3,664 días
“… ¡ay! Corazón que te vas
Para nunca volver,
No me digas adiós,
No te despidas de mí,
Si no quieres saber
De la ausencia del dolor...”
Estaba más que jodido ese día en
el trabajo, eran apenas las 11 am y yo ya quería mandar todo el carajo hasta
cuando recibí una llamada de casa, era la señora de limpieza diciendo que me había
llegado una notificación que tenía una carta en correos postales, le agradecí
la llamada y seguí quejándome, se me hacía raro ya que las facturas llegaban vía
correo electrónico, me dejo con cierta incertidumbre, así que a la hora de la
comida salí rumbo a correos postales para quitarme esa duda, al llegar el
tiempo fue eterno como es costumbre y eso que ya no tienen tanto trabajo, cuando
por fin me dieron la carta, traía el nombre de una persona que no conocía pero
la letra se me hacía conocida, de pronto sin abrirla me salí y tome rumbo a
casa, quería recordar el nombre de la persona que venía de remitente, pero no
logre recordar, llegue a casa y destape una cerveza que aún quedaba en el refri
y abrí la carta, cuando empecé a leer “Querido
Kru…” escupí la cerveza que tenía en la boca, por fin la recordé cuando leí
esas palabras y me dio el aroma de su perfume “¡Puta madre!” se me salió una lagrima al recordarla, en fin la
carta decía que iba a ir al pueblo donde nos conocimos, ah y también se
disculpaba por utilizar otro nombre de remitente. Por la demora del sistema de
correos y porque nunca estaba en casa tenía 12 días que ella había enviado la
carta y el Sábado es cuando ella llegaba al pueblo, encendí un cigarrillo y empecé
a recordar.
Estaba en la universidad
estudiando contaduría cuando mi mejor amigo me dijo que se iba a casar a fin de
año en el pueblo de su novia y que le gustaría que yo fuera padrino de anillos,
obvio no pude negarme y partimos 5 días antes de la boda, el camino era largo
no existían las autopistas que existen hoy en día y la carretera federal estaba
super jodida, llevábamos una camioneta con muchas cosas para la boda, paso por mí
a las 4 de la madrugada porque nos esperaban 10 horas de camino, en Atlacomulco
pasamos a tomar un café y a comer una barbacoa que no se si fue por el hambre
que tenía pero era deliciosa, después paramos en Morelia a un pollo a la
naranja y de ahí paramos en Uruapan porque la camioneta se estaba calentando,
duramos ahí una hora en lo que enfriaba la camioneta, llegamos al pueblo donde
iba hacer la fiesta, se llamaba Parácuaro y hacía un calor terrible, me sentía un
poco sofocado, dejamos la camioneta en casa de los que iban a ser sus suegros,
solo tomamos nuestras maletas y las llaves de una casa que le prestaron como a
4 calles de ahí, después me propuso ir a nadar un rato y fuimos a un pequeño
estanque donde nacía el agua y la gente ahí nadaba, el agua era realmente fría,
después nos fuimos a cambiar y bajamos a la plaza a tomar unas cervezas, ahí
llegaron amigos de él para seguir tomando y uno de ellos nos propuso ir a cazar
unas iguanas al otro día para festejar sus últimos días de soltero de mi amigo.
Nos pararon a las 9 am y en una camioneta pasaron por nosotros, traían rifles
.22 y morrales donde traían “tancitaro”
que es un destilado de caña, cazamos varias iguanas y las hicieron en un
pequeño lago como a las 4pm estábamos comiendo caldo de iguana con camarón y
bagre, los cartones iban desfilando muy rápido y ya estábamos conectando la
borrachera que empezamos en el cerro cazando las iguanas, me sorprendía porque había
algo de gente en ese lago varias camionetas con música a un volumen muy alto,
nos marchamos como a las 20:30 horas, nos fuimos a bañar y bajamos de nuevo a
la plaza, ahí se acercaron otro amigos de él que venían con unas chavas como de
nuestra edad más o menos, ahí fue cuando me presentaron a Karina, una chava de
estatura un poco más alta de la media, los jeans le marcaban unas nalgas que hacían
proporción a sus tetas, su cara era hermosa, bueno no me fie mucho en ese
momento por mi estado de embriaguez, platique con ella bastante tiempo hasta
cuando los que estaban ahí dijeron que ya era hora de marcharse, hicimos la
promesa de vernos hasta el día de la boda, yo me quede enamorado de esa chava,
mi amigo me hizo burla como es costumbre y más porque mi sonrisa de enamorado
no hacia juego con mi cara de malo.
