Eso yo lo soñé


“Desde esa tarde solo pienso en ti,

Noches de insomnio sin poder dormir”

 

Estaba tomándome un whisky en las rocas después de casi 6 meses sin beber por órdenes del médico pero sinceramente se me había antojado, lo disfrutaba tanto que sentía como lo paseaba por mi boca para después recorrer mi garganta y caer en mi estómago, llevaba un par de tragos cuando una voz femenina me sorprendió diciéndome “¿Crees en los sueños?” sinceramente no sabía qué hacer, pensaba que le había dicho a alguien más pero al parecer era a mí, así que después de unos segundos le dije “claro, pero tengo una duda de siempre ¿los sueños son una vida alterna o la vida es un sueño?” ella solo se me quedó viendo, quizás no esperaba una respuesta tan pendeja por parte de alguien que te lo dice en un tono serio, tomó mi vaso y de un trago se acabó lo que restaba de mi whisky y sin mediar palabra me dijo “te he estado soñando últimamente, has tardado en venir”, no espero mi respuesta y se fue, yo sinceramente no supe que hacer, jamás había venido a este lugar y solo pase porque se me antojó demasiado un whisky mientras caminaba por esta calle.

 

Esa noche no pude dormir, pensaba que era por beber pero llegaba a la conclusión que había sido por las palabras de la chica, cerraba los ojos y podía ver sus ojos como si me hubieran embrujado, ¿me estaba enamorando? Creo que no, pero si tenía ganas de volverla a ver. Pasaron varias noches de insomnio y no podía encontrar a la chica, la buscaba en el metro, en el transporte público, en plazas comerciales, entre la gente pero no, no podía encontrarla. Le platiqué a mi mejor amiga del caso y me dijo con una sonrisa burlona “ya ves, por eso el médico te había prohibido beber, sabe que alucinas bien cabrón cuando tomas” le dije que estaba hablándole en serio, que no era un pretexto para volver a beber, se me quedo viendo al ver que le hablaba en serio y me dijo “¿Cómo era la chica?” le conteste con una sonrisa, “poquito más bajita que yo, delgada, poco maquillaje, cabello lacio, tenía unos ojos negros como la noche, unos ojos brujos” y ella soltó una carcajada diciéndome “wey no mames, con esa descripción pronto la vas a encontrar”.

 

Pasaron los días y yo seguía buscando a esa mina, incluso la soñé un par de veces, en el sueño estábamos en un rodete en la explanada del templo expiatorio con las manos entrelazadas tomando café y fumando cigarros de los rojos,  en eso recibí un mensaje de mi amiga “wey márcame en 15 minutos” pensé que era una de sus bromas o que se había equivocado, pero me había dejado con la intriga así que al pasar media hora le marqué, al contestar me dijo “creo que me contagiaste de tu locura, el viernes fue el festejo de mi novio, ya ves que no quisiste ir y estando ahí fui al baño, me estaba retocando el maquillaje cuando una chica me dijo <¿Por qué no trajiste a tu amigo?> yo sin voltear a verla le dije “¿Cuál amigo? Y ella me respondió <el de la voz aguardientosa>, fue cuando voltee a verla, era justo como me la describiste y sus ojos si eran unos ojos brujos, me quedé en shock unos segundos y le dije <no quiso venir, no se lleva bien con mi novio pero si quieres te paso su número> ella solo negó con la cabeza y me dijo <no, yo lo busco en sus sueños> y se fue, Salí del baño y le dije a mi novio pero pensó que estaba inventando para traerte a colación a la plática, pero es una chica muy bonita, misteriosa pero bonita”, le dije “si la vuelves a ver dile que la he estado soñando”.

 

Por cuestiones de mi trabajo me habían mandado unos días a Guadalajara, si a esa ciudad que había dicho tantas veces que no iba a volver por motivos de mal de amores. Estaba tomándome un café y fumando cigarros de los rojos en la explanada del templo expiatorio como solía hacerlo cada vez que estuve en estas tierras recordando aquella mina de la cual estuve mucho tiempo enamorado, cuando sentí como si el tiempo se detuviera y alguien se sentó en el mismo rodete y escuché esa voz de nuevo “¿cómo son las cosas no? Tu que habías jurado que no ibas a volver acá y los sueños te trajeron de vuelta”, voltee a verla y era ella, esbocé una sonrisa y me quedé viendo esos ojos brujos, de pronto ella entrelazo mi mano con la de ella, le di un trago a mi café y una bocanada a mi cigarrillo y solo le dije “esto yo lo soñé”.




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