Últimamente, no sé, siento el olor de tu piel, pienso que me miras desde arriba.
~ Edgar Oceransky.
¿Recuerdas que nos casaríamos el primero de julio?
Es una pena que no podamos cumplir esa promesa, ni el resto de los planes que hicimos, ni todo lo que nos quedó por hacer. Aún no entiendo cómo te has quedado grabada en mis recuerdos como una visión borrosa que trato de rescatar incontables veces, y es que te has quedado colgada de un pasado que todavía me duele en el presente.
Veo mis manos agrietadas y vacías desde que no te tengo a mi lado, y late este corazón fragmentado que he ido armando y pegando pedazo a pedazo, haciendo eco en todos los huecos que dejaste al partir.
"Corazón roto" he escuchado por allí entre esos murmullos dentro de un vagón del metro repleto de individuos que me son ajenos, justo te he recordado hoy por eso, por esa anécdota de cuando te me perdiste en aquel concierto y entre la búsqueda, la multitud nos empujó y quedaste frente a mí a medio centímetro, yo mirándote y tú pasándome los pies entre el tumulto, el momento exacto de encontrarnos para contemplarnos como dos adictos al fuego, riendo como si nada de alrededor importara ni la música de fondo, la cerveza en la mano o esa ciudad que apenitas y estábamos explorando, puedo decir que solo nos hizo falta un par de alas para escapar hasta llegar más allá del cielo.
Todo es demasiado raro en este momento, hoy que por fin y para no fallarte en mi última promesa de buscarte sin falta cada mes de nuestro día ya elegido, sigo llegando sin errar ni una sola vez, porque si algo me caracteriza es buscar la manera de cumplir mis promesas contigo y aunque no estás a más de 2 metros de mí, no puedo verte ni escucharte, miro hacia abajo y te extraño, demasiado, y solo me queda cerrar los ojos para buscarte urgiendo en los recuerdos para sentir tu calorcito, tan tuyo y único tal como si estuvieses a ladito de mí, vaya caos de solo acordarme esa sensación de cómo nuestros ojos se miraban y nuestra piel al juntarse nos hacía sentir vivos, aunque ya no vivas más que en mí.
Traigo en mi bolsillo izquierdo una carta, si vaya!, como siempre, otra más que esperaría puedas leerla y aunque sé que nó, la dejaré dónde siempre en ese pequeño rincón de rendija donde está el resto de cosas escritas dedicadas a tí, junto con todo lo que se han ido acumulando con el tiempo.
Por cierto, te he traído tus flores favoritas, tulipanes púrpura, y me quedo contento aunque en verdad me hubiese gustado ver la expresión de tu rostro al percibir su aroma, no será posible, lo sé, pero sé que al pie de tu tumba su fragancia llegará hasta ti.
Ojalá no nos hubiéramos despedido nunca, me parto pensando que debí ser yo el que pasó aquel accidente, lo cíclico de mis pensamientos me dicen que debí compartir el Uber contigo o dejar pasar el viaje solo por robarte un beso más, un abrazo, cualquier excusa de tenerte un poquito más conmigo para sentirte.
Yo solo sé decirle a cualquiera que aún no lo sabe y me pregunta por ti, que tú me creciste por dentro, que tus raíces se amarraron tanto en mí que no podré despegarme nunca en lo que me queda de vida y lo seguiré haciendo hasta volver a encontrarte en aquello del más allá, sigo siendo tuyo, siempre, eso es lo que quiero decir.
En fin, a todo esto solo quería preguntarte: ¿Recuerdas que nos casaríamos en julio?
Yo te sigo buscando en todas partes y aunque ya no será en ningún julio de esta vida, sé bien que te seguiré pensando en todas las vidas que hagan falta hasta que en alguna de ellas suceda...
Hermano un gusto enorme saber que el primero de Julio habrá bodorrio, puedo ser padrino de borrachos, o sea yo llevo a los borrachos para amenizar el evento. Por cierto retomando el escrito, desde que los tulipanes eran sus flores favoritas debiste de ver la red flag.
ResponderBorrarRecibe un fuerte abrazo hermano.
Jajaja me postulo para ser de tu club de borrachos XD y eso de las redflgas, las gerberas son las más peligrosas, me lo dijo un Sabinero, no tengo pruebas pero tampoco dudas XD
BorrarSomos esclavos de nuestras promesas, pero no sé hasta que punto debemos serlos, demasiadas promesas pueden ser una carga pesada que nos impida salir a la superficie a respirar.
ResponderBorrarTienes razón, sobretodo en el contexto de la en historia, dónde cumplir promesas así es imposible, genera tristeza y frustración :'(
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