felices últimos 34

 

Vaya me sorprendió bastante verte acá, tú no eres de estos lugares y mucho menos a estas horas laborales, pfff ¿recuerdas cuando te dije todo lo que hizo el universo para que pudiéramos encontrarnos?, ya sé, esa vez me tiraste de loco pero te apuesto a que después lo pensaste, todo lo que tuvo que suceder para que existiera este choque cósmico, pero sabes, como siempre sucedió y creo en algún momento me lo dijiste, “no estamos destinados el uno para el otro”, muchos dirán que valió una chingada ese tiempo invertido, ya que es lo único que no se puede recuperar,  pero yo sigo insistiendo que quizás si no estábamos destinados a estar juntos, si estábamos destinados para encontrarnos, para que el otro nos hiciera saber lo valioso de un te quiero, lo maravilloso de un abrazo, pero sobre todo, lo invaluable de un “gracias por estar en ese momento, donde todo se iba al carajo”, que quizás nunca resolvimos ese mal rato, nunca resolvimos la vida del otro, ni siquiera resolvimos nuestra propia vida, pero creo que nos dio herramientas para poder lograr lo que somos.

 

Te apuesto a que muchas veces has volteado a ver a la luna y recuerdas todas esas sandeces que dije en algún momento, “que la luna te iba a decir cuánto te quiero”, “que podías platicar con la luna y ella me iba  dar el mensaje”, no te voy a decir Megara, ni la mina de los ojos color capulín, mucho menos la mina que me dijo “no te vayas a enamorar”, ni tampoco la culpable de reparar espejos rotos porque ya no lo hago,  ya no reparo algo que yo no rompí.

 

Ahora puedo decirte felices y únicos 34 años, ya no seré el que te haga escritos más allá, ya no es un “nos encontramos en Aruba en un viaje de jubilados”, solo esperó sientas mi abrazo, ese último abrazo.