perdóname, yo también me enamoré
“Hoy mis mentiras veo caer
Que no es verdad que te olvidé
Cómo te atreves a volver”
Me encontraba manejando el tránsito
vehicular estaba desastroso como cualquier viernes de quincena en esta ciudad,
el termómetro marcaba los 32 grados, eran las 16:45 cuando estaba cantando a pulmón
abierto “el borracho y la rancherita” cuando del auto que iba a un lado una
mina me dijo “Venga, la canción esta para
unas cervezas ¿no?”, yo sentí bastante pena pero total quizás no iba a
volver a ver a esa mina, le conteste que se antojaba y más por el calor tan desastroso
y que en la siguiente salida había un bar que es muy conocido, ella solo me sonrió
y se me metió entre tránsito, empezó a prender su direccional para salir del
arroyo vehicular, yo la seguí, pensé que tal la mina iba para algún otro lado, salió
en la siguiente salida y yo la seguía atrás de ella, de pronto a 500 metros se metió
a la calle, la seguí y se paró enfrente del bar, yo estaba nervioso preguntándome
¿Qué tal y está esperando a otra persona?, dude un poco y cuando intente
reaccionar el valet ya me estaba pidiendo las llaves del auto, no me quedó de
otra, cuando baje ella estaba aún lado de mi auto, me dio un abrazo como si nos
conociéramos, le respondí casi con la misma efusión y después pasamos al bar,
pedimos una mesa en el área de fumadores y una cubeta con 6 cervezas, 3 claras
y 3 obscuras, fue cuando ella rompió el silencio:
Mina: Perdón, me
llamó Andrea pero me dicen Andy
Yo: ¿Qué tal Andy? Yo
me llamó Oliver… ¿hace mucho calor no?
Y bueno en ese momento las cervezas
fueron desfilando tanto que se convirtió en total en un 18, dos ordenes de
cebollitas cambray preparadas, una cajetilla de cigarros, tres ordenes de
chicharrones que ella le llamaba “duritos” y una plática tan extraña como
Andrea, yo no quise dar muchos datos de mi pero ella se aferraba en profundizar,
tuve que decirle solo una parte de mí, tenía
un par de locales que rentaba y estaba por abrir una empresa de limpieza, ella
era de Sinaloa pero había llegado hace 6 años a la ciudad para estudiar Contaduría
incluso ya iba en el último semestre, vivía con una roomie y estaba trabajando
en un despacho de contadores aunque también estaba liberando sus horas de
servicio en el gobierno, esa tarde no pasó nada más que intentar conocernos, andaba
un poco borracha ya, lo que hice fue
darle un cambio más al valet para que manejara el auto de Andrea y llevarla a
su depa que estaba a 2 km del lugar, después al valet yo lo dejaría en el mismo
bar, al llegar al edificio metimos el auto donde vivía y nos despedimos de un
beso tierno y un poco largo, nos intercambiamos números telefónicos, pase a
dejar al valet y me dirigí a mi casa, había algo que me llamaba la atención en
Andrea pero no sabía que era, hice el rastreo en redes sociales y en el buscador,
la historia concordaba, me sorprendió un poco ver unas imágenes en su Facebook donde
ella estaba en Mazatlán y yo aparecía en el fondo de la imagen, fue en el
carnaval anterior, después encendí un cigarrillo y me puse a leer “Los hijos de
Sánchez” de Oscar Lewis hasta que me quede dormido en el sillón, a las 6 am me despertó
mi celular que no paraba de sonar, era Andrea por eso conteste, en si ella no
recordaba como había llegado a casa y quería saber, le explique la historia y
ella solo disculpaba, quedamos de vernos esa misma noche en un café cercano a
su casa.
