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60 Segundos

“…¿Dónde estarás?
Tendrás largas tardes de aburrimiento,
De Ginebra y largos cigarrillos bajos en nicotina.
Y mientras tu marido te jura,
Que no te engaña, por su vida,
Soñarás conmigo huyendo de esa rutina…”


Era raro ese sentir, necesitaba ya unas vacaciones urgentes el trabajo literalmente me estaba matando, bien me lo dijo mi padre la última vez que  nos vimos en mi cumpleaños pasado hace ya varios meses  “ya consíguete una novia, ese trabajo te esta absorbiendo demasiado y ya no estás en edad para que andes brincando de una cama a otra, busca una mina formal… ¿recuerdas aquella mina que conociste cuando andabas en Zacatecas?” era raro, mi papá no había conocido a esa mina pero creo que en una borrachera hable de más y lo que es el destino ahora estaba en Zacatecas otra vez como hace 4 años desde que salí de la ciudad de México, primero me fui a Zacatecas y de ahí me mandaron de manera provisional a Monterrey, lo bueno que era provisional y llevo 4 años en esa ciudad, me instale en la misma habitación de aquel hotel que me quede la última vez lejos del bullicio de la gente y eso que allá es una ciudad muy pequeña, recuerdo bien de miércoles a Viernes trabajamos sin parar, incluso los del hotel me hacían algunas bromas tipo “¿lo esperamos para cenar o esta vez tampoco?” lo único que realizaba era despertarme a nadar un rato y después me bañaba para desayunar y salir a las 8:45 para volver cerca de la 1 am, en verdad si me estaba matando esta rutina, lo bueno que el sábado solo revise unos pendientes y logre escabullirme un rato a conocer esta ciudad.

