Quizás ahora si pueda cumplir mi venganza

“...Bésame así despacito y alarguemos el destino,

pues este amor tan bonito,

que se nos dio en el camino,

tiene la venia bendita del poderoso divino...”

Siempre dejo todo para después, un amor, un te quiero, una loción para una ocasión especial, una camisa para cuando pase algo bueno, el bóxer de la suerte para cuando salgo con una mina, una caja de botellas de vodka por si el after es en mi casa, una botella de vino tinto por si hay una noche lluviosa y también había dejado para después una operación de rodilla, esa jodida rodilla que desde hace 3 años me traía de malas pero solamente descansaba hasta cuando ya pasaba el dolor, el ortopedista había sido claro “no solamente es el ligamento anterior cruzado, también se tiene que limar la rotula y menisco lateral, eso no sale con pomadas ni con sobadas, créeme que te vas a hacer mas daño, es reposo mas una operación sin mucho riesgo, solo es hacer 3 hoyitos en la rodilla muy pequeños y desde ahí se hace todo” pero bueno yo no le hice caso hasta el fin de semana anterior, justo cuando iba para el partido resbalé en las escaleras de la casa y solamente escuché un crack, mi rodilla empezó a doler de forma progresiva, de mis ojos brotaron lagrimas y se empezó a inflamar, lo que hice fue caminar al congelador y en una bolsa resellable aventé hielo y me la puse en la rodilla, le marqué a Julián para que pasará por mi y no faltar al partido, bueno no pude jugar y para acabarla de chingar creo que me jodí mas.

Llegó el momento, en mi trabajo fingí que en las escaleras de ahí había pasado eso, me revisó la médico de la empresa y me mandó al ortopedista y fue cuando me dijo que en tres semanas estaba programada la cirugía, solo tendríamos que esperar a que se desinflamará y poder arreglar las cosas del trabajo, por fortuna iba a ser todo en hospital privado con el seguro de gastos médicos mayores y también porque a la empresa no le convenía un accidente de trabajo.

No voy a mentir me deprimí un poco, incluso deje de ir al futbol no me gustaba verlo, si bien no era bueno jugando si era aguerrido y luego eso es lo que mas fastidia, cambié los sábados y domingos de futbol por tomar solo, esas botellas de vodka que tenia para el after se fueron acabando, las botellas de vino tinto también, ¿que hacía? Me ponía a recordar sobre los amores que tuve, esos que por x o y razón pero siempre por culpa mía terminaban. Inicié sin orden cronológico, ¿como no acordarme de aquella mina que todo fue fugaz en las calles de Bacalar? ¿Lograr olvidar a aquella mina con dos hijos y recién divorciada?, vaya seguí por fortuna la lista era demasiado corta, pero cada vez no sé si era por las canciones o por que en verdad me di cuenta que cada relación terminó por mi culpa, las ultimas dos quizás las había reservado al final ¿porqué? No lo sé quizás porque pensaba que quizás me iba a terminar embrigandome y no iba a poder recordar como fueron las historias y quizás eso me hiciera menos daño, pero no, no fue así, primero fue hace muchos años con mi primer amor de verano, aquella mina que la había visto desde quizás un par de vacaciones antes pero no me animaba a hablarle y una tarde-noche esperando a mis amigos en el centro del pueblo fue cuando la vi, ella iba sola, quizás era el momento idóneo, me acerqué y le pregunté su nombre, me dijo que también estaba ahí porque su hermana había salido con un chico y ella la estaba esperando, le invité una paleta de hielo y la acompañé por la siguiente hora, platicamos de todo y de nada, sus ojos se miraban brillosos, jugueteaba con su cabello, yo no recuerdo bien de que hablábamos, solo veía sus labios, tenía ganas de besarlos, de morderlos poquito y justo cuando me estaba animando, pasó su hermana y no sucedió eso, lo bueno que la vi los siguientes días, pero bueno también terminó y para variar por mi culpa, al final deje ese caso que si me hizo soltar unas lagrimas e incluso repetí esa historia en mi cabeza ¿porque lo hice? No tenía ni jodida idea pero bueno, deje ir a la que yo sigo diciendo que fue el amor de mi vida, pero bueno ahí no terminé de recordar porque me quede dormido escuchando aquella canción que repetí como 5 veces para recordarla “...soy quien vino hacerte sonreír, quien vino a ser parte de ti, un loco extraño…”

Pero bueno llegó el día de la cita, nunca me han gustado las operaciones, todo había salido bien en los estudios preoperatorios, los médicos estaban listos, la dinámica era la siguiente, llegar con 3 horas de anticipación al hospital, no haber ingerido comida hasta antes de las 8 de la noche del día anterior, me iban a poner una ligera anestesia local y en quirófano ya me iban a poner la inyección de la raquea, esa que le ponen a algunas que van a parir, yo iba a estar viendo la operación en un televisor y si todos salía bien saldría al siguiente día en la mañana a casa, pues todo iba de maravilla, me gustaba la atención de ese hospital en especial porque todos se presentaban con su nombre y te decían el procedimiento, aparte te daban unas palabras de aliento y creo que eso era maravilloso, al llegar al quirófano todos se habían presentado menos el anestesista, ya estaban todos listos y escuché que había llegado un poco tarde, se dirigió conmigo y la voz se me hacía familiar pero no daba con la persona, quizás por la anestesia, en eso solamente dijo “Buenos días, es un gusto volver a verte después de tantos años, incluso llegué a pensar que no iba a poder vengarme de ti…” ella siguió hablando pero mi mente empezó a recordar, ¿quien carajos era? ¿porque decía eso? Claro todo tuvo respuesta cuando ella me puso la mascarilla de oxigeno en la cara, no podía ver pero estaba seguro que lo hizo sonriendo, en mi mente empecé a divagar, no vi ni siquiera la operación, solo recuerdo que me quede dormido profundamente.

Desperté en el cuarto del hospital, las cosas al parecer iba todo bien, pasó el ortopedista para decirme que todo fue un éxito y para darme las indicaciones que tendría que seguir, saliendo él vi que entró una persona, voltee de forma instintiva y era ella, aquel amor de verano aquella mina con sonrisa maravillosa, claramente se veía que los años le habían caído muy bien, habían pasado 15 o 16 años pero era mas hermosa de lo que yo recordaba, quería disculparme con ella, quería pedirle perdón por haberla lastimado, si por haber huido sin decirle, quería decirle tantas cosas pero ella me ganó y me dijo “una disculpa por la broma de ayer pero aunque no lo creas, si te guardo poquito rencor, bonita forma de reencontrarnos, si no tienes quien te lleve a casa mañana marcame y quizás ahora si pueda cumplir mi venganza”.