Llegue a la hora acordada y ella
no llegaba, pase al café y le mandaba un mensaje mientras pedía mesa de
fumadores y una tizana de frutos rojos, no sé bien que tiempo paso yo estaba
escribiendo cuando me sorprendió parada
junto a mi mientras decía “¿y que
tanto escribes que no te habías dado cuenta que ya había llegado?” recuerdo
bien sonaba “Como te atreves a volver” de Morat cuando ella me dijo eso, me
pare a saludarla mientras le decía que tenía un blog y era una entrada nada más,
Andrea insistió en leer el escrito, se lo pase, se quedó un impresionada por la
historia pero solo dijo “me pasas el
nombre de tu blog, me gustaría leerte” se lo apunte en una servilleta “Escritosdelalocura.blogspot.com” ella
tomo la servilleta mientras pedía un Capuchino descafeinado con azúcar mascabada,
yo pedí un café expreso cortado, y seguimos platicando, me contaba de una película
que había visto en Netflix llamada “Nuestros amantes”, por fortuna yo también la
había visto y pudimos discutir un poco, después nos adentramos en los libros, me
lleve unas cuantas recomendaciones y ella también, ella insistía en que antes
ya me había visto pero no recordaba donde, le comente que quizás en la misma
ciudad ya que donde nos habíamos visto era mi camino de diario o en provincia y
empezamos hablar de los viajes, ella dijo que quizás en Guadalajara o en
carnaval de Mazatlán, después me pare al sanitario y cuando llegue me dijo “ya te agregue a Facebook” mientras me sonreía,
después al pedir la segunda taza nos fundimos en un beso muy rico, sabia ahora
que tenía los besos que yo necesitaba, el mesero nos interrumpió diciendo que
ya era la hora de cerrar, pague la cuenta y al intentar acompañarla a su auto
nos fundimos en un beso cachondo y largo en la puerta del café, la arrastre
hasta mi auto y dentro empezamos a toquetearnos, nos dábamos tantos besos que
perdí la cuenta, estábamos ya en ropa interior cuando ella me dijo “perdón perdón, no sé qué está pasando,
¿puedes llevarme a mi depa?” insistí un poco pero ella me decía que no, nos
vestimos dentro del auto en medio de besos y la lleve a su depa, nos dimos
varios besos más y quedamos de vernos a la semana siguiente, ya que yo tenía
que salir de viaje, nos dimos un beso largo y nos dijimos un hasta pronto.
Me había tocado ir a Mazatlán, mi
socio al parecer se había dado cuenta de los encuentros de Andrea porque subió
unas fotos al Facebook donde estábamos los dos en el bar y en el café, me
regaño por haber bajado la guardia, había intentado investigar a Andrea y al
parecer no había encontrado mucha información después me dijo “ten cuidado cabron, recuerda que en este
negocio no podemos estarnos exponiendo, yo sé que no has descuidado tu función pero
no te vayas a meter en problemas, allá estas solo para no llamar la atención” yo
lo quería como a un padre, desde que mataron a mi papá él se encargó de
enseñarme el negocio y a pesar de que estuve al pendiente pude concluir la
carrera de Administración de empresas en una escuela privada en la ciudad de
México y también una master en habilidades directivas, mis funciones eran prácticamente
lavar una parte de dinero del cartel, ya lo había hecho antes en Guadalajara
hasta que me enamore de Jessica y me movieron a la ciudad de México porque ya
me traían los pasos cortitos, le pedí permiso para poder entablar una relación con
Andrea sin descuidar el negocio y también sin llamar la atención, me dio luz
verde y después de una semana regrese a la ciudad de México en un auto pequeño
que no rebasaba los 130,00 pesos, con varios millones dentro del auto y planes
para comprar un par de bodegas en la central de abastos y aperturar la empresa
de limpieza, aparte estaba feliz porque traía la luz verde para poder estar con
Andrea.
Llegando le pedí Andrea que tuviéramos
una relación formal, ella acepto y esa noche la pasamos bomba en un motel del
sur de la ciudad, fue algo muy hermoso al despertar verla a un lado de mí, ver
como dormía me enternecía, en verdad fueron 3 días en el motel a pesar de que parecíamos
conejos también salíamos a conocer museos y a Six flags, la última noche fuimos
a un concierto de “paté de fuá” que era su banda preferida, la pase a dejar a
su depa y al otro día me marco llorando diciendo que en despacho la habían corrido
por haberse ausentado 3 días consecutivos sin avisar, le propuse que trabajara
en la empresa de limpieza como contadora y ella acepto, después de ese día
pasamos un romance de 2 años y medio, conocimos varios estados, pisamos Cancún
3 veces y tomamos la ruta maya dos veces, fuimos a varios conciertos, las cosas
marchaban tan bien que incluso ella no se daba cuenta en verdad a lo que me
dedicaba, por su cumpleaños fuimos al nevado de Toluca nos tomamos tantas fotos
en ese lugar que hasta jugamos como niños deslizándonos por las faldas del volcán
sobre la nieve, en verdad yo estaba muy enamorado.
