un semblante de estar con una resaca terrible pero no estaba Paula, después de dar los buenos días me fui a la recepción para preguntarle a Laura sobre Paula, pero ella me decía que no había nadie con ese nombre en la lista de los huéspedes, me tomé la molestia de ver todos los nombres de los huéspedes hasta cuando la encontré, había dejado su segundo nombre, ahí estaba Claudette, ese nombre era inconfundible ya que compartía nombre con una canción de “the Everly brothers”.

 

El día transcurrió como cualquier otro día, yo trabajando pero recordando a Paula, al volver al hostal me encontré a Paula fumando un cigarrillo, me acerqué a ella para saludarle y ella estaba indiferente, más bien como enojada, así que de inmediato me dijo “yo no sabía que tú estabas aquí, vengo con mi esposo pero ayer llegamos ya medios borrachos y nos dijeron que iban a tener fiesta, mi esposo se quedó dormido por la borrachera y yo salí para seguir bebiendo un poco, desde que llegué me inquietaba el aroma que tenía el lugar, me transporté al auto que tenías cuando nos conocimos, estaba yo desesperada porque te me viniste a la mente en todo el día por eso cuando te vi no perdí oportunidad y por eso te pedí que bailaras conmigo”, yo no sabía qué hacer, si bien sabía que ella estaba casada no esperaba que me lo dijera tan de madrazo, apenas iba a decirle algo cuando me dejó con la palabra en la boca y me dijo “pero al parecer no fui la única que cometió un pecado o acaso tengo que preguntarte ¿de quién son los aretes que estaban en tu casa rodante?”



Comentarios

  1. Algunos encuentros sólo pueden funcionar a través de un silencio pactado. En cuanto empiezan las preguntas todo parece desmoronarse, ¿verdad?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Por eso muchas veces es mejor no preguntar y pasar de largo, claro siempre y cuando la idea principal es vivir el momento.

      Borrar

Publicar un comentario

Recuerda que todo es en singular...

Entradas más populares de este blog

Todavía te sigo leyendo

  “…de esta carta no espero tu respuesta, Pero si llega será bien recibida, Espero que diga que eres una fiesta, Y de verdad que te trata bien la vida…”     “Es extraño que recibas este correo electrónico, la verdad no sé porque lo hice pero tampoco quiero una respuesta, hoy te recordé, salí del trabajo y vi a una pareja andar en bici, es extraño pero les tomé una foto, por un momento llegué a imaginar que era la postal que querías tu siempre, los seguí con la mirada hasta que se sentaron en una jardinera, el chaval sacó un cigarrillo y se puso a fumarlo, le daba pequeños besos a la mina y casi casi yo podía saborear esos besos, no sé, te viniste a mi mente, me cagaba que hicieras eso pero al final me encantaba que lo hicieras, después ya tuve que dejar de seguirlos con la mirada, no era posible que te recordará, me pase por un café y mientras esperaba vi a un chaval apuntando algo en unos tickets de compra, pareciera que el día de hoy era para recordarte, tu hacías eso, vo

Te pido una disculpa

  “…No tengo aliados librando esta guerra Me quedé con sed Vaya traición me jugó la impaciencia Por un sueño que alcancé…”   Pfff   sé que parecería un sueño hecho realidad la vida que estoy viviendo, viajando en un crucero por países que quizás no tenías ni jodida idea que existían en el caribe, junto al amor de mi vida, dos divorcios a cuestas, 3 hijos propios, un par más que los quise como si fueran mis hijos aunque no fueran de sangre y 54 años recién cumplidos, la verdad financieramente me fue bien pero lo mejor que me había pasado fue que terminé de crucero con aquella mina que era el amor de mi vida ¿Cómo pasó eso? Una historia larga pero voy a resumirlo con mi segundo divorcio, estaba yo bebiendo una peña de trova escuchando a un tipo que cantaba canciones de Fernando Delgadillo, Silvio Rodríguez,   Alejandro Filio entre otros cantautores, bebiendo un vino tinto de la alta california y fumando cigarrillos rojos, en el entre tiempo el chaval se bajó del escenario y me dij

¿A qué no adivinas dónde estoy?

  “y como tantas Nuestra historia se ha olvidado ¿Qué será de ti?” - ¿A qué no adivinas dónde estoy? – Fue lo que le mandó el chaval a aquella mina, tenía ya cerca de 5 años de no ir a esa ciudad y por la emoción las copas se le habían pasado, por eso le mandó mensaje a la mina, seguido de una fotografía de ese lugar donde se vieron por última vez. El chaval miraba ansioso su celular pero no había respuesta, así que siguió bebiendo, pasó casi una hora cuando su celular sonó y se dio cuenta que la mina le había contestado - ¿sigues ahí? Voy saliendo del laburo y me queda a un tris de donde estoy -, el chaval decidió contestarle que seguía ahí, la mina solo contestó con un corazón.   Pasaron quizás 5 minutos, el chaval ya casi se había acabado la cerveza que había pedido cuando de pronto vio a la mina en la entrada del lugar, se paró de su asiento y fue por ella, de inicio se dieron un abrazo acompañado de un beso dulce en los labios, la mina de inmediato le dijo – Whisky con cer