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¿De quién son los aretes?

  “…y tú, te vas, jugando a enamorar, Te enredas por las noches entre historias que nunca tienen final, Te perderás, dentro de mis recuerdos  Por haberme hecho llorar…”   Mi cumpleaños era el viernes y creo que Laura la recepcionista les dijo a los huéspedes que íbamos a tener una fiesta sorpresa, como cada vez que es mi cumpleaños dejó el celular en mi casa rodante, así que para mí era un día normal, llegué como a las 7 de la noche del paseo en lancha y después de un baño y una botella de tinto me quedé dormido. De pronto empecé a escuchar demasiado ruido, muchas voces como si estuvieran gritando y retándose a golpes, como pude me acomodé la ropa y salí de mi casa rodante, vi que estaban varias personas en el pasto pero las luces estaban apagadas, yo estaba pensando lo peor así que agarré mi bate de baseball y me fui acercando, justo cuando llegué a unos 5 metros, me cegó la luz porque la prendieron de pronto y al unísono un grito que decía “¡Sorpresa!” , no supe que hacer,
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Disfrutar el momento

  Los días pasaban como pasa el agua alimentando los ríos, esa agua que aumenta el caudal cuando cae la noche, todavía no sé la razón exacta pero eso sucede, me había planteado hacer un recorrido en bicicleta del cual tenía un par de años que quería hacer, para mi mala fortuna había extraviado mi carcasa de la cámara para ponerla en la bicicleta o en el casco, mi bicicleta estaba falta de aire en los neumáticos y el calor era insoportable a 38 grados, pero creo que era el momento exacto de pasar por esos caminos de terracería que quería pasar, los problemas sociales estaban a la orden del día con la famosa guerra de carteles de la droga y el camino iba por ese rumbo pero yo quería hacer el recorrido, le eché aire a los neumáticos, me puse mi mochila de hidratación, eche la bomba de aire portátil, unos dulces, efectivo y un par de herramientas por si tenía que echarle mecánica a la bicicleta, probé los cambios de la bicicleta, me puse en el cuello unos audífonos ya viejos y partí con la

Capuchino con vainilla

  “Quieres que me aleje para empezar otra vez, Que no venga con mi mierda a estorbar tus pies, Y seguir hacia adelante con tu vida lejos de mi piel, Aunque estés con otro sigo amándote ya vez…”   Estábamos tomándonos un café en esa cafetería que era nuestra favorita hace tantos años con Karina ¿Cuántos años teníamos que no nos veíamos? No recuerdo bien pero eran demasiados, al verla debo de admitir que Karina está más hermosa a como la recordaba, yo digo que son los años que le cayeron muy bien y además ese maquillaje un poco más elaborado la hizo ver aún mejor y yo era de la idea que sin maquillaje era muy hermosa pero creo que ahora si me hizo ver que estaba yo en un error, la verdad la charla empezó como regularmente era con ella, con miradas tímidas y cada quien cuidando lo que decía, parecíamos esos dos enamorados de cuando jugábamos a lo prohibido, ya después mejoró siendo ambos más sinceros.   La cosa iba tan bien hasta que vi que Karina se quedaba viendo a los que e

¿Todavía me recuerdas?

  “no esperes otros 5 años para darte cuenta por favor”   Justo iba pasando por ese edificio que siempre me llamó la atención desde el primer día que lo vi, no pude hacer otra cosa que encender un tabaco y sentarme en la banqueta admirando el edificio me puse a recordar una de nuestras primeras citas, no recuerdo bien si fue la segunda o la tercera pero ahí estuvimos, ibas a hacer un trabajo de tu escuela y habías elegido ese edificio para el proyecto, recordé que esa tarde nos tomamos las primeras fotos estando juntos, incluso nos tomamos una foto donde nos estamos dando un beso, aunque suene muy pendejo pero de un momento a otro pensé que ibas a aparecer por la espalda y me ibas a abrazar, llegué a oler tu aroma, no tu perfume si no esa mezcla que daba tu aroma, cerré los ojos y suspiré, me paré con una sonrisa porque sabía que te había recordado como ya tenía tiempo que no lo hacía.   Mi vida en estos últimos días había sido como cuando los sueños se hacen realidad, mi traba

¿Te puedes quitar los lentes?

  “Ahora es demasiado tarde princesa, Búscate otro perro que te ladre princesa…”   Ese día era un tanto extraño, tenía tanto tiempo de no estar acá y ahora vine a ver a mi hijo, se había venido a vivir a esta ciudad en la cual yo tenía cuentas pendientes de amoríos, por eso en este puente decidí venir a verlo, de los 4 días que venía solo nos veíamos por unos minutos en la mañana y en la noche. Le dije que él tenía que seguir con su rutina, yo no quería incomodar demasiado así que en la casa solo me puse a arreglarle unos desperfectos que tenía pero que no afectaban en el funcionamiento, un par de grifos que goteaban, unas lámparas que tildaban cada vez que uno las encendía   y un par de cámaras de seguridad que no servían, después me puse a recoger mis pasos, pase por donde fueron mis antiguos trabajos, comí en los lugares que quedaban donde iba de chavalo que con el paso del tiempo cada vez eran menos, caminé por esas plazas públicas que tanto me la pasé e incluso me senté en e

¿Y si esta vez cambiamos la historia?

  "No sabes cuánto es que me subes cuando tú te bajas Disfruto más cuando te vienes que cuando te vas Yo te prometo no se van a perder estas ganas Regálame el presente, ni pa'lante ni pa'trás" - ¿Qué haces aquí? ¿No te bastó con irme lo suficientemente lejos para no saber de ti? - Perdón, no sabía que ibas a estar aquí, yo vengo de paso ya que perdí mi vuelo directo, incluso me voy en unas 5 horas, creo que sí no te has dado cuenta estamos en el aeropuerto, llevo varias horas sin dormir y vengo con resaca por culpa del lounge del aeropuerto. - ¿Con resaca? Eso es raro en ti y si, no recordaba que estábamos en una sala de abordaje en el aeropuerto, mi vida últimamente cambió demasiado . - Aunque no lo creas tenía ya dos años sin beber, tengo un coach de vida, hago Reiki, leo a Coelho, me hice vegano, voy rumbo al cumpleaños de mi hijo y por las noches todavía te sueño, hago historias en los sueños dónde nunca nos separamos... Pfff y no he aprendido a mentir p

La historia fue

  “Y tu nombre disfrazado Y en mi piel he dibujado La estrella va a la Tierra Haciendo una explosión interna”   ¿Cómo nos conocimos? Sinceramente no recuerdo y eso que mi memoria es muy buena, solo recuerdo un día ir caminando con ella a un lado, platicando de cosas de la actualidad, que si la economía, que tal actriz ya se lio con un actor, que los aumentos en la canasta básica. Yo digo que ella apareció en mi vida así, de forma esporádica, quizás fue alguna charla previa, una entrevista de trabajo, una amiga de algún conocido pero bueno, eso ya no importaba, quería escribir de ella porque me causa intriga, por primera vez no cuantifique nada con ella, ni las salidas, ni las cervezas, ni los lugares que conocimos ni kilómetros rodados encima de una bicicleta. Ella se llamaba Violeta, un par de meses más grande que yo, licenciada en comunicaciones, trabajaba para un periódico de divulgación nacional, tenía un par de libros y una historia como cualquier otra de una familia d