Acuéstate a mi lado
“Ya me marchó hoy,
Para ver si me
extrañará tu amor,
Y si vas por mi te
perdonará mi amor
Aunque la herida me dolió”
La Antepenúltima vez que la vi,
tenia aquel vestido rojo carmín que tanto me gustaba que hacia juego con las
zapatillas rojas que le compré en su primer cumpleaños juntos, la zapatilla
derecha estaba debajo de la silla donde ella estaba sentada y la izquierda
estaba bajo su pie aún, le llame por su nombre cuando entre a la cocina y la vi
ahí, derrotada, rendida, cansada de mí, sus labios eran color carmín pero los traía
un poco despintados, el maquillaje de sus ojos estaba todo corrido quizás por
tanto llorar, estaba una botella de coñac abierta y quizás con unos 200
mililitros menos, en su mano derecha aparte de la joyería tenia consigo mi vaso
whiskero favorito, ese que tiene nuestras iniciales grabadas con un poco de líquido
que al parecer era coñac solo, quizás nunca había tenido esa sensación; cuando
ella alzo su cara pude ver en su mirada el hartazgo que tenía, yo hubiera
preferido que fuera de odio como los cuatro años anteriores que también había
olvidado el día que nos reencontramos en esta vida que era el mismo día que nos
casamos, volví en si cuando se paró trastabillando un poco y me dio un beso,
que a decir verdad me supo rico en sabor pero muy amargo en lo que significo,
este beso no sabía a una explosión de juegos pirotécnicos, ni a choques de
planetas ni si quiera al sonido que hace una cerveza cuando la destapas, más
bien era un beso amargo como aquel chocolate 95% cacao, las palabras que me
dijo creo que fue lo que más me dejo impactado “esto se acabó, ¡a la mierda! Búscate a otra pendeja porque yo ya me
largo de aquí” acto seguido aventó mi vaso whiskero sobre la pared, se rompió
en varios pedazos y el coñac alcanzo a manchar la pared, quería detenerla
cuando vi que siguió trastabillando pero me aventó con poca fuerza, fue al
aparato de audio y lo encendió, empezó a sonar “Película Muda” de paté de fuá,
aquella canción que fue la que se hizo nuestra cuando nos reencontramos en aquel
café alternativo, cuando iba acabando la canción, canto a todo pulmón “y en la película
muda, se desnuda la razón, película muda… pinche película muda” se me quedo
viendo con tanto desprecio en su mirada que me fue incomodo mantenerle la
mirada, intente hablar con ella, lo juro, intente hacerle saber que me
disculpara que me había vuelto a equivocar pero que estaba cerrado un gran
negocio que con la prima económica que me darían nos podríamos ir en invierno a
Bacalar como tanto lo habíamos soñado, quería decirle que acababa de dar el
enganche de la camioneta que tanto le gusto y en el color que ella le había
gustado blanco aperlado, pero no sucedió, de inmediato después de que canto se quedó
dormida en el sillón un poco chueca, puse a triciclo circus band a un volumen
bajo, fui por una frazada y la tape, me senté junto a ella y la atraje a mi
pecho, le pedía perdón en unas notas de voz casi inaudibles hasta que también me
quede dormido.
Me desperté esa mañana cercano a
las 9 am, ella no estaba, tampoco estaba la frazada, en el sistema de audio
sonaba “Porque Será” de Banda de Turistas, le subí el volumen y empecé a
buscarla por la casa, en cada parte me detenía a respirar hondo y buscar aun su
aroma que solo lo encontré en nuestro cuarto donde ya no estaban nuestras
maletas, ni su ropa, ni sus zapatillas ni sus tenis, es mas no estaba ni su
jodido cepillo de dientes, en nuestra cama había una carta, que no quise leerla,
no quería sentirme tan ruin, busque mi celular y quise marcarle pero me arrepentí,
sabía que no me iba a contestar, me tumbe en el sillón y empecé a ver nuestras
fotos en mi celular, hasta que me di cuenta que empecé a fumar y tomar coñac
como desayuno, lo eh de admitir, me salieron unas cuantas lágrimas, quería saber
¿A dónde había ido?, ¿Se habría llevado suficiente dinero? ¿Volvería?, pero mis
preguntas no fueron respondidas hasta 10 días después, su amiga Diana fue a mi
oficina para hablar conmigo, me sorprendió un poco al verla cuando se estaba
registrando, la invite a comer para platicar un poco, quería ahondar que sabía
de ella, quizás me podría responder mis preguntas, fuimos a la casita del 23,
me platico todo lo que yo quería saber, al menos ella estaba bien y quería buscar
trabajo, pero Diana estaba preocupada por su amiga, porque no la veía bien, le pedí
de corazón que si nos juntaba el fin de semana
en el café la habana cercano al reloj chino, de regreso la pase a dejar
a su casa y yo regrese a la oficina un poco más entusiasmado, el sábado me desperté
de buenas, me entregaron la camioneta y por parte de la empresa me llego un
correo que tenía aprobadas 8 días de vacaciones para invierno.
