“…Solo llamé,
Para saber si estabas sola,
Y si esta él, di por favor,
Que me he equivocado…”
Llevaba ya 3 meses sin beber una
gota de alcohol, estando a dieta rigurosa, haciendo ejercicio variado, vaya había
cambiado tanto mi vida en los últimos tres meses que incluso bastantes
amistades me habían dejado de frecuentar, cerré redes sociales y leía un poco más
que de costumbre, pero mi vida era buena de todas formas, quizás me hacía falta
un poco eso, aunque para ser sinceros había dos vicios que no me quería quitar,
tomar café y fumarme unos cigarrillos, claro esto era mientras leía, escribía o
simplemente si se me antojaba.
Estando yo profundamente dormido
recibí una llamada al celular, por un acto reflejo contesté la llamada sin
revisar quien marcaba, claro yo estaba dormido:
Yo: ¿Bueno? ¿Quién habla?
Persona: Buenas noches, espero que no te haya despertado,
me ha costado muchísimo poder comunicarme contigo, espero que estés muy bien,
por favor, no digas nada solo escúchame por favor, sé que fue una mala decisión
que tomé pero la vida no es tan fácil como uno piensa, a veces pasan tantas
cosas al mismo tiempo que es una moneda al aire, te quería mucho en ese momento
pero había algo en ti que no me hizo quedarme contigo, no es reproche ya que así
te conocí, tu manera de beber, tu falta de seriedad, tu falta de
responsabilidad, tus miras a futuro, tu voy a jugar futbol pero en verdad te
ibas a embriagar con tus amigos, tu falta de voluntad por no comer de una forma
saludable…
Yo: (interrumpí) bueno ya llevo 3 meses que no
he bebido nada, mi dieta ya la cambié y voy al gimnasio y tomo clases de box, quizás
ya cambie un poquito sin que me lo dijeras.
Persona: Pero sabes, también me gustaba mucho eso,
que no te ponías violento, eres de esos borrachos que la gran mayoría de las
veces llegabas y te quedabas en el sillón dormido, ni si quiera ibas al cuarto
para evitar discutir, las veces que intentaba decirte algo solo me decías “mañana
platicamos, ahorita solo nos vamos a enojar a lo menso”, te parabas temprano y
me hacías de desayunar esos waffles que te quedaban tan ricos, después mientras
me bañaba ibas por algo de almorzar y después me llevabas al cine, no me
llegabas con flores pero tus sorpresas eran de “vamos a tal lugar”, muchas
veces no te importaba que durante una quincena te tuvieras que ir en transporte
público para salir un fin de semana. Pero bueno, lo que quería decirte es que
tenemos un hijo, ya se, respira hondo, relájate, no te había dicho pero creo
que debes de saberlo, lo registre con tu nombre y comenté que andabas de viaje,
¿recuerdas la IFE que se te perdió? Pues yo la agarré cuando discutimos la última
vez, no es que no pueda yo sola con el nene, más bien creo que aunque tiene dos
años le hace falta una figura paterna y me gustaría saber si ¿quieres regresar
con nosotros Joaquín?
Yo: Espera, ¿Joaquín? Perdón nena, yo no me llamo Joaquín.
Persona: Pero si marqué el 55-44-51-97-78, es el número de Joaquín ¿Quién Habla?
Yo: es verdad, esté teléfono me lo encontré en
el bus hoy y me lo traje a casa para ver si marcaban, pero sabes, pase por algo
similar hace año y medio, pero recién hace unos meses me cayó el veinte y supe
que ella había aguantado de más, que todo se fue a la mierda por mi culpa, para
ser sinceros esperaba que esta llamada fuera ella en vez de ser tú, pero te
prometo que en cuanto le regresé el celular a Joaquín le diré que te marqué, no
le diré nada más y espero que todo lo que me dijiste se lo digas pero sin estar
alcoholizada, de te dejo un abrazo fuerte, por cierto me llamo Cristian.
Persona: Gracias, vaya me escuchaste decir toda una letanía
y aparte supiste que estoy un poco borracha, fíjate que raro mi madre decía que
todos los hombres eran cortados con la misma tijera y al parecer tu actúas muy
bien como Joaquín. Gracias, espero que aquella que fue tu novia no se equivoque
en decirle lo que piensa a otra persona pensando que eres tú. El abrazo va de
vuelta, Buenas noches.
Después de colgar la llamada me
fui a la azotea, saqué un cigarrillo, observé la luna y me puse a recordar a
aquella relación que tuve, aquella que deje ir por miedo al jodido compromiso, después
me puse a pensar en la relación de Joaquín y esta chica que me marcó, incluso
puse dos escenarios, en una se reconcilian y son felices para siempre y en la
otra Joaquín nunca se entera de que tuvo un nene con esta chica, y terminé
diciendo “Chula Luna de Octubre”.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, ese móvil no es sólo un aparato electrónico, es una prueba que deberás afrontar... el destino de dos personas queda en tus manos, quizás no sea mal momento para volver a la bebida ;)
ResponderBorrarEl destino, el destino, tantas veces he escuchado esa palabra que hasta ya le tengo un poco de temor. Gracias y espero no dejar de beber por tanto tiempo.
BorrarRecibe un abrazo de esos que te ayudan a afrontar los problemas.