Sin palabras

“… y por ultimo escuché
A mi familia llorar
Aquí termina la historia
De mi propio funeral…”


Existe una aparente calma, no se escuchan ruidos ni siquiera logro escuchar el bombeo de la sangre dentro de mi cuerpo, me encuentro con los ojos cerrados y no puedo sentir nada, de pronto abro los ojos y escucho como alguien está gritando y llorando diciendo “Esto no es posible, no, no, debe de existir un error”  pero al parecer el médico dice que es verdad, no hay marcha atrás, no puedo ver a la gente llorar… nunca me ha gustado, pretendo que no pasa nada hasta cuando me veo con el torso desnudo sobre una camilla y fue cuando entendí porque estaba llorando esa persona, me veo con tranquilidad como si estuviera dormido pero no me muevo, esa sonrisa un tanto sarcástica que siempre me caracterizo ahí mismo la porto, no quiero seguir, pienso que es un mal sueño, así que cierro los ojos hasta cuando pierdo la noción de mí.

Empiezo a recordar todo, estoy sentado en mi sillón favorito lo sé porque huele a mi casa, parece que traigo un aparato como de realidad virtual ya que veo en 360° hasta que me doy cuenta que lo que se reproduce es mi vida, empiezo desde la impresión de mis padres al saber que había nacido, ver la felicidad de mis padres en especial de mi madre el sonreírme y decirme cuanto me quería, después veo a unos tíos y allegados a la familia, se ven más jóvenes digamos que más de 30 años pero puedo reconocerlos, me doy cuenta que estoy sonriendo, la película sigue pasando momentos tan buenos desde travesuras con mis amigos como con mis primos, la escuela, los maestros, los compañeros, incluso pude ver cuando tome mi primera cerveza, voy admitir que sentí un poco de tristeza cuando aquella mina me dijo que no íbamos a poder seguir viéndonos, volví a ver todo, desde mi comida favorita, mi trabajo, mi escuela, mi familia, las decisiones tan acertadas que tome, unos cuantos golpes tanto físicos como emocionales, mis amigos, la gente del diario que veía, todo fue tan rápido que quería abrazar a cada uno de ellos, pero no podía regresar la cinta para volverlos a ver, de pronto vi algo que aún recuerdo, la muerte de la persona que más he querido en mi vida el ultimo puño de tierra que le eche para despedirla, sentía que iba a llorar por eso volví a cerrar los ojos y me recosté en el sillón, todo se puso negro y sentí que caí en un profundo sueño.

Abro los ojos y me veo de frente, estoy ahí acostado en un cajón de madera con un cristal que me separa con las personas que vinieron a visitarme, estoy con mi guayabera preferida y encima a la altura de mi pecho la playera de mi equipo favorito y una vela, cierro los ojos pero intento escuchar, la gente platica y entre la plática escucho mi nombre, me dicen todo, recuerdan todo de mí,  desde travesuras, borracheras, palabras de aliento, acciones, desveladas por muchos motivos, bueno un sinfín de cosas escucho y me da gusto saber que me han venido a visitar, incluso son tantos que no puedo escuchar todo, dicen tantas cosas que yo dudo incluso si fueron ciertas, sonrió un poco y escucho uno a uno de los que vienen a platicar conmigo.

Esta es la segunda noche, la gente no ha parado de venir sé que no me hubiera gustado juntar a tanta gente por este motivo pero me da gusto saber que me han venido a visitar, escucho sus plegarias y quisiera agradecer a cada uno de todos los presentes y ausentes, aquellos que hicieron posible mi estancia en este mundo, les mando señales para que se den cuenta que si los estoy escuchando, incluso tuve que tirar un cirio Pascual porque sabía que esa persona era muy incrédula, respiro hondo y cierro los ojos de nuevo.

En el acto religioso noto que mucha gente ha venido, incluso personas que no les gusta estar en ese tipo de recintos ni eventos pero me están acompañando, después veo como me suben a una camioneta y la gente empieza a desfilar camino hacia el panteón, me vienen siguiendo a paso lento muy lento, rezando, recordando, con lágrimas en los ojos y sonrisas al recordarme, en el descanso vuelven abrir el féretro, me ven por última vez y después me llevan cargando familiares y amigos, hay mucha gente, me dan las últimas palabras, me vacían una cerveza y también me avientan mi último puño de tierra, dentro de los que están alrededor veo que sin abrir la boca me dice “si vieras cuanta gente vino a despedirte, casi aseguro que te paras solo para decirnos gracias… Descansa junto con la persona que más quisiste en tu vida… Nos vemos pronto…” cierro los ojos y empiezo a tomar mi nuevo camino…

Estimados lectores, este post lo hice sin ánimo de ofender a nadie, una gran persona en días anteriores dejo este mundo terrenal y quise dedicarle una entrada sin dar detalles para evitar alguna molestia de amigos o familiares… solo quería recordarlo…

Hasta siempre hermano, algún día volveremos a retomar esas charlas y podremos decir salud nuevamente con una de Tancitaro en mano…



Comentarios

  1. Lamento mucho tu perdida amigo... =(
    que difícil cuando alguien tan querido se va de nuestro lado, solo nos quedan los recuerdos.. por eso hay que disfrutar a los que aun están lo mas posible y nunca guardarse nada, ni una palabra de cariño, ni un reproche, ningún comentario... que el dia que nos vayamos de este mundo nos vayamos en paz

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    Respuestas
    1. Gracias... Exacto hay que disfrutar a los que queremos todo el tiempo... Gracias... Un abrazo

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