Me dirigí a las minas del Edén y de ahí pase al cerro de la Bufa, ya estaba ahí cuando recordé que nunca me había subido al teleférico y al parecer hoy era buena opción, me subí en el último viaje eran poquito después de las 18 horas y la persona que atendió nos dijo que por ser grupo pequeño si nos daban oportunidad de hacer el último viaje, el “Grupo” se componía solamente por 4 ocupantes, una pareja de novios, una mina y un servidor, la verdad el espectáculo era maravilloso, un gran viaje y una excelente panorámica de esa ciudad, la mina que iba sola me comento en de momento “Disculpa, ¿puedes tomarme una foto?” asentí, me paso su celular y no tomaba la fotografía, al parecer tenía tan poca carga que no me dejo tomarla, así que me ofrecí a tomarle un par de fotografías y después mandárselas por correo, ella accedió, después me tomo unas fotos a mí y estábamos intentando platicar cuando una ráfaga de viento me hizo ponerme muy ansioso, recordé mi temor a las alturas, la mina me tomo de las manos e intento tranquilizarme, vaya show estaba dando, las cosas se calmaron y llegamos sin problema a tierra firme, me disculpe y le pedí su correo, algo pasaba conmigo, sentía que su mirada se me hacía muy familiar aunque era complicado ya que no era alguien del trabajo,” Brenda” me dijo que se llamaba y fue cuando supe que no conocía a ninguna Brenda, le preste mi teléfono para que se enviara las fotos que eligió a su correo y al concluir me comento que si tenía plan, le dije obviamente que no y me invito a tomar un trago “para que se me bajara el susto” no tenía nada que perder así que decidí aceptar, fuimos a un bar modesto a 5 calles por donde estaba yo hospedado, ella era al parecer estudiante de Economía en la UNAM y que había venido a ver a su familia, empezamos a tratar temas de borrachos después de la segunda cubeta  de cervezas, después empezamos con las apuestas pendejas de tomar mezcal para el desempancé y tequila para brindar con aquellas canciones de José Alfredo que ponían, el tiempo pasaba rápido llego la hora de cerrar, “siempre me corren de los bares” dije en voz baja y ella me regalo una sonrisa muy linda, no me quería dejar pagar la cuenta pero finalmente acepto, le comente que fuéramos al hotel que estaba a unas cuadras y de ahí le pagaba el taxi a su domicilio porque en verdad no estaba en condiciones para manejar, ella no sé porque pero acepto (bueno quizás fue por el momento) y partimos en el auto que traía yo de la empresa, el camino aunque fue muy corto compartimos un par de besos y caricias muy traviesas, al llegar al hotel ella empezó a buscar en el auto algo, me dio cierta desconfianza y justo antes de preguntarle solo dijo con un gesto de espanto “¡Mi bolsa!” ¡puta madre! al parecer la había extraviado, para colmo mi teléfono se había quedado ya sin batería, le comente que si me tenía confianza marcará de mi habitación con su familia para que avisara donde estaba, puso una cara de extrañeza que supuse que fue un si cuando ella se bajó, dejé el auto en el estacionamiento y al entrar al hotel el chaval de recepción solo me hizo la seña de pulgar arriba, subimos a la habitación y ella paso de inmediato al sanitario, puse mi teléfono a cargar mientras me sentaba en el sofá individual que tenía, ella salió y justo cuando la vi a contraluz me dio la impresión de ver aquella mina que me había enamorado años atrás, Camila –Dije mentalmente- , Camila era aquella mina con la que tuve un fugaz romance hace 4 años, estuve a punto de decirle cuando me dijo “¿me dejas hacer una llamada?” le indique donde estaba el teléfono y al parecer le marco a su madre, comentándole que estaba con un amigo de la facultad y que quizás llegaría por la mañana, me pidió mi número y se lo pase apuntado en un papel, aproveche para pasar al sanitario, al salir la mina estaba leyendo unos escritos que yo tenía en la mesa de trabajo, no sé porque no me enfade, regularmente me enfado y en vez de reclamarle solo le dije “¿Gustas un Whisky?” ella solo dijo que si, así que salí con la hielera al final del pasillo para traer un poco de hielos, al volver ella seguía viendo mis escritos y de mi maleta saque un JW 18 años y un par de vasos whiskeros, jajajaja fue un poema ver su cara cuando veía que sacaba eso de mi maleta, aunque no dijo nada yo me excuse solo diciendo “es por… alguna emergencia” y empezamos a reír, al segundo whisky empezamos a confesar cosas, yo empecé diciéndole que se parecía mucho a una mina que conocí poco más de 4 años atrás con la que tuve un fugaz romance, ella al escuchar eso solo abrió más sus hermosos ojos color avellana y dijo “¿Cómo se llama esa mina? Digo si se puede saber” le di un trago a mi whisky muy largo, no se quizás no quería decirle pero ya estaba todo puesto, Ca-Camila –alcance a balbucear-, ella se paró y me dio un beso tan largo como la cuaresma, me mordió un par de veces y después se separó, no entendía nada de lo que pasaba, se acabó lo que restaba de su vaso, estiro su mano haciendo señal que le pasara mi vaso y sirvió una ronda más para los dos, dos hielos y unas onzas de whisky medidas en partes iguales en 15 segundos, y después me dijo, “¿Sabes si tienen terraza? Me apetecería fumar un poco” Marqué de inmediato a recepción y me comentaron que podía fumar en el balcón siempre y cuando cerrara bien la puerta para que no sonara el detector de humo, ahí había una mesita y una vista maravillosa a la ciudad, le comente a Brenda eso y saco los vasos, me entretuve en buscar mis cigarrillos y saque dos cajetillas una de sabor Durazno y otra de los originales de los rojos, nos sentamos viendo hacia la ciudad y le encendí su cigarrillo ella tomo uno de Durazno, cuando yo estaba encendiendo el mío, cuando ella dijo “bueno al menos ya sé con qué nombre no me debes de llamar, te recuerdo que yo me llamo Brenda” –empezó a reír y después le dio unas caladas grandes al cigarro y prosiguió- “¿y de la mina de la cual escribes es Camila?” yo la verdad no sabía que decir, no podía mentirle porque creo que en el escrito estaba plasmado ese nombre de una historia que no sucedió jamás pero le afirme que era ella pero que esa historia (que estaba escrita) nunca había sucedido, así que le di un par de caladas a mi cigarro seguido de un trago de whisky, ella se recostó sobre mi pecho y me dijo “sabes, me gusta cómo se escucha tu corazón” acto seguido me empezó a besar, nos empezamos a besar y a toquetearnos de manera traviesa, nos acabamos el whisky que quedaba en los vasos y nos metimos al cuarto pfff nos desfundamos en la cama, era maravillosa, su piel tersa y sus jadeos eran música para mis oídos, pasamos una madrugada bomba, tanto que ella se quedó dormida en mi pecho.

