Yo soy esa de la que hablas verdad

“Fue por vos que olvidé mi persona,

Y rendí por completo mi ser,

Me prendí del olor de tu sombra,

Puse todo lo mío a tu nombre,

Hice todo lo que puede un hombre

Para darte la felicidad”

A ella la conocí en un bar, son de esas personas que conoces un día como cualquiera en la barra de un bar, yo estaba tomándome el tercer whisky en las rocas y ella era la segunda vez que pasaba a pedir sus “luces de la Habana”, era raro la había seguido con la mirada y estaba sentada en una mesa con otra mina pero quizás no confiaba en el mesero y por eso ella pedía sus tragos en la barra, era una mina muy bonita y se me hacía raro no haberla visto antes en este bar, por un momento pensé que era lesbiana pero viendo la charla que tenía con la otra mina pude deducir que al menos ella no era su pareja, pero fue cuando sonaba “Añejo W” de los Caligaris con big Javi cuando ella me echó encima casi la mitad del vaso con “luces de la Habana” en la espalda, sabrá si fue que la empujaron o fue porque sabía que la estaba viendo desde lejos, se disculpó y yo me enfade un poco, pero bueno sirvió para hacer charla con ella, a grandes rasgos era una mina que había ido con su amiga después de la oficina, trabajaba a 800 mts del bar y al parecer era feliz, era soltera, tenía 25 primaveras encima, una nena con buena conversación y hasta cierto punto pensé que era una de los halcones que había en la zona porque nos pusimos hablar de los problemas sociales que había traído el narcotráfico a esta ciudad, en esa ocasión ella se llevó mi número de celular y yo me lleve aquel beso en la mejilla esperando volverla  a ver.

Pasaron 4 días en un minisúper de la zona me la volví a encontrar, se excusó diciendo que le había pasado mal mi número pero que en esa ocasión yo me llevará el de ella y así fue, por los siguientes 3 días hablamos por el whatsapp y me encanto conocerla, incluso ella el viernes andaba muy tomada y me dijo tantas cosas que no lograría algún día describirlas, quizás fue bueno. El sábado después de mi partido me llego un mensaje de ella, diciendo que sería bueno que pasara por ella para comer, me intente excusar diciendo que recién iba saliendo de jugar y estaba sudado pero ella no lo entendió y después de lavarme la cara maneje hacia donde ella trabajaba, al llegar me recibió con dos besos, uno en cada mejilla, fuimos a un Carls Junior a comer unas burguer, después de una plática y una hamburguesa con orden de papas en rejilla para cada uno, me di cuenta que tenía una mirada y un actuar un tanto extraño, hablaba como si la vida valiera dos pesos y los recuerdos tuvieran un valor muy significativo, pensé de primera instancia que iba saliendo de alguna relación amorosa y no podía superarla, después nos fuimos a un bar de mala monta con curados de sabor piñón y cumbia de música de fondo, era tan extraño que en nuestra primera cita eso pasará, vaya yo nunca lo había vivido de esa forma, seguimos tomando como si no hubiera un mañana, nos dimos tantos besos sobre esa pequeña mesa que quizás nadie más los habría dado, ella estaba un poco borracha digamos que más de la cuenta, me ofrecí a llevarla  a su casa y nos despedimos con un beso tan grande como mis ilusiones de volverla a ver.

Pasaron los días y las noches, nosotros seguíamos platicando por el whatsapp y de pronto una plática esporádica de su trabajo pero no paso a más, los días seguían corriendo y nosotros seguíamos con una amistad virtual hasta que un jueves saliendo de su trabajo me dijo que era su cumpleaños y que le gustaría festejar, íbamos a ir a un bar pero ella pidió primero pasar a casa de sus papás para pedir permiso, digamos que me lleve una sorpresa tan grande como el tamaño del mundo, al llegar había una fiesta familiar, estaba yo en el auto cuando ella me dijo que la acompañara, al fin no iba a tardar, yo pensaba decirle que no pero termine cediendo total unos minutos nada más, pero al llegar me di cuenta que estaba su familia ahí, no sé si toda pero había mucha gente, ella empezó a saludar a todos mientras me tenía tomado de la mano y me presentaba como su novio, yo no sabía que hacer así que solo seguí el juego, eso fue hasta que me presentó con sus padres, quizás no les di mucha confianza, me di cuenta porque los vi con cara de pocos amigos cuando me los presentó, después del protocolo del pastel y la cena su madre me abordó diciéndome “sabes, no sé si mi hija te dijo pero ella es especial y donde le hagas algo lo vas a lamentar” en eso ella llegó y cambio su madre la platica, era extraño, me sentía como si fuera un delincuente ahí, pero la noche paso sin contratiempos y compartí tiempo con su familia por primera vez.

