¿Cómo te llamas?

 

“Tanta cara de boludo te estas pareciendo a mí,

si no fueras un reflejo diría que estoy ahí...”

Desperté, sabía que ese era mi cuarto pero ¿qué había pasado ayer? Mi cama olía a perfume de mujer, mi cabeza me dolía quizás por la resaca terrible que traía, alguien estaba en el baño se escuchaba alguien, dejé de respirar para escuchar, se quejaba un poco, por mi mente empezaron a pasar muchas cosas ¿Quién era? ¿Qué hicimos? ¿Cómo llegamos a casa? Sería bueno preguntarle pero no parecía buena idea, tomé mi celular pero estaba sin batería, lo puse a cargar, vi su celular era uno de esos de la manzanita, traía una funda normal, lo presioné para ver si había alguna foto de ella pero también estaba sin batería, había ropa tirada suya, creo un vestido ligero color rosa, un brasier rosa mas claro, unas zapatillas, woow se había parado desnuda al baño como si fuera su casa, quizás en su casa no se paraba desnuda y en mi casa si, vi dos envoltorios de condón tirados, eran de la marca que yo utilizo, las recogí y las puse en el bote de basura, había un aroma a tabaco, habíamos fumado, olí mis dedos y me di cuenta que si olían a tabaco, estaban dos copas tiradas, no estaban rotas, a un costado habían dos botellas de vino tinto recargadas en la pared, las dos estaban vacías, recogí las cosas y las puse en el escritorio que tengo para escribir, mi pluma fuente estaba destapada, tenía un poco de tinta seca en la punta, al parecer la había utilizado, en eso escuché como abrieron la puerta del baño, de inmediato voltee a ver y la vi a ella, mas o menos 1.70 de estatura, complexión delgada, piel clara, piernas muy largas y estilizadas, traía puesta mi camisa favorita, la azul la que traía en la noche anterior, de pronto nos vimos a los ojos y ella sonrió de forma tímida, era muy hermosa, caminé hacia ella y le dije “buenos días, ¿cómo amaneciste? ¿necesitas algo?”, de pronto ella se me quedó viendo y me dio un beso en los labios, besaba riquísimo, y después dijo “buenos días, todo bien gracias, si necesito que vengas conmigo a la cama, necesito que me abraces”, y me jalo de la mano, yo estaba que me orinaba así que le dije que pasaba rápido al baño y la alcanzaba, ella puso su cara de puchero y caminó hacía la cama, yo fui al baño.

Mientras orinaba pensaba en como carajos había tenido tanta suerte, ella era muy bonita para mí, creo que era la chava mas bonita con la cual yo me haya acostado, ¿cómo se llamará? ¿de dónde será?, carajo, demasiadas preguntas mientras me lavaba las manos me veía al espejo, traía muchas marcas de la pasión, soló sonreí con actitud de ganador, después me fui a la cama de nuevo, ese “Atrapa sueños” de Louis Vuitton y su aroma corporal me hicieron abrazarla por la espalda así como estaba ella acostada, me tomo la mano y la mordió poquito pero sentí tan rico que solté un gemido, ella siguió dando pequeñas mordiditas, era una diosa, me dijo “no vamos a hacer nada ya juguetón, vamos a descansar un ratito que yo creo si nos hace falta”, después le empecé a hacer piojito y ella se quedó dormida, mientras con mis manos le rascaba la cabeza y mis dedos se entrelazaban con su cabello no podía dejarme de preguntar ¿qué carajos hice?.

Me quedé profundamente dormido, al despertar me di cuenta que no estaba ella en la cama, su ropa no estaba tirada, ni sus tacones, la puerta del sanitario estaba abierta, no estaba su celular en el buró, ¡Carajo! Ya se había ido y yo sin saber quien carajos era, mientras me lamentaba salí del cuarto y fui rumbo a la cocina, necesitaba urgentemente un café, me lo estaba preparando en la cafetera cuando de pronto escuché como si quisieran abrir la puerta de mi casa, de inmediato me eché a correr para que no abrieran pero justo cuando intenté correr la vi a ella entrar por la puerta, traía unas bolsas, le ayudé a cargar y solamente me dijo “perdón, no quise hurgar en tu refrigerador, pedí comida por aplicación, para ti pedí una hamburguesa Angus, papas de gajo, aros de cebolla y un pastel de chocolate, para mi pedí makis, ensalada y ya, espero que me compartas de tu pastel”, yo solamente la vi, carajo, me había embrujado o mejor dicho me había enamorado, era una mina maravillosa, nos sentamos a comer en la mesa y cuando terminamos de comer ella se recostó sobre mi pecho mientras suspiraba, creo que también ella se había enamorado, yo solamente la abrazaba, jugueteaba con su cabello y de pronto sin mas ni mas solté la pregunta mas pendeja que he hecho en mi vida “oye y ¿cómo te llamas?”...