Te dije que no te enamoraras de mí
“Ponete bien si no hay quien salte y no hay
un cobre
Que de esta miel mejor que falte y no que sobre”
Entre a esa peña de trova como
cada viernes puntualmente a las 22:08 horas, mi plan era el mismo sentarme en
la tercera mesa que da frente al escenario, de inmediato Paula que es la mesera
se acercaba presurosa a quitar el anuncio de “reservado” y después decía “Buenas noches, ¿Cómo estás? ¿Lo de siempre?”
y yo de forma automática le regalaba una sonrisa y respondía “claro, lo de siempre pero ahora las alitas
que sean de habanero, estoy bien ¿y tú cómo estás? Ella sonreía y siempre decía
“pues estamos que es ganancia” y se
retiraba, algo pude notar en su rostro se veía más feliz que de costumbre,
encendí un cigarrillo en lo que llegaba mi cerveza y mi orden de alitas,
enseguida se subió a cantar un tipo que traía covers de Ismael Serrano, las cosas
iban como de costumbre, la orden de alitas estaba deliciosa y la cerveza no se
diga, en eso como es costumbre se sentó el dueño del lugar en mi mesa y después
de un saludo me dijo entre dientes, “hoy
es el cumpleaños de Paula, por si quieres cooperar le vamos a traer mariachi a
las 11 y van a venir sus amistades” de inmediato le dije que sí, saque un
billete de doscientos y se lo di, el decía que tocaba de 100 pero le dije que
agarrara los 200 al fin no iba a estar por mucho tiempo, se quedó un rato
conmigo y picho una ronda de cerveza, casi para irse me pidió, “dile a Paula que te acompañe a tu carro, a
que lea uno de esos escritos que luego le das a leer, yo le diré que si le doy
permiso, en lo que se alistan los mariachis que están aquí adentro pero sus
instrumentos los tengo guardados en la bodega” yo asentí e hice lo que me
dijo, me paré y le pedí a Paula que me diera su opinión de mi escrito, titubeo
un poco y volteo a ver al dueño que con una seña le dijo que saliera, y fuimos
rumbo a mi auto que estaba a dos predios del lugar, le enseñe ese escrito que
por la tarde había dejado incompleto, ella se quedó a fuera de mi auto y ahí chupando
su tutsi pop se puso a leerlo, después se escuchó un trompetazo como de
mariachis, y ella de inmediato dijo “¿escuchaste?
A alguien van a llevarle mariachi, que bonito, a mí me gustaría algún día me
que llevaran mariachi” yo tímidamente le dije “es muy bonito, ¿Cómo te has portado? Si te portas bien puedes pedirle a
los reyes que te traigan uno para el seis de reyes” y empecé a reír, ella solamente se sonrojo y siguió
leyendo, para después decirme “sabes,
tengo una mejor amiga que se parece mucho a la chava que describes, un día la
voy a invitar para presentártela, incluso yo creo que es ella la chava de tus
escritos” y me sonrió, esa sonrisa
que siempre me ha dejado mudo, en eso me llego un mensaje y era del dueño del
lugar que me decía “ya estamos listos”, solo
respondí con un “ok”, y le dije a
Paula, hoy vas a terminar tu ese escrito, se me quedo viendo y le dije, “si vente vamos a que lo termines allá adentro” acto seguido la tome del brazo.
Al entrar al lugar saque mi
celular y empecé a grabar, fue un poema su cara, su reacción como de niña
pequeña cuando ve los juguetes que le trajeron los reyes magos, se puso rojita
rojita y una cara de felicidad extrema, no hizo otra cosa que darme un abrazo
gigante y me dijo “¡Gracias! Mira, no me
tuve que esperar a que fuera seis de reyes” , le dije la verdad, “no fue idea mía, incluso fue idea de tus
compañeros de trabajo, de todos, desde el dueño hasta algunos clientes como yo,
disfruta, y ¡feliz cumpleaños!” ella corrió a abrazar a cada uno de sus
compañeros de trabajo, al dueño y a un par de clientes que también estaban ahí,
se puso a bailar durante dos horas, incluso también baile un par de canciones
con ella, brindábamos con tequila y cerveza, llegaron sus amistades y algunos
familiares, después se cerraron las puertas del lugar porque ya no cabía ni una
alma ahí, ya estando un poco borrachita se puso a cantar la última canción con
el mariachi, y después todos le cantamos las mañanitas y después le embarramos
en el pastel al grito de “mordida,
mordida”, se despidieron los mariachis y la fiesta continuo, con canciones
de trova pero ya no había meseros y todo el consumo era por cuenta de la casa,
en un momento estaba platicando con ella cuando llamo a una de sus amigas, era
muy hermosa, y nos presentó ella se llamaba Carolina, se fue Paula al sanitario
y me quede platicando con Carolina, hablábamos de cualquier cosa, ella conocía mis
escritos y decía cuáles eran los que les gustaban más, yo sinceramente estaba
perdido en su mirada, tenía ganas de besarla, pero me contenía, de pronto estábamos
platicando como viejos conocidos, brindando y platicando, la fiesta se alargó
hasta las 4 de la mañana que se dio por terminado el festejo, quedamos con el
dueño de ir a recoger al otro día antes de empezar el servicio, cosa que acepto
y todos nos empezamos a despedir, Paula estaba un poco borracha al igual que
casi todos los del festejo, me ofrecí a llevarla a su casa y Carolina dijo que
ella se quedaba con ella, llegando a su casa me despedí para irme a mi casa
pero Carolina me dijo “quédate un rato,
ahorita vamos por algo para seguir tomando, tiene mucho que no me sentía tan
bien estando tomando” le hice caso y de mi auto saque una botella de
whisky, agua mineral y ginger ale, de su refri sacamos los hielos y continuamos
solamente los tres con el festejo, al ir en la mitad de la botella Paula se quedó
dormida en la sala y Carolina y yo nos comíamos a besos en otro sillón, ella
tomaba fotos con mi celular y se las enviaba a su teléfono, después Paula se despertó
y continuamos con la botella hasta que nos la acabamos, después me despedí diciéndoles
que pasaba más tarde por ellas para ir a comer algo, aceptaron las dos y
Carolina me dio un beso me hizo sentir como el borracho más afortunado del
mundo.
