Quizás es por el atrapa sueños
“…volveré como siempre,
A buscarte en mi mente,
Porque sé que nunca te voy a poder olvidar,
Te diré que te extraño y que todavía sigo pensando
En volver el tiempo atrás…”
Después de una ardua jornada de
trabajo y un buen partido de futbol nos fuimos por unas cervezas, el local, olía
a fabuloso del morado, sal, cerveza, tabaco, se escuchaban un
sinfín de voces, algunas tenían una coherencia y otras no tanto, de fondo se
escuchaba esa canción de Barrio pobre llamada Toda la noche “… juntos la noche
poder caminar, olvida todo hasta el qué dirán…” se escuchaban risas,
carcajadas, gritos, palabras que no se entendían y a lo lejos un te quiero.
Pedí una ronda para el equipo, habíamos ganado después de mucho tiempo y valía
la pena festejar, salud por aquí, salud por allá, contando los goles, las jugadas
claves y hasta el autogol que metimos, pero todo era risas y diversión, yo
estaba de pie fumando me sentía un poco ansioso y no sabía porque, pero siempre
he tenido la creencia de que cuando algo marcha muy bien es porque algo malo
tiene que pasar, en el trabajo todo iba mejor que ni hecho a la medida, en el
equipo ganamos muy bien y en general me estaba yendo muy bien, cuando de pronto
no sé si fue mi felicidad, el alcohol pasando por mi torrente sanguíneo pero te
vi ahí, sentada en esa mesa junto con otras tres personas, me mirabas fijamente
y me regalaste una sonrisa, esa sonrisa que nunca se me va a olvidar, yo sonreí
tímidamente, no sabía qué hacer, me queme con el cigarro, se me cayó la
cerveza, parecía aquel personaje de Roberto Gómez Bolaños llamado “el chanfle”
haciendo un desmadre, pero vi cómo te reías discretamente, no atiné más que reírme
también y soportar las burlas de los compañeros del equipo que al parecer nadie
se había dado cuenta del motivo por el cual hice tremendo desmadre, así que me
disculpe y fui al sanitario.
En el sanitario me preguntaba si
era una broma del destino o que chingados era, no era posible que estuvieras ahí,
no tenía coherencia nada, me vi al espejo, me eche agua en la cara y me fui a
la barra para pedir otra ronda más, al hacerlo vi que seguías ahí viéndome, pedí
en la barra también una ronda para ustedes con la cerveza que estaban tomando,
tomé la cubeta de cerveza y me acerque a donde estaban mientras sonaba “yo
quiero ser” de perro callejero “…yo quiero ser el que vive en tu sueño, el que
te hace reír, al que dices te amo…” justo cuando me iba acercando te paraste,
me recibiste con un abrazo y dos besos uno en cada mejilla, me presentaste con
los de tu mesa, dejé la cubeta en la mesa y salude de abrazo a cada una de las
minas que te acompañaban, recuerdo que después de que terminé de saludar a los
de tu mesa me dijiste “¿qué se siente que me vuelves a soñar después de tanto
tiempo? ¡Hey reacciona!, esto es un sueño, nada de esto existe, ni tus amigos, ni
el lugar, ni la cerveza” en ese momento todo desapareció, se puso en blanco
solo estábamos ella y yo, y de pronto me abrazo y me dijo “nos vemos en el
siguiente sueño” y ¡pum! Sentí como me abrazaba y de un sobresalto desperté,
voltee a ver y estaba en mi cuarto, sonreí y solamente dije “quizás es por el
atrapa sueños”…
lo de malo de los atrapasueños es lo que dice su propio nombre, que te atrapan en una realidad que no es tal... pasas el día como un automáta deseando llegar a casa para poder seguir soñando.. y eso es agradable, pero no es vida, en algún momento te tocará enfrentarla.
ResponderBorrarUn gusto saber de ti por este medio y si los atrapasueños tienen esa función de atesorar los sueños y después hacerte creer que vives en esos sueños.
BorrarTe dejo un abrazo.