La locura, lo-cura todo
“…Chiflado tú me
vuelves
Eso está un poco
loco
Tú mente que despega
Tú siempre con ideas
Con mi cabeza juegas
Todo es un poco loco…”
En si no era tan mala idea, un
amigo en vista de que no podía olvidar a una mina me recomendó utilizar ese
tipo de aplicaciones para hacer citas por internet en base a los intereses (más
bien en base a si te gusta en la fotografía), en si no era tan mala idea, era como
de esos inventos que hacen los Millenials para evitar el cortejo y el
enamoramiento, ya que piensan que detrás de una maquina se puede hacer todo de
una forma más fría, pero bueno cumple con la función, le hice caso a mi amigo y
subí mi perfil, iba familiarizándome esta nueva aplicación para mi digamos que
soy bastante menso para la tecnología, en si es como una mezcla de Instagram y Facebook,
pero sin memes, Piolines, ni bendiciones ni nada de eso, vaya después de dar
varios match encontré a una que hizo match conmigo y salimos se llama Verónica
y después de una charla breve por un par de días nos quedamos de ver en un bar
cercano al centro, que era donde vivía, me sentía sumamente nervioso, pasaba
por mi mente esas imágenes de películas que había visto de redes de tráfico de órganos
y cosas así, llegó por fin ella, yo estaba en la barra, era muy parecida a sus
fotos, con un maquillaje excesivo, traía consigo un vestido corto ceñido al
cuerpo, el cabello planchado y oliendo a Carolina Herrera, se sentó a mi lado y
nos saludamos como viejos conocidos, empezamos a platicar y a beber unos
tragos, después de un tiempo paramos para salir a fumar, yo iba viendo hacia
todos lados, esperando ver a alguien que estuviera siguiendo los movimientos
pero por fortuna no, fumamos por el tiempo de dos cigarrillos y regresamos a la
barra, seguimos bebiendo y el alcohol empezó hacer efecto en nosotros, paramos
a bailar mientras sonaba una canción de moda de reggaetón, yo bastante torpe
con mis movimientos y ella bailando como las chicas que salen en los videos de
ese género musical, después seguimos bebiendo pero ya intercalando los tragos
con besos, las caricias traviesas empezaron a hacerse presentes hasta que de mi
salió el típico “¿y si vamos a un lugar más
privado?” ella empezó a reír por mi forma de decir, me tomó de la mano y
salimos del bar, nos subimos a mi auto y entramos a un motel, vaya pasó lo que
todos se imaginan, yo procuraba no dormirme después del acto, así que cuando
sentí que el sueño me vencía, me despedí de ella comentándole que otro día nos veríamos,
pero nunca lo hice.
Así pasaron 6 o 7 citas pero ya
sin tanto preámbulo en los bares, más bien ya tomábamos en las habitaciones de
los moteles, pero a decir verdad también me empezó a aburrir eso, digo siempre
pasa eso en mi vida, las cosas me aburren después de que se hacen rutinarias,
estaba dándome por vencido de esa forma de conectar con la gente hasta que un
día hubo un match con una mina de las que siempre he soñado, ella se llamaba
Erika, era de un estado del occidente del País, estudiaba Psicología en la
máxima casa de estudios, me sorprendió en si cuando hicimos la cita propuso una
cafebrería, era el concierto de un canta autor que escuchaba yo en la
preparatoria, me dije que sería la última chica que vería por ese medio, así
que después de concretar la cita, borre la aplicación de mi celular. Ese día me
bañe saliendo del trabajo, busque ir con unos jeans desgastados, unas botas
jeep algo viejas, una camisa a cuadros, mis tirantes azules, con barba de 5 días
que solo le di forma, al llegar al lugar pedí la mesa previamente reservada y
me senté a esperarla mientras bebía una cerveza artesanal y un tipo decía unos
poemas 30 minutos antes del evento principal, estaba en la pendeja total cuando
recibí una llamada, era Erika diciendo que ya estaba a fuera del lugar, salí
