Te sigo amando pero...
Creo que si hubiéramos planeado este encuentro jamás hubiera sucedido, todo fue tan fortuito y tan extraño, tu sentada en la mesa de este bar al pie de la playa a 8 horas de donde vives y yo llegando al mismo lugar a 14 horas de donde yo vivo, pero sabes, no te lo había dicho pero he soñado contigo los últimos 3 meses, no me creas si no lo quieres creer pero no tengo porque mentirte, mira aquí tengo las notas en mi celular, sueño tras sueño - acto seguido le pase mi celular con la descripción de los sueños, se le notaba la ansiedad a ella, tenía esa mueca tan hermosa como entre travesura e ilusión, después de leer ella me devolvió el celular y me dijo - "sabes, pasa algo que aunque tienen fecha y hora sigo sin creerte" todo esto mientras me regalaba una sonrisa maliciosa, yo quise caer en su juego y le respondí, ¿pero cuándo te pedí que me creyeras? Solamente te lo dije de forma informativa, por cierto ¿me puedo sentar contigo? - ella acepto y compartimos charla, sueños, recuerdos, un doce de cervezas, una charola de mariscos, 18 toqueteos por debajo de la mesa, 42 sonrisas, 23 besos y una tarde maravillosa.
El atardecer se hizo presente con una de las mejores postales que he visto, sin duda alguna el océano pacifico tiene esa magia, le hice cerca de 24 fotografías pero solamente nos hicimos 2 juntos "para el recuerdo", que extraño, pero bueno, después de todo ello llegaba el momento de despedirnos, yo no dejaba de abrazarle, buscaba de cualquier forma de endulzarle el oído, le decía una que otra guarrada bajito, le daba besos en el cuello, le respiraba en la oreja y le daba una mordidita en el lóbulo de la misma.
No sé en qué momento sucedió pero desperté en la cama del airb&b con su aroma, con su ausencia, con un chingo de cosas en mi cabeza, la busqué en los lugares de la casa pero, no estaba ella, solo estaba mi auto, un par de botellas de vino tinto tiradas, un cenicero con cigarrillos a medio acabar, la tele de la sala encendida, mi ropa tirada al igual que mís ilusiones, de ella aparte de su aroma y su ausencia había una foto tamaño infantil y su pareo, era de ella, olía a ella no había duda de eso, tomé mi celular mientras encendía un cigarro, vi las fotos que le tomé en la mesa, en la playa, en la cama, lo recordaba como si hubiera sucedido hace bastante tiempo, con esa nostalgia y con el deseo de volverla a ver, de inmediato me fui a los mensajes y me encontré con las fotografías del día anterior acompañadas de un "gracias, te sigo amando pero como escribió Benedetti el olvidó esta lleno de memoria " y abajo había un texto que me hizo recordar lo ruin qué era, me hizo recordar el primer adiós, me hizo sentirme la persona más culera del planeta pero sobre todo me hizo entender que no íbamos a estar juntos.
Falló la estrategia... hay que mejorarla para la próxima vez.
ResponderBorrarYa sé hermano, un gusto tenerte por acá.
BorrarTe dejo un abrazo.