Tenías que venir conmigo
“Cuéntame cómo te encuentras,
Aunque sé que me responderás muy bien”
Era complicado poder entender, habían
pasado tantos años desde la última vez que nos habíamos visto que parecía que éramos
un par de desconocidos, pero como en todo hay una fuerza que te anima a rascar
el pasado; cruzamos miradas en el supermercado, yo iba vestido con una
guayabera blanca, un pantalón de mezclilla y unos huaraches cruzados, ella iba
con unos jeans ajustados, una blusa de tirantes veraniega, un labial color rosa
claro que combinaba con su blusa, un maquillaje discreto pero que acentuaba sus
facciones, una coleta y unos tenis color blanco, al verla no pude evitar pensar
que los años le habían sentado demasiado bien, quizás era más hermosa que hace
varios años, al intercambiar miradas me regalo una sonrisa y siguió su camino,
yo me quedé viéndola y me di cuenta que veía hacia atrás varias veces, me anime
a seguirla a distancia ella estaba viendo unos ron cuando llegue a un lado y le dije “creo que ya no es edad de tomar Ron, sería
mejor un whisky o un coñac ¿no crees?” ella se quedó pensativa y tomo una botella de
litro y cuarto de ron, esa que valía 135 pesos, la que tomábamos cuando éramos
estudiantes y de pronto me dio un beso, después dijo “es mejor el whisky y el coñac pero, no ayudan a recordar, te veo en el
estacionamiento, pasa por tus las carnes frías y un tinto, pero de los que llegábamos
a tomar, nada de tus cosas de burgueses, por cierto vamos a tu casa espero que
hayas hecho el aseo” y se fue dejándome con la palabra en la boca, corrí en
el super a comprar todo y salí, la vi en su camioneta color negro, corrí a mi
pequeño hatchback y Salí detrás de ella, al llegar a casa abrí los dos portones
de forma eléctrica y cada quien metió su auto, le abrí la puerta y ella paso
corriendo al sanitario mientras yo bajaba las cosas, por fortuna no había ido a
jugar dos días antes porque me embriague en mi casa e hice aseo para mitigar la
resaca, ella me hizo saber el cumplido, “todo
está exactamente como la última vez, excepto que actualizaste algunas cosas, pero
me da gusto que ya seas un poco más organizado” y me dio un beso, pusimos música
de nuestros tiempos, la canciones de ska y reggae sonaban detrás de nuestras
palabras y caricias, iba a la mitad de la botella cuando estuvimos haciendo el
amor en la cocina, después en la sala y por último en mi cuarto, fue cuando
ella se quedó dormida en mi pecho, yo no podía creerlo, como iba a decirle que
ahora ya tenía una novia y que no estaba en casa porque se encabronó al ver los
recuerdos de ella en un cuaderno mío de escritos y se había ido enojada, pero
no iba a joder el momento y me quede dormido junto con ella.
Al despertar, pensé que todo lo había
soñado excepto por la resaca que me cargaba, ella no estaba conmigo pero su
perfume si estaba aún en mi pecho y en las sabanas de la habitación, me pare
esperando lo peor, que ella no estuviera, que solo había sido una noche y bueno
no eran tan malo pero yo ya me había hecho ilusiones, revise las cámaras y su
camioneta no estaba, creo que ahí era más que claro que ella ya se había ido,
baje a prepararme mi café y desayunar a solas como regularmente lo hacía después
de una borrachera, vi que había una nota de ella, agradeciendo el momento junto
con un beso color rosa en la hoja, me preparé mi café y encendí un cigarrillo
recordando la noche anterior, en eso me llego un mensaje de un número
desconocido, no podía ver su perfil porque no tenía el numero agregado, el
mensaje decía “¿es surtida verdad?” pregunte
quien era y no respondió, pase al baño y me di un baño mientras estaba bañándome
escuche como si abrieran mi zaguán, pero no le di importancia, seguí bañándome y
al salir, ella estaba en la puerta, estaba con una gran sonrisa, me dio un beso
justo cuando menos lo esperaba y me llevaba de la mano a la mesa, olía a birria,
ese aroma tan familiar, nos sentamos almorzar, era ella la del mensaje había
ido a la birria que tanto me gusta, mi pregunta fue “¿Cómo le hiciste para saber mi número de teléfono?”
