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Escritos cortos, noche larga


"¿Te imaginas?
Un fin de semana
Donde nos quepa el mundo
En lo ancho de una cama"

¿Alguna vez has hablado con la Luna? ¿Le has preguntado por mí? Te apuesto a que no, yo jamás estuve en tus planes, jamás estuve en tu destino y es más quizás ya ni me recuerdes, pero sabes, yo solo le pido a la Luna que te guie, yo siempre tan caprichudo y tu siempre tan berrinchuda, solo te recuerdo que si te sientes sola no dudes en voltear a ver a la Luna te apuesto que te vas a sentir acompañada.

Recuerdo la primera vez que te vi, era una noche de invierno, fría y oscura, la Luna brillaba intensamente en el cielo, y su luz iluminaba tu rostro, eras tan hermosa, tan perfecta, me quedé embobado mirándote, sin poder creer que estuvieras ahí, frente a mí.

Nos enamoramos rápidamente, fue un amor intenso, apasionado, pasábamos horas hablando, riendo, soñando juntos. Yo te sentía como mi alma gemela, la persona con la que estaba destinado a estar; pero nuestro amor no estaba destinado a durar, ambos teníamos caminos diferentes que seguir, tú buscabas tu norte, y yo siempre fui un alma nómada. Al final, nos separamos.

Ahora, ya han pasado muchos años, no sé si alguna vez has pensado en mí pero yo nunca te he olvidado, siempre te llevaré en mi corazón, por eso, le pido a la Luna que  siempre te ayude a encontrar tu camino, que te muestre el mundo que te espera.

Sé que eres una persona fuerte y valiente, sé que encontrarás tu camino, y si alguna vez te encuentras perdida, recuerda que siempre estaré aquí para ti.

Te quiero,

Atentamente:

Tu amor de invierno

P.D.: Si alguna vez
hablas con la Luna, dile que te cuente cuantas noches hablaba de ti con ella,
dile que te cuente cuanto te quiero.



Tú no estuviste aquí, no puedes mentir, te conozco tanto que sé que jamás te estacionas de frente, también que siempre dejas el auto con el freno de mano puesto, siempre dejas tus botellas vacías del lado izquierdo en la mesa a pesar de que eres diestro, sé que cuando comes pepitas (semillas de calabaza) siempre te las comes con todo y cascara, así como también sé que no pones la botana nadando en salsa picante, si no estás compartiendo cama con una mina tus calcetines nunca van dentro de tu calzado, sé que si estuviste sentado en alguna mesa o algo similar tu basura la dejas acomodada en algún punto cargado del lado derecho, siempre dejas escritos por doquier, en los ticket de compra, en las servilletas, en cualquier lugar donde tu bolígrafo pinte, tu silla siempre la dejas acomodada dentro de la mesa, siempre dejas un vaso de agua a medias donde estas y que decir del litro de agua que te llevas y dejas en tu buró antes de dormir, también sé que te despiertas en la madrugada dos veces para tomarte ese litro de agua.

Cuando llegué a casa,
todo estaba fuera de lugar. El auto estaba estacionado de frente, el freno de
mano estaba suelto, las botellas vacías estaban del lado derecho, los
calcetines estaban dentro de los zapatos, la silla estaba fuera de la mesa, el
vaso de agua estaba vacío y el litro de agua estaba a medio terminar.

Sabía que no podías ser tú, tú nunca haces esas cosas, entonces, ¿Quién estuvo aquí? ¿Quién entró a mi casa y la desordenó? ¿Quién trató de fingir ser tú?

No lo sé, pero tengo una teoría. Creo que fue alguien que piensa que te conoce bien. Alguien que sabe tus hábitos y costumbres. Alguien que quería jugarme una broma. Pero, ¿Quién sería? ¿Quién podría querer jugarme una broma así? No lo sé, pero lo voy a averiguar. Voy a encontrar al responsable y va saber lo que es amar a Dios en tierra de indios por querer hacerme pensar que tú estuviste aquí, conmigo.

Y sabes es extraño, desde que desapareciste de la faz de la tierra pareciera que de vez en cuando me vienes a visitar, de vez en cuando desordenas las cosas que ordenabas, de vez en cuando haces que te recuerde, que extraño, yo no creía en fantasmas ni ese tipo de cosas pero creo que te has encargado de hacerme creer lo contrario…


 

Nunca fuiste un amor de primavera, tampoco de verano, rompimos el cliché y fuiste un amor de invierno, pero un invierno leve, no un invierno donde te calan los huesos del frio, no un invierno de fiestas, sino de un invierno de esos de la decadencia, donde uno esta jodido, donde piensas que enero nunca se va acabar y esperas que febrero sea más largo del otoño ¿sabes por qué? Fue cuando te conocí, cuando no quería que la tierra tuviera su giro normal, donde quería que los días fueran más largos que en Venus pero pareciera que eran más cortos que en Júpiter, pero creo que así fue nuestra historia, no duró los 19 días y 500 noches del flaco Sabina, ya que los dos huimos antes de tiempo, algunos dicen que somos esos grandes amores de vidas pasadas pero otros dicen que solo no estábamos destinados a seguir siendo y yo me quedo con lo segundo, otros dicen que fue brujería, interés, amor y otros tantos que éramos esas dos almas que no buscaban nada y al final se encontraron, algo que no debieron de haberlo hecho ya que las dos partes iban a sufrir, uno buscando al amor que idealizó y la otra parte buscando ese amor que solamente esa persona podía darle, pero bien lo dijo Carlos Carreira, “…somos tan distintos en todos los sentidos, cuando dices nada, esperas que yo sea adivino…”quizás en si jamás nos encontramos, solo hubieron errores en el espacio tiempo para que se dieran ciertas situaciones y con ello de forma esporádica nos encontráramos, solo te voy a decir que te voy a querer hasta que tu ya no me quieras.

Pero a pesar de todo, no
me arrepiento de nada. Te conocí y eso ya es suficiente para mí. Me enseñaste
mucho, me hiciste reír, me hiciste llorar, me hiciste sentir cosas que nunca
había sentido antes. Me hiciste ser mejor persona.

Sé que no estamos
destinados a estar juntos, pero eso no significa que nuestro amor no sea real.
Es un amor diferente, un amor que no se puede explicar con palabras. Es un amor
que se siente en el alma.

Te voy a querer siempre,
aunque no estés a mi lado. Te voy a querer hasta el final de mis días.

Y cuando ya no esté
aquí, te seguiré queriendo desde el cielo.

Atentamente, Tu amor de invierno

P.D.: No importa si no
me quieres. Yo te voy a querer siempre.





Comentarios

  1. supongo que los amores de invierno maduran de otra manera, a otro ritmo... la mayoría de las cosas que rodean nuestras vidas no han sido hechas para durar demasiado, sólo podemos disfrutarlas mientras lo hacen y dar las gracias por el tiempo pasado...

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    Respuestas
    1. Quizás es el error, pensar que tendremos para siempre pero muchas veces solo es disfrutar...

      Te dejo un abrazo momentáneo.

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