Desbloqueando recuerdos 3

 

“…y dale a mi socio un beso con sal,

que esconda el sabor a la infidelidad,

dale adrenalina a tu corazón

no estoy hablando de amor…”

 

No sé en qué momento sucedió, no sé en qué jodido momento las cosas cambiaron ¿la edad? Vaya uno siendo adolescente luego no sabe ni lo que quiere, la recuerdo bien, ella era totalmente contraria a mí, era muy extrovertida, pero encajábamos, los besos en el metro, los toqueteos en la escuela, en el parque, en el mismo metro, que chingón fue todo eso, comer en el tianguis, subirnos al auto y ver a donde jodidos íbamos, claro también recordé las canciones, la ida a patinar en hielo, las idas a CU para perdernos, compartíamos todo e incluso los momentos, recuerdo como te ponías rojita cuando te decía algo que te llegaba al corazón, en mi defensa puedo decir que todo lo que te dije fue cierto, también que nunca hice una promesa contigo. Recuerdo como tiempo después jugamos a lo prohibido, la entrada esa primera vez al motel recuerdo cuando te dije esa noche en la cama “bienvenida al infierno” pero me dejaste claro que el infierno era tu segunda casa, las risas por decir cualquier pendejada, los tragos que compartimos, las llamadas interminables, la primera vez que fui a tu casa, la última vez que nos vimos en aquel lugar de alitas y cerveza, la vez que me paraste en seco y me dijiste “perdón, es que si quiero a la persona con la que ando saliendo y no quiero que te metas de nuevo en mi vida”, fue extraño el momento de “¿entonces que somos?” y al no tener la respuesta que yo quería con mi forma de ser tan impulsivo me decidí irme para no volver. Es extraño como tiempo después solo estábamos de picaflor, eras tú esa flor jugosa y yo ese colibrí que pica y se va, que pica y se va, lo extraño que me sentí cuando me dijiste “usted, es ese caminante que no se estaciona en un lugar”.