Amor et tussis non caeletar
“…te torturas sin razón,
Ya no las oigas por favor,
Solo escucha mi voz,
Porque aquí estoy yo…”
¿Cuántas veces me dijiste “te quiero”? es complicado contabilizar
las veces que fueron verdad, yo siempre te los dije de verdad, ¿Qué fue lo que
hice mal? Quizás me hubiera acostado con tu amiga la vez que estaba todo
puesto, quizás debí de haberte sido infiel las veces que pude hacerlo, pero no,
me había gobernado e hice lo que creí que era correcto pero ¿para qué? Para que
chingados quise hacer lo correcto. Pocas veces te había celado y esta vez yo
tenía razón, recuerdo muy bien que todo empezó desde aquel día que se me extravió
mi celular y le había pedido prestado el de mi amigo para marcarte para hacerte
saber que había perdido mi celular y que había llegado bien a la reunión con mis
amigos, lo sé porque te marqué pero no contestaste, por eso decidí mandarte un
mensaje desde el celular de mi amigo y vi que tenían una charla grande, no leí
nada lo juro, no quise violar la privacidad pero ahí me dio una alerta, esa
noche la pase mal pensando en pedirle el celular de nuevo a mi amigo pero no lo
hice, no dije nada.
Después vi que sabías cosas que
no te había contado y no porque fueran malas si no que yo las sentía como
irrelevantes, como cuando hice 3 goles en un partido o cuando gané una apuesta
en los tacos baja pedas que acostumbraba a ir con mis amigos después de una
borrachera descomunal, 33 tacos fueron esa noche y tú a los tres días me
dijiste, e incluso cuando te cuestione me dijiste que te había dicho pero yo
estaba seguro que no lo había hecho, fue cuando supe que alguien estaba
filtrando información de nosotros, así como la infidelidad de otro amigo, yo jamás
había dicho nada de ello, ni siquiera por mensaje en el grupo que tenemos los
amigos y tú lo sabías y obviamente estoy seguro que jamás te lo dije.
Pero bueno como bien dice aquella
locución latina “Amor et tussis non
caeletar” el amor y la tos no se pueden ocultar, lo supe por las miradas
que se daban entre tú y mi amigo cuando estábamos todos juntos, lo supe cuando
bailaban y se secreteaban, la forma en que reías con él, pero lo que más me
encabrona fue que quisiste hacerme sentir como un celoso extremo, me hiciste
sentir como si fuera un pendejo y todo lo estuviera imaginando cuando toque el
tema un par de veces.
Pero bueno mi presentimiento no
fue erróneo el día que les dije a mi amigo y a ti por separado que iba a tener
inventario en la empresa donde trabajaba y que quizás iba a tocar quedarme a
dormir en la empresa, ambos corroboraron la información por separado marcando a
la empresa preguntando por mí y por el inventario, pero justo a las 8 de la
noche me Salí de la empresa diciéndoles que no dijeran nada que iba a recoger a
una persona al aeropuerto y volvía, si preguntaban por mi les dijeran que Salí por
cigarrillos y volvía, obviamente me hicieron caso al saber que les iba a pagar
las horas extras al doble, les pasé unas botellas de tequila y les piche los
tacos.
Me salí de la empresa y vi por
las cámaras que estaba el carro de mi amigo dentro de mi cochera, me metí a la
casa por una ventana que había dejado sin seguro para no hacer ruido y los
encontré a los dos desnudos en el cuarto de servicio, no fue una coincidencia,
lo supe porque el rastro de la ropa tirada apuntaba para ese cuarto, me lleve
mi bate de baseball de aluminio y solo les encendí la luz para decirles “Buenas noches, ¿necesitan algo más?”,
fue cuando te paraste, me viste como si hubieras visto a un muerto, te pusiste pálida
y despertabas aquel que había sido uno de mis mejores amigos desde que éramos
niños, quisieron explicarme una vez que había sucedido y solo les dije “tienen 10 minutos para irse a la chingada
con todo lo que es tuyo, no quiero volver a verlos en su perra vida”, fue
algo tan maratónico, mientras veía como echaban las cosas a las maletas y las subían
al carro, para emprender la huida, fue extraño que todavía quisieron despedirse
de mí, e incluso se atrevieron a decirme que estaba yo en un error, que luego
me marcaban para platicar, pero en ese momento le rompí la calavera derecha al
auto de mi amigo de un batazo y en chinga se subieron para escapar a toda
velocidad.
Después me enteré que no llegaron
lejos, estaba yo escribiendo cuando me llegó la policía para decirme que un
auto que habían visto salir de mi casa según testigos se había volteado a menos
de un kilómetro de mi casa en una zona de vados, se le habían salido dos
llantas y habían volado por los aires, yo les dije a los policías la información
que necesitaban e incluso les di una copia del video de la cochera, donde se veía
que yo no había manipulado el vehículo más que el golpe que le di con el bate.
Pasados 3 meses yo me había cambiado
de empresa y también del circulo de amistad que tenia ya que pensaban que yo había
sido culpable del accidente, ese día estaba escribiendo en el blog mientras comía
comida china y me tomaba un par de whiskey en lata en la sala de mi casa cuando
tocaron el timbre y al salir solo vi una carta, la abrí con cierta desconfianza
y era de Betty que era la prometida de mi amigo y que dicho sea de paso había sido
mi novia, lo supe por la letra, la redacción y la firma, ella me decía que ella había
aflojado los birlos del auto de mi amigo cuando supo de la infidelidad de su
prometido con mi novia, me decía que no me había querido decir nada porque
pensaba que no le iba a hacer caso pero que todavía me quería, que quería platicar
conmigo, así que al terminar de leer la carta le marqué, fue hasta el cuarto
tono cuando ella atendió la llamada y al contestar solo le dije “¿recuerdas nuestras clases de latín? Amor
et tussis non caeletar, tu numquam destiti amandum me.”
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