Y así pasaron los meses, cada vez compartiendo más tiempo con su familia, no hice muy buenas migas con ellos pero al menos ya era una interacción más decente, hasta que un día llegué a mi departamento y ella estaba ahí en la puerta de la entrada con una maleta, diciendo que había tenido una disputa con sus papás y no sabía a donde ir, hice lo que cualquier persona haría, le di posada pero informe a su casa que estaba conmigo para que no se preocuparan. Esa noche la pasamos bomba en mi cama, existía como una comunión de nuestros cuerpos y almas, quizás nos desnudamos el uno al otro y no solo en el plano físico, también en el espiritual, ella termino recostada en mi pecho y yo abrazándola como si el mundo estuviera pronto de acabarse, nos quedamos dormidos. De pronto me desperté porque me golpeo en el pecho y decía “¡hay una niña en la puerta! ¡Hay una niña en la puerta!” yo me sobresalte y encendí la luz de mi cuarto pero no vi a nadie, en eso me dio por voltear a con ella y me lleve la sorpresa que estaba con los ojos cerrados y balbuceaba cosas, yo la tranquilice diciéndole que era una pesadilla hasta que volvió a quedarse quieta y seguía durmiendo. Por la mañana al despertar no quise tocar el tema pensando que ella iba a decir algo pero no, no dijo nada y la historia se repitió 4 o 5 veces por las siguientes dos semanas, hubo un momento en el cual estábamos viendo “La casa de Papel” cuando le pregunte acerca de los eventos que habían acontecidos, esto yo lo hice en forma de broma pero ella me abrazo muy fuerte y solo dijo “ya existirá el tiempo para explicarte” después me dio un beso y seguimos viendo la serie.

Pasaron 2 días después de esa charla, ella se comportaba un poco distante como si hubiera tocado una fibra sensible, ese día fui a jugar futbol como regularmente lo hacia los martes entre semana por la noche, ganamos el partido y al salir me encontré con sus papás, querían saber cómo estaba ella y les dije que bien, solo que me llamaba la atención que en varias ocasiones se despertaba golpeándome el pecho y gritando que había una niña, también les confesé que por las cámaras la había pillado un par de veces como discutiendo con alguien más pero no había nadie más en la casa, su madre puso cara de preocupación y quería decirme algo pero su esposo le tomo del hombro y no dijo nada, platicamos de mi trabajo y sobre cosas más banales, algunos compañeros del equipo me preguntaron si todo estaba bien y yo les decía que sí, pero veía que también no se iban en sus autos, estaban reunidos en bolita y tomándose una cerveza, algo que regularmente no hacíamos, los padres me dijeron que si podía ir conmigo esa noche para ver a su hija, les dije que sí y me despedí de mis compañeros, la señora se vino en mi auto y el señor en el suyo, estábamos a 15 minutos de donde vivía, la señora me empezó a decir tantas cosas de la infancia de la mina como si yo le hubiera preguntado, de pronto hubo una confesión que me dejo en shock por unos segundos, “sabes mi hija padeció mucho de niña, la llevamos con brujos pero no cambiaba ella, por fin la llevamos al médico y nos mandó al psiquiatra, después de varios estudios nos dijo que mi hija sufría de episodios psicóticos o algo así, después de un tiempo medicada nos dijo que era esquizofrenia, yo me quería morir, no podía tener una hija loca, pero así fue, estuvo muchos años medicada y al parecer eso quedó atrás, pero hace poco nos dijo que no termino el tratamiento, ella tiraba las pastillas y evitaba hablar del caso, había veces que la veíamos rara pero pensamos que eran por los medicamentos, eres la primera persona que nos presenta con la familia, por eso te dije eso el día que nos presentó en su cumpleaños” yo no sabía que decir, por suerte llegamos a donde vivía, al llegar los invite a pasar y le grite para que bajara, ella al verlos quería correr hacia arriba pero la abrace y le dije que teníamos que hablar con ellos, ella solo me dijo “ve por unos tacos y date un baño que hueles a sudor” yo solo sonreí un poco, fui por tacos y la volver vi que estaban platicando en la mesa, solo les deje la cena y me disculpe aludiendo que tenía que ducharme rápido, al volver ella estaba con lágrimas en los ojos pero solo me abrazó y me dijo “me regreso a casa de mis padres, prométeme que vas a ir a visitarme” yo le prometí que así iba a ser, ella me dio un beso muy grande y subió por sus cosas, en lo que ella acomodaba nosotros nos pusimos a cenar y platicamos acerca de la decisión tomada, me grito a lo lejos y subí, me dio un beso tan rico que aún lo recuerdo, después me dijo “quiero que sigamos viendo la serie juntos, cuando vayas a verla me marcas y vemos los capítulos yo en mi casa y tú en la tuya” yo le dije que sí y le ayude a bajar su maleta, sus padres me dieron las gracias y los acompañe en la puerta, en cuanto se fueron solo me senté a fumarme un cigarrillo mientras pensaba en que carajos pudo haber pasado.