Me vestí con mis Vans
desgastados, unos jeans, una camiseta, un saco casual, la barba me la recorte
tanto que parecía como de 3 días, en verdad daba una impresión como si fuera
feliz, al llegar a la Habana baje mi bici de la camioneta y se la encargue al
Valet, cuando entre note como yo sonreí al verla, estaba hermosa, con un poco
de tristeza en su rostro pero seguía viéndose hermosa, me quede como pendejo viéndola
hasta que la hostess me llevo a mi lugar, la salude de mano, no quise
preguntarle nada, absolutamente nada, saque las llaves de la camioneta y saque
mi cartera, saque mil pesos, mi tarjeta de débito, mi tarjeta de crédito y mi
licencia, acto seguido las guarde en la bolsa de mi pantalón, le di la cartera y las llaves de la camioneta, en mi cartera traía dinero
en efectivo, su tarjeta de crédito, una tarjeta de ahorro sin personalizar
junto con el NIP y su licencia de manejo, ella se paró, quiso irse pero la tome
un poco fuerte del brazo y le susurre “esto,
es tuyo también, la camioneta recién me la dieron, iba a ser el regalo de
aniversario, el dinero tómalo entre los dos lo juntamos y seguiré depositando
en la de ahorro por si necesitas tomar, lo hagas sin problema, me iré a Bacalar
en invierno por unos días, te quiero mucho “ acto seguido la abrace de
manera dulce, suave, sentía una conexión aun pero quizás no era hora de hablar más,
ella primero no busco abrazarme pero después si lo hizo, me dio un abrazo tan
rico, recorrió mi espalda de manera suave, mientras balbuceaba “hasta donde tuvimos que llegar, somos tan
distintos que… bueno, gracias lo tomare y prometo reponerlo aunque no quieras” nos
dimos dos besos cortos y pude probar de nuevo sus labios, sabían a whisky de 18
años, que rico – alcance a balbucear, de pronto
llego Diana y nos jodío el numerito, nos saludó mientras yo me despedía de
ambas, con Diana fue un “qué bueno que viniste”
, le di un abrazo a Diana y de nuevo abrace a Patricia, las últimas
palabras que me dijo Paty en el abrazo
fue “Sigues utilizando el Bvlgari… tengo
frio” yo asentí como si me viera y cuando nos soltamos me quite el saco y
se lo deje, tome las escaleras, le pedí al Valet mi bici y me fui a mi casa.
Pasaron los días y no tenía
noticias de ella, bueno las únicas noticias que recibía de ella eran las
compras con la tarjeta de crédito, en cierto punto me había ayudado demasiado,
a mis amistades las había dejado de frecuentar, me daba pena recordarles que
estaba sin Paty, me daba pena recordar ese momento cuando la vi destruida por
mi culpa, por eso deje de frecuentarlos y me encapsule un poco en la fotografía
y en mi trabajo, tenía ya 4 meses que no había probado un trago de alcohol,
pero seguía fumando aquellos cohiba, eh de admitir que cuando iba abordando el avión
rumbo a Chetumal para ir a Bacalar me sentí solo, triste, desgraciado, pero quizás
era el único lugar donde podría refugiarme, era la primera vez que mi equipaje
lo conformaba una maleta de 20kg, mi mochila para la cámara y la Tablet, la
bici y mi desgracia, al llegar a Chetumal rente un auto por 1 semana, y llegue
a un hostal en Bacalar, aun lado de la laguna, aquella laguna que se notan
tantas tonalidades de azul que dan ganas de internarse en ellas, en el hostal
fueron muy hospitalarios todos, incluso los extranjeros, yo no bebía, solo
fumaba y convivía, incluso me estaba liando con una italiana que estaba un poco embrutecida pero muy bonita, pero en sus ojos logre ver a Paty y mejor me
retire alegando que andaba muy cansado, en el cuarto me quede dormido con el
celular en la mano, viendo las fotos de Paty en una red social.
Al despertar fui con los de “Venado
Azul Bacalar” para dar un paseo en lancha, al ir avanzando en la lancha me
ofrecieron una cerveza, la destape y sentí como pasaba por mi garganta aquel
liquido gasificado, me la acabe de un trago y me dieron de forma inmediata una
segunda, diciendo que hacía mucho calor, esa ya la tome con más calma, hasta
que llegamos al cenote de la Bruja y me puse a nadar un rato, después avanzamos
al cenote esmeralda y seguí nadando, paramos en el tercer cenote y les comente
que me quería quedar un rato ahí, que siguieran su camino con los demás participantes,
quizás si tenía suerte más tarde los encontraba, me dejaron unas cervezas con
una hielera y mis cigarrillos, dándome la orden que no tirara la basura a la
laguna, que no dañara nada y que disfrutara la estancia, me guarecí en un
muelle que tenía una palapa, estaba perdido tomándome una cerveza y fumando un
cigarrillo cuando percibí el perfume de Paty, seguía siendo el mismo Carolina
Herrera, pero olía a ella también, me pare y como león enjaulado empecé a
caminar sobre el muelle, hasta que apareció una rubia de ojos claros, pero no
era ella, me regalo una sonrisa mientras se quitaba la parte de arriba del
traje de baño y se recostaba en el muelle, le ofrecí una cerveza y platique mi
historia, estábamos platicando de forma tan animosa que las cervezas ya se habían
acabado y también los cigarrillos, así que camine hacia a fuera para conseguir
al menos un seis más, y al salir del muelle me volvió a dar el aroma de Paty, cerré
los ojos y tome aire, la imagine mientras me encontraba parado, no se cuánto
tiempo paso pero de pronto sentí unos labios que me besaban, quizás era mi
sueño, sabían a Paty, al abrir los ojos vi que ahí estaba ella, dándome ese
gran beso, me dio un abrazo tan largo como la cuaresma, ninguno de los dos
dijimos algo, solo nos abrazamos y nos acariciábamos, caminamos hacia su habitación
y pasamos una noche bomba, me quede dormido, su cabeza estaba posada en mi pecho cerca de
las 2 am. A las 9 am volví a despertarme y ella no estaba en la habitación, Salí
de la misma y pregunte en recepción y me dijeron que se había
ido apenas media hora antes, preguntaron mi nombre u acto seguido me dieron una carta, tome la carta y agradecí, me vi tentado a leer esa
carta pero no lo hice, me metí al museo del fuerte de Bacalar y me perdí viendo
las 7 tonalidades de azul que brindaba aquella gran laguna de Bacalar…
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