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#AquíEmpieza

“...Aquel día fue el más frío
Del Enero más amargo
Quizás el invierno más largo
Que el amor ha conocido...”



No sabia que carajos estaba pasando, tampoco supe de donde saqué las fuerzas pero lo hice, no quería hacerlo por mil y dos cosas pero al final lo logré hacer, solo me faltaba hacer una llamada y era la de mi mejor amigo, tomé el celular y le marqué:

Yo: hermano ¿Cómo estás?
Amigo: Bien, aquí ya preparandonos para ir a tu boda hermano y ¿tú qué tal? No me digas que ya te arrepentiste jajajaja
Yo: Justo de eso te quería hablar, ya no me voy a casar, por favor avisale a tu señora, luego te cuento bien.
Amigo: ¡No jodas Cabrón! Con eso no se juega.
Yo: Es verdad, no voy a casarme, te dejo que ando en casa de mis padres y mi madre no anda muy bien que digamos, no le cayó en gracia la noticia.

Si se preguntan ¿cómo me siento? Pues, si no han cancelado su boda cuatro horas antes entonces, dudó demasiado que logren entenderme, mi madre estaba devastada, por fin iba a casarme después de tanto ir y venir con Patricia, pero vaya las cosas hay veces que no se dan y bueno, se tienen que tomar decisiones, llevaba ya 7 años con Paty, empezamos cuando íbamos en la universidad y las cosas fueron más buenas que malas pero íbamos bien, ya teníamos cada quien un trabajo estable, éramos ya maduros, habíamos tenido tropezones más por mi culpa que por ella pero las cosas habían salido bien, mi madre era un mar de lágrimas y mi padre por primera vez se había quedado sin palabras, que jodido era todo en verdad, no quiero saber cuanto dinero se había perdido pero quizás eso no era lo más importante, me senté en la calle triste y derrotado, no había más palabras, no había nada que decir, aún no sé de donde saque fuerzas para poder hablarle a la gente y decirles que todo se había cancelado, no quiero imaginar esas señoras que se habían ido al salón de belleza para asistir al evento, ni aquellos chavalones que dejaron de ir a su partido para prepararse para el evento, doy el pésame aquellas personas que tuvieron alguna discusión por ir a mi boda y no a otro evento, estaba justamente pensando en esas pendejadas cuando mi padre salio y solo me abrazó, no me dijo nada solo me abrazó y ya, quería soltar el llanto, quería decirle que me perdonará, pero tampoco dije nada, quizás él pensaba que había sido mi culpa, no lo culpó me conoce demasiado, en eso estábamos cuando se estacionó el auto de mi amigo junto con los 3 que habíamos compartido historias desde que éramos unos chavalones, se bajaron los cuatro y me pedían explicaciones que yo no quería dar, ahí fue cuando rodó la primera lágrima y estalle en llanto, no había que decir, mi padre dio vuelta y se metió a la casa de inmediato sacó una botella de whisky, esa de 21 años que iba a tomarmela con ellos en la fiesta, 5 vasos wiskeros y una bolsa de hielos, nos sentamos en la banqueta como cuando compartiamos la caguama en nuestros tiempos del bachiller y de pronto mi padre sirvió los vasos con 3 hielos cada uno y los repartió, cada uno dijimos ¡Salud! Mientras chocabamos los vasos whiskeros y lo tomamos de un trago, las lagrimas no dejaban de salir, me limpie con la camisa y empezamos a platicar de cualquier cosa, hasta que uno de ellos soltó un comentario magnifico, “Sabés, yo tuve el mal augurio desde que Paty no nos dejó llevarte de putas en la despedida de soltero”, todos incluso mi padre empezamos a reír como desaforados, ese hijo de la chingada siempre tenía los mejores comentarios en los peores momentos, pero seguiamos platicando recordando nuestras aventuras, desde el día que faltamos a la Uni para irmos a Cuernavaca el fin de semana, hasta las aventuras con algunas minas, eso ya era una fiesta, cuando acordamos había gran parte de mi familia y algunas amistades, habían cerrado la calle y no se de donde carajos sacaron unos tablones y sillas, la gente estaba sentada y pareciera que era una fiesta de cumpleaños en el barrio, a mi amigo se le ocurrió la grandiosa idea de poner música en su auto, en eso llegó el señor de la comida y empezaron a servir, mi padre acomodó una botella de whisky y una de tequila junto con los refrescos en cada mesa, uno de mis amigos se fue por la cerveza al Salón y llegó justo con los padres de Paty y su hermana menor, me dieron un abrazo muy fuerte que quizás fue el más sincero que me dieron en todo el tiempo que nos conocimos y su padre me dijo “lo siento, las cosas son así”, agradecí el gesto y los invité a pasar a esa fiesta improvisada, ellos pasaron, eso parecía un festejo, hubo música y la gente bailaba, incluso me hicieron bailar un Vals con una mina que había sido mi novia en los tiempos de la prepa, eso se alargó hasta las 3 de la mañana cuando casi todos se fueron a sus casas y el señor de los tablones y sillas pasó a recogerlas, solamente nos quedamos mi padre, mis amigos y yo, vaciando las pocas botellas que quedaban, hasta que nos venció el sueño estando en la sala.