Recuerdo bien la última noche que
pase con ella fuimos a un bar después del trabajo y después pasamos a su
departamento a ella se le había perdido su celular, me quede a dormir en su
depa después de una gran noche maravillosa, cercano a las 4 am, mi celular no
dejaba de sonar, conteste por la cuarta llamada, era mi socio que me decía “¿Dónde estás cabron? ¿Estás bien?”
conteste las preguntas en el orden y después me quedé impactado por lo que
escuche “entró el gobierno a tu casa y la
están volteando... tienes que matar Andrea” recuerdo bien que le pedí que
me repitiera la última frase cerca de 4 o 5 veces, hasta que me dijo “Andrea pertenece no sé qué chingados de investigación,
yo creo que la cago y se enamoró pero ya te puso el dedo, tienes que matarla o
te van a chingar, pélate en chinga” me metí al baño y me eche agua en la
cara, me vi al espejo tantas veces, antes ya había matado gente pero en verdad
estaba enamorado de ella, empecé a recordar desde el día que nos conocimos y
empecé atar cabos sobre lo que me había dicho mi socio, al salir saque mi
prieto beretta que siempre me acompañaba y me puse a un lado de Andrea, no podía
matarla estando dormida, le di un beso y ella despertó, al verme con la pistola
en la mano no se sorprendió demasiado y me dijo “¿Qué tienes? ¿Qué pasa?” quería
decirle que era una hija de la chingada, que me vio la cara de pendejo todo el
tiempo y la traición solo se paga con la muerte, pero no sé qué chingados pasó,
solo le dije “me acaba de hablar un vecino
que se están metiendo a robar a mi casa, ahorita vuelvo” le di un beso y me fui, tome carretera con
rumbo a Morelia, me quedé ahí un par de noches en un hotel de 3 estrellas cerca del centro, no tenía ya
contacto con nadie, mi socio no me contestaba las llamadas y Andrea no me había
marcado, la última noche una calle antes de llegar al hotel vi que estaba
sitiado, estaban sacando mi auto del garaje, no lo pensé dos veces y me di
media vuelta, tome un taxi y le pedí que me dejará en la salida a “Chandio”,
ahí me puse a pedir Ride, no tenía un destino así que la primera camioneta que
se paró me dijo que iba hacia Uruapan, había retenes por todos lados y al
llegar a Uruapan pedí Ride de nuevo, una camioneta de 3 y media me levanto
diciendo que iba con rumbo de Apatzingán le dije que yo iba a un pueblo antes,
se fue por toda la libre “porque había un
desmadre con el gobierno sobre la autopista” recordé tantos tiempos que pasábamos
con mi padre por esa carretera que se me salieron unas lágrimas, el chofer al
verme recordando me pregunto si estaba todo bien, por fin no mentí le platique
que iba a visitar la tumba de mi padre, yo creo que le toque el corazón y me
iba a dejar en Parácuaro que era el destino que yo llevaba, se metía entre
brechas por el desmadre que había en la carretera federal, al llegar a “Los
bancos” la camioneta se calentó y le agradecí por todo, me quedaban mil pesos
en la bolsa así que saque 500 y se los di, después empecé a bajar entre
parcelas, llegue al pueblo cuando estaba amaneciendo, me senté a desayunar una
birria en el centro, después camine hacia el panteón compré un seis de cerveza
y unos cigarros de los rojos, me brinque la barda del panteón y me puse a tomar
en la tumba de mi padre, estaba en la quinta cerveza y en el octavo cigarrillo
cuando escuche un “Policía federal, no te
muevas” le di la última bocanada a mi cigarro cuando sentí que me
tlaquearon y caí de bruces comiendo un poco de tierra de panteón.
La última vez que vi Andrea no me
dio mucho gusto, ella estaba testificando en mi contra cuando me iban a dictar
sentencia, no me veía a los ojos, me evitaba la mirada, cuando me dictaron
sentencia ella se acercó a mí con lágrimas en los ojos y me dijo “perdóname, yo también me enamoré…” yo le
respondí, No me arrepiento de no haberte matado…
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