A las 8 am me despertó el celular, no quería contestar así que deje que siguiera sonando, se calló por unos segundos y después volvió a sonar, me pare a contestar para no despertar a Brenda, agarre el celular y salí al balcón, era de la empresa querían que me regresara a Monterrey porque tenía que viajar en carácter de urgente a la Ciudad de México el día martes, les comente que era más fácil que me fuera de ahí en el auto, lo veía más cómodo sobretodo por mi miedo a las alturas, aceptaron mi propuesta diciéndome que llevara suficiente ropa para una semana, total ya estaba pagada la noche del domingo así que no había mucho problema, regrese a la habitación y Brenda se veía perfecta acostada, la sabana la cubría una tercera parte de su cuerpo y procure taparla bien para que no pasara frio, pase al sanitario y después prepare el café en la cafetera y me serví una taza, agarre mis escritos y me salí de nuevo al balcón, mientras los releía cambiaba el nombre de Camila por Brenda y los lugares por los que había visitado el día anterior, esto mientras bebía mi café y encendía un cigarrillo, no sé qué tiempo pasó pero me sorprendí cuando ella me abrazo por detrás y me dio un rico beso, me paré para jalarle la silla y se sentará a mi lado, después fui por una taza de café para ella y cuando volví me dijo “¿Por qué cambiaste el nombre de Camila por el mío?” le respondí que si no le molestaba iba a ser la siguiente mina de los escritos, con una sonrisa de oreja a oreja me dio un beso muy grande y rico, nos sentamos en la mesa y le comente de mi viaje a la ciudad de México ese mismo día, ella me pidió si podía acompañarme para que no viajara ella sola, le dije que sí, nos bañamos y bajamos a desayunar, pase a recepción para comentar que dejaba la habitación en unas horas y agradecía su amable servicio, subimos a la habitación y arregle mis cosas, bajamos por el auto y pasamos al bar para preguntar si su bolsa se había quedado ahí, nos la entregaron y fuimos rumbo a su domicilio ella iba a pasar por sus cosas y esa misma tarde saldríamos a la ciudad de México.

Eran las 12 horas, yo me había quedado en el auto enviando los reportes de Zacatecas que todo había quedado bastante bien y comentando a mis subordinados que estaría unos días en la Ciudad de México para que no me esperaran a la comida que tendríamos agendada el miércoles por el cumpleaños de MariJo mi asistente personal, justo había enviado el correo cuando salí del auto para fumar un cigarrillo, cuando subí la mirada estaba enfrente de mi Camila, no supe que hacer más que saludarla, seguía igual de hermosa que la última vez que la vi quizás con unos kilos de más pero bien distribuidos, me saludo de igual forma y empezamos a charlar como viejos conocidos, al decirle que estaba esperando a una mina porque iba a partir a la ciudad de México, llego un tipo que de inmediato me presento como su esposo y yo era un amigo de años, salude con cordialidad y ellos siguieron su camino, encendí mi cigarrillo mientras esperaba, mi teléfono empezó a sonar con un número de la Ciudad de México así que rápido conteste, era Brenda que me decía que la alcanzara una calle hacia el sur de su casa, había pasado a casa de unos amigos a recoger unas cosas, me subí al auto y pase por ella, después salimos rumbo a la ciudad de México a las 13 horas exactas, hicimos poco más de 7 horas, al llegar le pedí su dirección para irla a dejar pero contrario a lo que esperaba me dijo que quería pasar esa noche conmigo y al otro día si podía pasarla a dejar, pasamos al hotel donde siempre me hospedo cuando me mandan de la compañía, a 2 calles del Ángel de la independencia y a 1 calle de glorieta de insurgentes, la habitación misma piso 9 cuarto 01, al bajar el equipaje nos fuimos directo a la habitación para bañarnos y salir a cenar algo, ella se metió a bañar primero y me pidió que le llevara una toalla, se la lleve y ahí empezamos nuevamente con las caricias traviesas, nos terminamos bañando los dos juntos y terminamos en la cama nuevamente, ella se recostó sobre mi pecho y volvimos a quedarnos dormidos, eran las 22:30 cuando ella me despertó con un rico beso diciéndome “despierta dormilón” subimos a fumar mientras tomábamos unas fotos de lo hermosa que se veía la ciudad de noche, nos cambiamos, pedimos un uber para ir a cenar algo, nos terminamos adentrando a un pub ingles donde bebimos y comimos súper a gusto, no dejaba de mirarla a los ojos y ella no dejaba de entrelazar sus dedos con los míos, llegamos a la habitación, ella era hermosa tenía un cierto rubor en las mejillas quizás por las cervezas, saque el whisky de emergencia y bebimos un par de tragos mientras charlábamos en la cama abrazados, le comente que cuando la esperaba a unos metros de casa de sus papás me había encontrado a Camila con su esposo, ella me hizo muchas preguntas que le respondí con sinceridad, después ella se sinceró conmigo diciendo “¿Qué pasaría si te digo que Camila es mi hermana, me lleva casi dos años?...” me quede congelado, no sabía que decirle, cuando ella prosiguió “sabes, yo ya te había visto en fotografía, un día Camy me prestó si ipad para subir mi escrito –porque también me gusta escribir susurro- empecé a ver con que foto podía terminarlo y vi unas fotos de ustedes, ella al acercarse se dio cuenta y me quito su ipad y las borró, me empezó a decir varias cosas y después se fue… pero regreso más tranquila minutos después y platicamos un poco, me decía que no le dijera a nadie pero que eran las fotos que se había tomado con un chavo del cual se enamoró pero un día él se tuvo que ir, ella cambio su número de celular y no pudo recuperar el correo que tenía, quizás por eso nunca más supiste de ella” no supe que decirle, solo la acerque más a mí, ella susurro un “perdón, pero desde que te vi en esa foto te me hiciste interesante y cuando te vi en el cerro de la Bufa te seguí, tenía la intención de decirte que era hermana de Camila pero… me deje llevar por el momento, incluso el correo al cual mandé las fotos era el de ella, mande una foto tuya diciéndole -mira quien anda en Zacatecas- discúlpame pero creo que me enamore de ti” no sabía que decirle así que solo alcance a darle un beso frio, ella lo notó e intento separarse de mí sin éxito porque seguí abrazándola, yo empecé a contarle mi historia sobre Camila, pero que me daba gusto saber que ella ya estaba con una persona, aunque yo notaba que ella no lo quería a él, hicimos el amor un par de veces en esa noche y a la mañana siguiente la pase a dejar al depa que rentaba en Copilco muy cerca de CU.