ella con una sonrisa solo me dijo “estabas
muy dormido y yo tenía hambre, así que hice el desbloqueo de tu teléfono por la
huella y aproveche para marcarme y guardar tu número, luego no recuerdaba bien dónde estaba el local asi que revisé tus últimas visitas y leí unos mensajes, vi que estas 2 semanas de vacaciones y se me ocurrió
una idea, por cierto que bueno que te diste un baño” mientras me besaba,
terminamos de comer y me puse a limpiar, ella se metió a bañar y me pidió que
limpiara un poco el desmadre mientras ella se bañaba, lo hice a regañadientes,
pero lo hice, hubiera preferido estar con ella en la ducha pero me puse a
limpiar al fin solo era en la planta baja, termine de limpiar y me senté a
esperarla sentado en el sillón, ella salió minutos después, se veía realmente
hermosa sin maquillaje, tenía un brillo en los ojos, me dio un beso tan grande
que me hizo recordar el primer beso, me jalo hacia ella y me dijo “ven vamos a dar un paseo, te toca manejar
mi camioneta” ella me regalo una sonrisa y un par de besos, le seguía como
hipnotizado, tomamos carretera, pensé que íbamos a algún pueblo cercano, pero
no, de pronto ella me dijo “vamos a
Mazatlán, recuerdas que era uno de nuestros sueños cuando éramos novios” me
cayó tan de sorpresa que casi paré la camioneta, pero ella me agarro por el
muslo, diciéndome que no parará, le hice caso, las maletas estaban en la
cajuela de la camioneta, ella las había hecho.
Por 13 horas estuvimos platicando
de nuestro pasado, le creí cuando ella me dijo que ahora si era el momento de
estar juntos, no platicamos en que trabajamos, incluso casi toda la plática se
centraba en mí, no quiso que paráramos en Guadalajara, yo le había propuesto
pero no quiso, sentía como que tenía una gran urgencia, pasando Nayarit le pedí
que manejará ya que me sentía un poco cansado. Llegamos casi a las 10 de la
noche, llegamos a un resort diciendo que era un gran lugar, yo recordaba que en
la plática ella me había dicho que había vivido en Sinaloa y pensaba que íbamos
a llegar con algunos conocidos, pero no espere llegar a un hotel de esa categoría,
pero bueno ya estábamos ahí, estábamos un poco cansados así que nos quedamos en
eso parecido a un departamento, solo bebimos un poco y nos dormimos juntos
nuevamente, al despertar se me hizo raro no encontrarla en la habitación, le
marque pero solo me dijo que llegaba en unos minutos, me prepare un café y baje
a caminar a la playa por unos 30 minutos, llegue de nuevo a la habitación y la
vi a ella, recién bañada, me pidió que fuéramos al super a comprar cosas para
la semana que estaríamos ahí, paso algo extraño, dejo la camioneta en un auto
lavado casi enfrente del super, y caminamos, pidió que le llevaran la camioneta
al hotel, se me hizo raro ya que la camioneta estaba sin estar sucia pero lo
obvie, así fueron pasando los días, a donde íbamos dejaba la camioneta con
alguien y les decía a tal hora le trajeran la camioneta de regreso, no quise
preguntar para no fastidiar el momento.
Eran las 4 de
la mañana del cuarto día cuando me despertó con urgencia, “apúrate, necesitamos salir ahora, te voy a llevar a conocer un lugar
muy bonito donde el amanecer se ve maravilloso pero está un poco retirado” yo
iba un poco enfadado, la verdad nunca me ha gustado que me despierten, llegamos
a una playa virgen, dijo que a las 9 abrían la zona arqueológica, en verdad no entendí,
el amanecer no era en la playa era sobre el pueblo, vi que las 4 horas que
estuvimos solos veía el celular de forma insistente, pero sin obtener una
respuesta, nos metimos a la zona arqueológica, era maravillosa exactamente
sobre la playa, para que se den una idea eran unas piedras talladas desde hace muchísimos
años, yo estaba entusiasmado con la reseña que nos daba la guía que nos atendió,
pero ella parecía como preocupada, llevábamos como a la mitad del recorrido
cuando recibió una llamada y me dijo que teníamos que irnos, yo no quería hacer
eso incluso tuvimos una pequeña discusión y después cedí, iba a tomar rumbo a
Mazatlán pero dijo que iríamos a Culiacán, alegue un poco pero termine
manejando, ya casi para llegar a Culiacán, me di cuenta que había un auto que
nos venía siguiendo, le dije sin alertarla demasiado, ella lo vio y me pidió que
lo perdiera, acelere la camioneta y el auto también aceleró, entramos a
Culiacán y empecé a manejar sin conocer la ciudad hasta que por fin los
perdimos, volvimos a discutir pero ahora de una forma más airada, la verdad
estaba yo encabronado, necesitaba saber que putas estaba pasando, ella no decía
nada, llegamos a la casa de unos que dijo que eran sus familiares, era obvio
que las personas no eran de ahí porque no tenían el acento, nos quedamos un par
de noches, salimos a unas playas muy bonitas y fuimos al Estadio de los
Tomateros a ver el Baseball, pasamos a la capilla de Malverde, ella hizo todo
el ritual que hacia la gente, yo solamente me quede leyendo y viendo las fotografías
y las mandas que la gente ponía, íbamos de regreso a la casa de sus familiares
y fue cuando empezó todo, en un semáforo una camioneta se nos emparejo, de
forma instintiva acelere la camioneta, entonces abrieron fuego, solo escuchaba
como los cristales se rompían y como pegaban las balas en la camioneta, yo
aceleraba y andaba sin rumbo fijo, hasta que logramos perderlos, ella solo
hablaba por teléfono, yo estaba tan aturdido que no sabía de qué carajos
hablaba, me pidió que estacionara la camioneta en una calle y así lo hice, después
abordamos un taxi y fuimos a otra casa.