Los siguientes días pasaron muy
lento a pesar de que concluimos con todos los preparativos de la boda y por fin
llegó el domingo, la casa que le habían prestado era un caos con su familia,
todos corriendo de un lado para otro y yo solo ayudando en lo que se podía,
dijeron que a las 6 estuviéramos en la iglesia y como reloj ingles estuvimos 15
minutos antes de la hora, mi amigo estaba con su mamá y su papá, yo a unos
metros de ellos comiendo una paleta de changunga para mitigar el terrible calor
que hacía y más nosotros con traje, pasadas las 6 se escuchó una banda tocando
y mucha bulla, en la esquina norte de la plaza venia la novia de mi amigo con
la banda tocando y gente detrás de ellos, nunca había visto algo así pero bueno
la misa paso sin muchos contratiempos y saliendo después de las fotos a fuera
de la iglesia partimos a una como bodega que servía como salón improvisado, había
muchísima gente y después del vals con la gente y la víbora de la mar, fue
cuando vi a Karina de nuevo, casi no la reconocía, en verdad era muy hermosa y
eso que traía bastante maquillaje, camine hacia ella solo recuerdo después de
saludarnos me dijo “bueno, hueles más
rico que la vez que nos conocimos” yo bastante nervioso solo le dije “es un Bvlgari” y ella empezó a reír, después
me enseñó a bailar y nos dimos el primer beso en medio del corrido de “Laurita Garza”,
recuerdo bien, la tenía agarrada de “cartoncito
de cervezas” bailando y para platicar nos acercábamos demasiado casi
mejilla con mejilla, cuando de pronto no sé porque se me ocurrió, cerré los
ojos y le di un beso en la boca, lo bueno fue que me correspondió el beso, yo perdí
toda noción de tiempo y espacio en ese beso, cuando reaccione solo escuchaba “de la bolsa de su abrigo saco una escuadra
cortita, con ella le dio seis tiros luego se mató Laurita” bailamos un par
de canciones y cuando termino la canción “Mi ranchito” paso una niña para
decirle que ya se iban a ir, le insistí un poco pero no se quedó, me dijo que vivía
en un rancho como a media hora de ahí pero que quizás pronto nos volveríamos a
ver, yo me quede con esa ilusión y con el último beso que me dio en medio de
esa multitud que bailaba, después la vi caminar mientras volteaba hacia atrás y
se me quedaba viendo mientras me sonreía.
Acabo la fiesta ya al amanecer y
me pidió mi amigo si podía llevar a su esposa y a él a Morelia porque iban a
salir para Acapulco, me fui en el auto de su papá a la casa donde nos prestaron
y saque su maleta, después llegue a la casa donde habíamos dejado la camioneta
y pedí la maleta de ella, pase por ellos a la bodega y tomamos rumbo a Morelia,
de ahí los deje en el aeropuerto y me pidió que si podía llevarme la camioneta
de regreso al distrito federal, no pude negarme, me apure un poco porque su
familia salía al siguiente día e iban a necesitar el auto, al llegar de nuevo
al pueblo almorcé “ el recalentado” y me dormí, desperté por ahí de las 20
horas, me bañe y baje un rato a la plaza con la esperanza de ver nuevamente a
Karina, pero no fue así, me encontré a sus amigos y estuve tomando con ellos
hasta pasadas las 4 am, regrese a la casa y me dormí. No sé si su familia me
intento despertar o no, pero cuando desperté por el calor que hacía me encontré
una nota de su familia que ya se habían retirado y que no me habían podido
despertar, eran las 9 y media de la mañana cuando me bañe y fui a comprar un
poco de cloro y fabuloso para hacer el aseo de la casa, me pare en unos tacos
de birria y estaba desayunando cuando vi que paso Karina, me apure el taco que
me estaba comiendo y pague la cuenta, ni siquiera me espere a que me dieran el cambio,
la espere a fuera de la tienda donde se había metido, al salir fue un poema su
cara, se puso roja como un tomate, yo solo le sonreí, ella hizo lo propio y le
invite de desayunar pero ella dijo que con una paleta era suficiente, pasamos a
comprar una paleta de hielo mientras platicábamos en la plaza del pueblo, de
vez en cuando ella me robaba algunos besos, al escuchar las campanadas que decían
que ya eran las 10 am, ella se paró y dijo que ya era hora de irse, le dije que
se quedara un rato más, ya que me iba al siguiente día, esta vez me hizo caso
pero me pidió que la acompañara a entregar unas cosas en su camioneta, era una Chevrolet
pickup americana de batea larga color rojo con negro ya muy desgastada modelo
como 88 más o menos, avanzamos varias calles hasta que empezaron los sembradíos
y ahí me pidió que la esperara, saque un cigarrillo y me puse a esperarla, me
fume dos en total, después cuando vi que la camioneta venia hacia acá saque
unos trident de fresa y los empecé a mascar, ella llego y estaciono la camioneta,
empezamos a darnos besos como si el día se fuese acabar, empezamos con caricias
traviesas hasta que de pronto un claxon sonó de forma insistente, era el dueño
de la parcela que no podía pasar porque la camioneta obstruía la entrada, ya también
era hora de despedirnos y ella de la camioneta saco un sobre improvisado y me
dijo “no lo abras hasta que llegues a tu
casa” asentí, yo solo saque una foto mía que tenía en la cartera y le
escribí mi sentir atrás de una nota de compra, nos dimos el último beso y ella
se subió a la camioneta de pronto desapareció, yo camine hasta la casa hice el
aseo, pase a la casa de los suegros de mi amigo y les pedí la camioneta, diciéndoles
que a la mañana siguiente me iba, me dijeron que dejara las llaves enterradas
en una maceta y así lo hice al otro día.