Me desperté tipo 10 de la mañana con una resaca muy chula, mis amigos seguían ahí tirados en los sillones y mi madre me veía sentada desde el comedor, me veía como cuando me veía de chavalon que hacía una travesura, me acerque a donde estaba y la tomé de los hombros, ella se paró y me dijo “no puedo creerlo, hace rato vino Patricia con los ojos rojos y muy hinchados, me lo dijo todo, pero no creas que le creí del todo, yo se que esto sucedió por como eres, no es posible que ella se la pasó llorando todo el día de ayer y tu hayas reunido a la gente e hicieras una fiesta, ¿por qué invitaste a sus papás? No se que decirte, estoy muy decepcionada de ti, ella quería platicar contigo pero le dije que no era buena idea, te la habías amanecido con tus amigos y no era el momento.” y empezó a llorar, la abracé hasta que dejó de hacerlo y se metió a su cuarto, yo me quedé ahí sentado reflexionando un poco mientras la resaca empezaba por atacarme, mi padre se despertó y me pidió las llaves del auto de mi auto, pero le dije que estaba a fuera el de mi amigo y le dí las llaves, no le pregunté ni a dónde iba ni nada, queria seguir reflexionando, en mi cabeza seguía esa imagen de Patricia, diciéndome “gracias por todo chaval pero, no me quiero casar contigo” justo cuando recordaba eso mis amigos se levantaron de los sillones y no me dejaron seguir recordando, empezaron a hurgar el refri hasta que encontraron una cervezas, en eso llegó mi padre con una olla con birria diciendo “este era el recalentado que había encargado” y nos sentamos todos en la mesa a tomarnos unas cervezas y a comer la birria, nadie decía nada solo comíamos y tomábamos cerveza, mis amigos se pararon de la mesa y se despidieron, algo hablaron con mi padre que los encaminó a la calle, después entró mi padre y dijo “date un baño y duermete un rato, te hace falta”, yo le sonreí y le hice caso como cuando me decía que era hora de dormir si no, no llegarian los reyes magos, mientras me bañaba recordaba a Patricia, quería marcarle para vernos y decirle algo pero me quite esos pensamientos cuando escuché que mis padres discutían, salí para decirles que no discutieran ya me iba a ir a mi depa, ya había causado muchos problemas, me dijeron que no lo hiciera, que durmiera un poco y me fui al cuarto que era mío cuando vivía con ellos, después entró mi padre para pedirme las llaves de mi auto y las del depa, sin preguntarle algo le dije que estaban colgadas y le di la clave de la alarma, después me quedé profundamente dormido.