Empezamos un noviazgo, yo iba muy seguido a la Ciudad de México por mi trabajo y en días festivos ella iba a Monterrey a verme, teníamos muchas ilusiones y habíamos dejado de lado el que yo hubiera conocido antes a Camila, eso le hice creer, pero platicaba a la par con Camila por el Whats, después de que recibió las fotos me contesto el correo y después intercambiamos números telefónicos y nos mensajeábamos seguido, llevábamos cerca de 18 meses andando con Brenda cuando un 18 de noviembre nos enojamos porque yo no quise ir a casa de sus padres a Zacatecas para pasar el 20 de noviembre. Recapacite y sin avisarle partí de Monterrey a Zacatecas, poco antes de llegar a casa de sus padres recibí una llamada de Camila preguntando si iba a ir con sus padres porque Brenda estaba un poco triste, le comente que iba llegando a Zacatecas para verla de sorpresa, me decía que iba a estar con su hermana en un restaurante del centro en 1 hora, le dije que allá las alcanzaba solo iba hacer check in al hotel, pase al hotel me bañe y salí informal pero presentable, fui al restaurante y solo estaba Camila sentada, me senté a su lado y me dedique a observar a Camila -créanme que Brenda era más Bonita que Camila pero sentía más atracción por Camila-, le pregunte por su hermana y me comento que no tardaba en llegar pero que fuéramos pidiendo algo de comer porque moría de hambre, comimos y pedimos unas cervezas, se me hacía raro que no llegara Brenda, pero no dije nada, de un momento a otro ella me besó, yo le respondí el beso quizás más por ganas de sentir sus labios que por el momento, las cosas se fueron dando y no sé como pero cuando acorde estábamos haciendo el amor en mi habitación, terminamos rendidos en la cama y ella tomo varias fotografías estando los dos en la cama con mi teléfono con la excusa de que guardara bien el momento porque nunca más se iba a repetir, tuvimos otra sesión maravillosa y salí por hielos para tomarnos un whisky, al regresar cosa de 60 segundos, ella me dijo que me habían llegado unos mensajes, al revisar vi que no había ninguna notificación pero la primera conversación era con Brenda y tenía un par de días que no hablaba con ella así que se me hizo raro y la abrí , mi sorpresa fue que Camila le había mandado las fotos a su hermana con el texto que decía “mira quien anda en Zacatecas”… 


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