Después de ese día con Carolina
nos frecuentábamos demasiado, era una relación muy extraña, juraría que ya la había
conocido en algún momento de mi vida, me sentía tan a gusto estando con ella,
pero ella siempre me decía, cada día que nos despedíamos “quiero que prometas que no te vas a enamorarte de mí”, yo siempre
le decía que si pero no lo cumplí, yo me había enamorado desde el primer día,
Paula seguía insistiendo que Carolina era la chava de mis escritos, yo no tenía
como agradecerle tanto, incluso hubo un día que salimos de viaje al nevado de
Toluca, solamente los tres, era hermoso estar cantando con ellas en dicho
lugar, compartimos tanto que incluso compartimos cama esa noche, incluso hay
dos cosas que nunca voy a olvidar derivado de esa noche, la primera que fue mi
primer trio y la segunda que Carolina entrada la madrugada mientras descansaba
en mi pecho me preguntaba “¿Por qué te
enamoraste de mí? ¡Te dije que no debías de hacerlo! Y me lo prometiste, ¡no
puedes enamorarte de mí!, no conoces mi pasado y por eso no puedes enamorarte, ¿Qué
pasaría si soy una secuestradora o una puta o una vendedora de droga? Te apuesto
a que no me seguirías amando a pesar de que me digas que si lo harás” la
tranquilice diciéndole que no debería de atormentarse, solo debería de
disfrutar el momento, yo era feliz y quería que también ella lo hiciera, después
hubo un silencio incómodo y ella suspiro muy hondo y después me dio un beso y
cerró los ojos, yo solamente la veía como estaba recostada en mi pecho y
durmiendo hasta que me quede dormido también.
Al despertar, me di cuenta que no
estaba Carolina, solamente estaba Paula y eso estaba bañándose, al salir le
pregunte sobre Carolina y dijo que tenía poco que se había marchado, fuimos a
almorzar y nos regresamos, ella se disculpaba conmigo, me decía “perdón, no quería hacerte pasar este mal
trago, pensé que las cosas iban a ser diferentes, desde que te conocí te me
hiciste diferente a los demás y pensé que podías cambiar la historia de las
personas así como lo haces en tus escritos, pero ya vi que no, eso no se puede
cambiar” me dio un beso muy grande mientras escuchábamos “candombe de la
resaca” de Las pastillas del abuelo “en
la puerta está la piba, está un poco mejor que él, con sus tetas lo mira “no
soy yo quien vos queres, no te quemes la cabeza por un poco de placer”…
Después de ese día habían pasado
ya 3 semanas de no ver a Carolina, con Paula las cosas iban cada vez peor, solo
la había visto una semana en la peña, no tenía ganas de verla, sentía que ella
era la culpable aunque no lo fuera, sus mensajes y llamadas las contestaba de
mala gana, creo ella entendió el mensaje a la perfección y las llamadas y los
mensajes fueron cesando. Era viernes y me habían invitado a una reunión de la
empresa en casa del director de mercadotecnia, asistí saliendo del trabajo, la cooperación
fue un poco mayor pero yo solo pensaba en irme a embriagar hasta perder la razón
y bueno creo iba a cumplirlo, había de todo para tomar, estábamos varios ahí, éramos
cerca de hombres, se me hacia raro que no
hubiera mujeres, pero estábamos tomando como desaforados, hasta que el director
de Merca dijo “Bueno señores, atención,
llego el momento, como todos saben Ricky el de finanzas se casa y esta es su
despedida de soltero, trajimos a unas amigas para que sepa de lo que se está
perdiendo al casarse” acto seguido entraron 5 mujeres muy buenas, con
trajes muy ceñidos que dejaban poco a la imaginación, todas con antifaz y
contoneando sus caderas al ritmo de la música, era todo muy hipnótico, creo que
nos hubieran dicho que cerrando la boca también se ve a colores, todos estábamos
hechos unos pendejos viendo a esas 5 mujeres. Pasada la noche Ricky se fue con
la más buena de las 5 y las otras se quedaron a repartir caricias con nosotros,
en eso el director de merca le dijo a una de las mujeres que estaban ahí, “por favor, atiéndeme al ingeniero” llego
la chava conmigo y le serví un coñac y me puse a platicar con ella, mis manos parecían
ya conocer ese cuerpo, mis dedos eran como si tuvieran memoria, cuando de
pronto me dijo “¡te lo dije, no te iba a
gustar!” creo que hasta la borrachera se me bajo, no podía creer lo que
estaba escuchando, obviamente era Carolina, me quede pasmado, me tomo de la
mano y me llevo a una habitación.
Ahí se quitó el antifaz y pude
comprobar que si era ella, no me dejo decir nada de inmediato me dijo “Paula me hablo tanto de ti que pensé que
eras diferente, tus historias me hacían tener una idea de que podía yo ser una
persona diferente, incluso llegue a fingir tus escritos cuando estaba contigo, fingía
que era la chava de la que hablabas de aquella que estas perdidamente
enamorado, pero también me enamore, algo que no se debe de hacer nunca, no soy
quien piensas, yo trabajo de puta, pero yo te dije que no te fueras a enamorar
de mí”…
Comentarios
Publicar un comentario
Recuerda que todo es en singular...