¿A qué no adivinas dónde estoy?

 “y como tantas

Nuestra historia se ha olvidado

¿Qué será de ti?”


-¿A qué no adivinas dónde estoy? – Fue lo que le mandó el chaval a aquella mina, tenía ya cerca de 5 años de no ir a esa ciudad y por la emoción las copas se le habían pasado, por eso le mandó mensaje a la mina, seguido de una fotografía de ese lugar donde se vieron por última vez. El chaval miraba ansioso su celular pero no había respuesta, así que siguió bebiendo, pasó casi una hora cuando su celular sonó y se dio cuenta que la mina le había contestado -¿sigues ahí? Voy saliendo del laburo y me queda a un tris de donde estoy-, el chaval decidió contestarle que seguía ahí, la mina solo contestó con un corazón.

 

Pasaron quizás 5 minutos, el chaval ya casi se había acabado la cerveza que había pedido cuando de pronto vio a la mina en la entrada del lugar, se paró de su asiento y fue por ella, de inicio se dieron un abrazo acompañado de un beso dulce en los labios, la mina de inmediato le dijo –Whisky con cerveza, creo que no has cambiado tanto- el chaval solo sonrío y caminaron abrazados hasta la mesa, pidieron un par de cervezas y unos nachos tex mex para compartir, la charla iba y venía en lo que les había sucedido en los últimos tiempos, pero sobre todo se la pasaron con miradas lascivas y besos a cada rato. Si hubiera una voz en off casi casi diría la historia de ambos desde la última vez que coincidieron hasta ese momento, de pronto la mina le tomo de las manos y le dijo –tengo una cena con una prima ¿vamos?- el chaval no podía procesar dicho mensaje así que solo dijo que si, pidió la cuenta y se fueron caminando ¿a dónde? Vaya a donde van las almas destinadas cuando vuelven a coincidir.

 

Despertó por ahí de las 8 de la mañana, su brazo izquierdo casi no lo sentía ya que ella estaba ahí recostada, como pudo la quitó, ella medio despertó y el chaval le dijo -voy a baño y vuelvo-, lo cual no fue mentira, estaba orinando mientras recordaba que casi sonaba su alarma para salir a correr a las 5:45 am, aprovecho para buscar su celular y volverse acostar con ella, le dio un beso en la frente y se durmieron un rato más.

 

Despertó cuando sintió que algo se movió en su brazo, así que entre abrió los ojos y la vio a ella, el entorno lo desconocía pero estaba con ella y eso le daba como una seguridad, desde que iban en la prepa ella era su lugar seguro a pesar de que siempre jugaron a lo prohibido, así que solo le acaricio el cabello y en eso ella le dijo –que jodido, tu frase que tienes tatuada es exactamente lo que debes de decirle a cualquier mina que conoces- el chaval solo le dio una risa tímida y después le dio un beso y se echaron el último round maravilloso, ese round que muchos llaman de despedidas



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