Me desperté porque mis amigos entraron a mi cuarto y me subieron cargando a mi auto, no me dijeron nada y yo solo veía a mi padre con cara de complicidad, en el auto destaparon una de whisky y empezamos a beber, tomamos autopista con rumbo a Acapulco, traiamos una fiesta barbara en el auto, llegamos por fin al destino, un complejo Hotelero en la zona diamante de Acapulco, nos asignaron un tipo depa y bajamos al bar del lugar, hicimos un pacto entre nosotros “el último que se lie a alguna mina, pagaría la comida del otro día” no se porque hicimos ese pacto si teníamos todo incluido pero bueno, al cabo de 1 hora estábamos aun mas borrachos y cada quien con una mina, yo estaba con una mina de nombre Julieta, era del norte del país y había venido con sus amigas (que estaban con mis amigos haciendo compañía) por parte de un viaje que se ganaron en el trabajo, nos la pasamos tan bien que las invitamos a nuestra habitación a seguir la fiesta, ellas aceptaron y en menos de 5 minutos ya estábamos en la habitación, teníamos música y bailábamos, repartiamos besos y yo seguía con Julieta, le platiqué lo que recién me había pasado, ella no podía creerlo, yo se lo jure un par de veces hasta que apago la música y dijo “¿ya saben porqué estamos aquí?” mi amigo -el de los comentarios fuera de lugar dijo- “claro, estamos dándole su bienvenida de soltero al Chaval” empezaron a gritar y hacer una bulla magnífica, y me preguntó mi mejor amigo “chaval, porque no nos platicas qué carajos pasó” yo un poco incómodo por las miradas que tenía encima dije “bueno, porque ustedes pasaron por mi mientras yo dormía” no les parecio mi respuesta ya que todos la reprobaron y Julieta me dio un beso muy grande mientras me decía “chaval, dinos la verdad” agarré una botella de tequila y le di un trago como de 10 segundos, la puse en la mesa y empecé “bueno, como saben yo me iba a casar ayer, cuatro horas antes les marqué a todos mis invitados para decirles que la boda se había cancelado, después llegaron estos cabrones -señalando a mis amigos- y nos pusimos a tomar, después llegaron familiares y amigos, incluso no sé cómo llegó Laura que había sido mi exnovia en la prepa, tampoco se porque llegaron los que eran mis suegros y mi cuñada” ahí fue cuando se me quedaron viendo, yo ya no quería decir nada más pero sus miradas eran muy incómodas, ahora le di un trago más largo al tequila, esta vez si le hice varios gestos, tome una mitad de limón con sal y me lo pase por los dientes para proseguir “bueno, como todos saben a Patricia, la mina con quien me iba a casar, le fui infiel tres o cuatro veces, pero hubo una mina que se enamoró en esa infidelidad, se llamaba Paula era una de las socias en dónde trabajaba y un día sin reparo le dijo a Patricia de nuestro desliz, ella se encabrono tanto conmigo que me había mandado a la chingada y no era para menos, después de una semana nos reconciliamos, dejé aquel trabajo y dejé todo con Paula, incluso por jurarle que iba a cambiar le propuse que nos casaramos, ella aceptó, estuvo un año planeando la boda, algo que en verdad nunca les recomiendo, eso de planear una boda es una mentada de madre que atenta contra las personas que están involucradas, pero bueno todo iba muy bien o eso pensaba yo, ese año me goberné y no había sido infiel ni con el pensamiento, se vino el día de la boda y ella llegó a mi depa faltando 5 horas, y fue cuando me dijo “gracias por todo chaval pero, no me quiero casar contigo, es más no se porque acepté casarme si yo no quería, tu nunca vas a cambiar y me dolio tanto lo de Paula que juré no perdonarte nunca, pero mis padres me presionaron y terminé cediendo, incluso tres meses antes de hoy, te estoy engañando con Joaquin, aquel chavito que es el becario de contabilidad y no quiero casarme, no quiero que nos arruinemos la vida” ahí todos se me quedaron viendo, de mis ojos iban a brotar las lágrimas cuando de nueva cuenta mi amigo dijo “bueno pues Salud, por Patricia, si no fuera que anduviera de puta igual que este cabrón, ahorita no estaríamos aquí” todos dijimos ¡Salud! Y la fiesta continuó por 3 noches más.

Aun agradezco a mi padre que me ayudó a pasar ese mal momento, también porque como es el jefe del trabajo de mis amigos les dio 2 días para irnos a Acapulco, el pagó los gastos generados, también a mis amigos que tuvieron bastante bronca en sus casas por mi desmadrito y claro a Julieta que llevamos ya tres meses saliendo juntos, ella se vino a vivir conmigo y ahorita esta a un lado de mi mientras escribo este post #Aquí Empieza. 


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