Relatos de banqueta
Recuerdo cuando una vez me dijiste que ¿Por qué había nacido? ¿por qué carajos nos encontramos en el camino? ¿Por qué habíamos compartido algo cuando en verdad No quería nada? pero sabes Te lo dije y te lo vuelvo a repetir, yo creo que nos conocimos para poder conocer a nuestra otra mitad, para enamorarnos de verdad y hacer ver a los demás Amores como nomás algo que no tiene relevancia, no me vas a dejar mentir qué esta aventura fue de esos amores que en verdad te enseñan amar, si yo no te enseñe amar Dime quién Entonces lo hizo, ¿de quién ibas a enamorar toda tu vida? ¿Por quién ibas a suspirar cada vez que te despiertas? ¿Por quién te ibas a estar toqueteando en el trabajo bajo el escritorio? y en quién pensarías cuando estés con otra persona si no soy yo Dime en quién carajos pensarías, lo sabes muy bien Por eso te aseguro que te haces burros la maceta y piensas y sobre piensas y crees que esto no era lo correcto, Y si esto no era lo correcto pero era un mal necesario es como ese mal que te ayuda a vivir tu ayuda a disfrutar pero también tiene ese sabor amarguito de no puedo estar juntos, de no poder dar esos buenos días no poder abrazarnos, darnos un beso, tocarnos entre nosotros ni nada de esas cosas que hacen los enamorados ¿Por qué? porque quizás estamos un poquito más allá de lo carnal, de lo espiritual, Más bien es como una enseñanza de vida Mejor dicho.
Te volví a soñar con ese traje sastre color negro acompañada de esa blusa color blanco qué acentuaba el color de tu piel, con esa sonrisa maliciosa con mordiendo la parte trasera de la pluma un poquito impaciente, de pronto aparecí y sin preguntar me puse ahí entre tus piernas, justamente en ese punto dónde todos están absortos en su trabajo de viernes y nadie ve para los demás, pero ahí estaba yo, con la cabeza entre tus rodillas jugando con tus muslos llegando tu entrepierna aspirando dando lengüetazos, te volteaba a ver y te pones rojita rojita rojita, solamente bajabas las manos diciendo que parara pero bien sabías que no querías que lo hiciera bueno las caricias empezaron a subir de tono, con mi boca busqué desabrochar tu pantalón, impaciente me ayudabas un poco mientras suspirabas y… ¿Para que sigo contando mi sueño? Digo dices que ya no me quieres.
Los sueños son para recordarlos, no para contarlos. Para encender fogatas en la niebla, para tener un asidero...
ResponderBorrarhaces burros la maceta , esa frase no la conocía, ¿qué significa?
Tienes demasiada razón, los sueños son para dejarlos ahí en ese cajón de los recuerdos, la expresión me la han dicho cuando sobrepienso de forma necia.
BorrarTe dejo un abrazo de esos que te hacen recordar.
Tanto tiempo.
ResponderBorrarMe gusta tu cuento
que más puedo decirte
me gusta como escribes y eres
saludo desde la vida en Miami
Un gusto tenerte de vuelta por acá, espero sigas con esa chispa y escribiendo.
BorrarTe dejo un abrazo de esos que se dan cuando se espera.