Después de 12 horas de camino
aunque solo me pare a desayunar pero después me perdí en la carretera llegue a casa de mi
amigo y deje la camioneta, baje mi maleta y me fui en el metro a casa de mis
papás, al llegar a casa abrí mi maleta y vi el sobre, traía su perfume (que después
me confeso que era el de una prima de ella) y una carta diciendo que era
imposible pero que se había enamorado, no había teléfono en su comunidad y si quería
estar en contacto con ella le mandara una carta a la dirección que venía ahí y
el número de teléfono de la casa, le hice una carta que quizás fue la mejor de
mi historia y los datos que me pedía, mande la carta y así paso un poco más de un
año, la vi dos veces que vino al distrito federal y una vez que fui al pueblo
solo a verla, de ahí desfilaban cartas cada 10 días diciendo cuanto nos queríamos,
en alguna mandábamos alguna foto con dedicatoria atrás y la promesa de vernos
pronto pero un día dijo que tenía algo muy importante que decirme, le respondí
la carta pero no tuve respuesta y de esa carta pasaron 3,664 días hasta hoy que
leí su carta, en eso el teléfono sonó y cuando conteste era mi amigo que se
escuchaba sospechoso, me invitaba al otro día pasar por mi después del trabajo.
Al otro día solo fui al trabajo a entregar unos reportes y para recordarles que
mis vacaciones empezaban, le marque a mi amigo y paso a mi casa cerca de las 14
horas, ahí me dijo que iba a ir por su esposa al pueblo porque se había quedado
unos días allá después de la cuarentena, lo felicite porque ya era papá y
llegamos en 7 horas al pueblo.
Después de saludar a su
familia y felicitar a su esposa, me pidió que fuera a comprar unas cervezas a
un deposito a unas 3 calles de ahí, después me dijo “no te vayas a tardar” yo agarre los envases y tome el auto de él y en
la esquina antes de llegar al depósito la vi a ella, era Karina, estaba con
unos kilos más pero se veía mucho mejor, no sabía que hacer así que me baje del
auto y la saludé, al ver como sonreía me di cuenta que si me había reconocido,
le dije que iba por unas cervezas y elle me dijo que me invitaba a cenar a Apatzingán
y a que probara unas micheladas, nos dimos tantos besos en 30 km de distancia
que me importaba una mierda las cervezas y la cena hasta que llegamos al local
de micheladas, ahí recordé y le marque a mi amigo diciéndole que me iba a
demorar un poco porque había agarrado la borrachera y él como que intuía algo
porque ni se inmuto, tomamos varias micheladas pero no más que de los besos que
nos dimos, ahí se calentó la situación y fuimos a un motel de los que están sobre
la carretera, ahí saciamos nuestros bajos instintos como si fuéramos
quinceañeros, nadie hubiera creído que teníamos poco más de 10 años sin saber
uno del otro, nos dijimos cuanto nos habíamos echado de menos y cuanto nos queríamos,
después de una noche barbará como de luna de miel, fuimos a desayunar unas
chavindecas y ahí empecé a platicarle todo lo que había pasado en esos 10 años
sin saber de ella, hasta que le pregunte porque nunca más me contesto la última
carta, se le pusieron los ojos llorosos y de su bolsa saco una foto de nosotros
bailando en la boda de mi amigo, tenía una dedicatoria atrás pero no me dejo
leerla, después me dijo “Cuando leí tu
carta, ya no quise decirte que me iba a ir a Estados Unidos, para que no me
esperaras e hicieras tú vida, no quería ser yo quien había huido” pero creo
que no dio resultado, me explico que la habían deportado hace un mes y que fue
cuando llego a casa de sus papás y releyó las cartas que se animó a enviarme
una carta a ver qué pasaba, después reacciono y fue con su prima (que era la
esposa de mi amigo) que recién había tenido a su chaval y le contó toda la
historia, ella le dijo que haría lo posible para que yo fuera en cuanto antes,
pedí un par de chavindecas familiares para llevar y pague la cuenta, tomamos
camino de regreso y me pidió que me parara un poco antes de llegar al pueblo
conecto su celular al auto y puso la canción de “Laurita Garza” mientras se reía,
después me dijo “ya te mande las fotos
que tomé ayer cuando estábamos en el motel” después me tomo de la mano y me
dio un beso tan grande que el horizonte se veía pequeño…
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