Yo estaba muy
enojado por todo, mi vida había corrido peligro, quería que me diera explicaciones
pero ella no me las daba solo me decía “perdón,
te pido una disculpa pero tenías que venir conmigo” yo no entendía, tenía
ganas de irme a la chingada de ahí pero ella logró calmar esos ánimos que tenía.
Nos pusimos a beber como desaforados junto con las nuevas personas y ya entrada
la madrugada hubo mucho movimiento, gritos y más gritos solo sonaban,
de pronto empezaron a disparar, corrí hacia el patio trasero de la casa, como
pude brinque la barda y caí en una casa, me brinque por la azotea y Salí por la
calle de atrás, ahí me sentía aturdido y a la vez encabronado, quería encontrar
respuestas, justo cuando iba a correr paso un tipo en una moto y me dijo que me
subiera con él, lo reconocí era uno de los chavos que estaba en la primera
casa, anduvimos por unos 15 minutos hasta que paró en otra casa, ahí se paró y
me dijo que pasara con él, dentro de la casa estaba un tipo que conocí en la
preparatoria, platicamos un rato sobre las balaceras que me había tocado vivir
y solo reíamos y fumábamos hasta cuando ella llegó, ahí ella me abrazo mientras
me pedía disculpas, ya era más que obvio en que estaba involucrada ella, no
quise decirle nada, solo esperaba para dormir y al otro día largarme, nos
dieron una habitación y platicamos dentro, ella se disculpaba tanto recuerdo
que me dijo “espero algún día puedas
perdonarme, mañana mismo yo te llevo al aeropuerto para que te regreses, en
serio perdóname pero necesitaba que estuvieras conmigo” me dio un beso y se
recostó en mi pecho, no se cuánto tiempo paso porque yo también me quede
dormido.
Me desperté
porque ella se paró y me dio un beso, salimos de la habitación y nos prestaron
un auto, dijo que iríamos por nuestras cosas a Mazatlán y de ahí me dejaba en
el aeropuerto, no entiendo que carajos me hizo creerle pero así lo hicimos,
pasamos solo al Lobby del hotel por nuestras pertenencias y salimos rumbo al
aeropuerto, ella paró sobre el malecón y con lágrimas en los ojos me dijo “perdón por meterte en esto, pero recordé
que me dijiste que nunca me ibas a dejar, en estos 4 años que he estado metida
en esto siempre te tuve en mi pensamiento, me enteré que trabajabas como
ministerial y por eso no quería abordarte, te veía varias veces cuando llegabas
a tu trabajo y también cuando salías de tu casa, sabía bien a que super ibas
entre semana y a cual en fin de semana, no fue casualidad que nos encontráramos
ese día en el super, pero cometí una pendejada al traerte, espero de corazón que
algún día me pudieras perdonar” y me besó, ese beso quizás cambio mis
planes, ese beso cambio mi entorno y cambio mi presente y futuro, al separar
los labios le dije “no te preocupes, quizás
le faltaba emoción a mi vida, en algunos momentos recuerdo haberte visto pero
no sabía si en verdad eras tú o no, fueron dos o tres veces nada más, gracias
por darme estas emociones y créeme que espero pronto volverte a ver” ella encendió
el auto y seguimos en camino al Aeropuerto, yo solamente la veía y me reía de
no poder imaginar en que se había convertido, me dejo en la sala de abordar
mientras me daba un beso y me ponía una pulsera de Malverde “esta es para que te cuide y para que cuando
la veas puedas recordarme” después nos abrazamos y ella se fue.
Pasó un mes que
seguíamos mensajeándonos, creo que me estaba enamorando nuevamente de ella, fue
un Martes 13 cuando le marqué un poco borracho y le dije “¿a que no adivinas quien pidió su cambio a Sinaloa? Por cierto ¿puedes pasar por mí? Estoy en el aeropuerto”.
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