Pasaron los días y pasaba a verla, no diario pero si procuraba mínimo dos o tres veces por semana, la relación con sus padres ya era más amistosa incluso hasta sentía que me querían poquito, por las noches cada dos días veíamos un capitulo a distancia y nos dormíamos a la 1 am platicando de lo que acabábamos de ver, era muy extraño pero así éramos. Un jueves acababa de colgar de estar hablando con ella, quizás pasó una hora cuando recibí una llamada de su celular, era su madre recuerdo que me dijo “no te alarmes, mi hija tuvo un problemita y estamos en el hospital, no es de vida o muerte es algo sencillo, mañana al salir de tu trabajo me marcas por favor” yo quería ir a ver qué pasaba pero al recordar las palabras de su madre no quise llevarle la contraria, debo de decir que ya no pude volverme a dormir, me fui a trabajar y solo asistí a una junta, le comenté a mi jefe que me habían marcado que mi novia se había puesto mala y estaba en el hospital, me dejo salir acabando la junta con la premisa de que le avisará como estaba de salud, así lo hice y le marqué a su mamá, me dio la dirección y diciendo que nos quedábamos de ver en el estacionamiento del hospital, al llegar noté que algo estaba extraño, era un psiquiátrico, pero no era un hospital, era un lugar donde se tienen a las personas viviendo ahí, asignados en cuartos para internarlos, su mamá al verme solo me abrazó y empezó a llorar, no entendía lo que decía, después llegó su padre y me dijo “sabes chaval, ayer escuchamos ruidos en su cuarto y estaba cerrado con seguro, tuve que tirar la puerta, ella estaba haciéndose daño, se estaba cortando la piel con una llave de la casa, la abrazamos entre mi esposa y yo y la amarramos, le hablamos al médico y nos pidió traerla aquí” los abracé a los dos y caminamos a la entrada del lugar, pedimos entrar a verla, fue algo muy deprimente para mí, la vi atada a una cama, sus ojos estaban somnolientos y con una voz me dijo “tú eres quien viene a contarme cuentos ¿verdad?” le mentí y le dije que sí, le platique una historia de las que escribo y ella estaba emocionada escuchando, su semblante había cambiado pero se notaba que no estaba en este mundo, después me dijo “vas a venir pronto a contarme otro cuento verdad, me gusta tu voz y tus historias, yo creo que te conocí cuando era niña” me despedí de ella haciéndole esa promesa de volver, a sus padres les hice la misma promesa que iría a verla seguido, ellos me abrazaron y quedamos en estar en contacto.

Pasaron los días y yo iba a verla, le contaba mis historias y ella atenta las escuchaba y me hacía preguntas y luego me decía “yo soy esa de la que hablas verdad, yo soy ella” con sus padres teníamos una relación amistosa muy grande, nos veíamos muy seguido y platicábamos de cosas triviales y también de ella, me dijeron que los médicos decían que no iba a salir más de ahí, yo prometí ir cada que pudiera, ellos me agradecieron y me dieron un abrazo fuerte, de esos abrazos que uno siente que en verdad son de agradecimiento, la mina cada vez estaba más suelta, incluso la última vez que la vi, ella ya estaba en un villa conviviendo con otras internas, habían podido controlar la esquizofrenia pero solo eso, controlado, ella me decía que yo era su novio y yo le decía que ella era mi novia, hasta que un día me hablaron a las 2 de la tarde, eran sus padres para decirme que había fallecido, se había golpeado la cabeza tantas veces que se destrozó el cráneo, los acompañe en el luto y los sigo acompañando hasta hoy en día, la recuerdo cada que manejo porque siento que se me aparece cuando ando en carretera de noche, cantando la de “Añejo W”.