por ella ya que yo había comprado los tickets para el evento, al salir no podía
creerlo, era una mina de 1.60mts, unos 50 kg de peso, iba vestida con un traje
sastre que se amoldaba a su cuerpo, cabello recogido pero se adivinaba que era
chino, un maquillaje muy discreto que solo acentuaba sus facciones, era hermosa
y estaba bastante buena, era como de esas minas con las que siempre soñé tener
algo, nos saludamos con un beso en la mejilla y un abrazo, pareciera como si
nos conociéramos de tiempo atrás, pedimos unas cervezas artesanales y una orden
de alitas para compartir, ella me decía que era la primera cita por ese medio,
estaba haciendo un estudio sobre la interacción de las personas con las nuevas tecnologías,
yo le dije que ya tenía un historial corto, las cosas se fueron dando bastante
bien, ella se notaba un poco nerviosa, tomé su mano diciéndole “no te preocupes, no soy un tipo que se
dedique al tráfico de órganos ni de personas, no te voy asaltar, ¿te parece si
disfrutamos el pequeño concierto?” ella se me quedó viendo a los ojos, y me
regalo una sonrisa, debo de decir que la sonrisa era su mejor maquillaje,
empezamos a corear las canciones del cantautor, me sorprendió un poco ver que
ella también conocía las canciones, al finalizar el pequeño recital me disculpe
y le dije que volvía en un minuto, camine rumbo al sanitario hasta cuando vi
que ella no me observaba, fui con el cantautor y lo felicité por su actuación y
le invité una cerveza en mi mesa, él venía conmigo, llegamos por la espalda de
Erika y le tome de los hombros y le dije “mira,
te presento a un viejo amigo” ella se ruborizo cuando vio al cantautor, se
sentó enfrente de nosotros dos y pedí 3 cervezas, platicamos acerca de sus
canciones y nos tomamos unas fotografías, estuvo cerca de 10 minutos con
nosotros hasta que se acercó una persona de su staff y le dijo algo al oído, él
se despidió de nosotros no sin antes agradecer el tiempo que compartimos, nos
terminamos la cerveza y ella se disculpó diciendo que iba al sanitario,
aproveché el momento y le hice un escrito corto en una servilleta, diciéndole lo
bien que estaba pasando con ella y lo hermosa que era, vi que venía de regreso
con cara de pocos amigos y guardé de inmediato mi servilleta en la bolsa de mi
camisa, al llegar se disculpaba por que tenía que retirarse, le agradecí el
tiempo y le propuse acercarla en mi auto, ella me dijo que no, que pediría un
uber, y así lo hizo, pagué la cuenta y salimos para fumar un cigarrillo en lo
que llegaban por ella, veía que me miraba a los ojos, se sonreía y se
ruborizaba también, pero no me decía nada, aun no nos acabábamos el cigarrillo
cuando llego el auto, nos dimos un beso en la mejilla y un abrazo fue cuando
aproveché y le metí la servilleta en su saco sin que se diera cuenta, ella dijo
que me marcaba pronto y se marchó.
Pasaron varios días, para ser
exactos una semana, me encontraba muy ansioso, quería saber de Erika pero al
parecer ella no quería saber de mí, no contesto las 3 llamadas que le hice, ni
tampoco los mensajes, no podía decir que estaba enamorado, bueno tal vez si
pero sacó lo peor de mi por no darme la atención, fui al aeropuerto por un
amigo que tenía años de no verlo, le platique lo acontecido y en medio de risas
solo dijo “lo pendejo nunca se te va a
quitar, ¿cómo conocer a alguien por esas aplicaciones y decir que te has
enamorado?, pero eres un cabrón con mucha suerte, espera un poco chaval, espera…”
pero bueno era mi amigo y sabe que lo que menos hago es esperar, me estaba
llevando la chingada y no podía hacer nada, pero bueno después estábamos tomándonos
unas cervezas hasta que me llegó un mensaje con varias fotografías, lo abrí y
me quedé atónito, la última imagen decía “vaya,
no eres un mentiroso, si existe” y era un cuadro de un cerdo que está en un
lugar que venden hamburguesas vegetarianas y carnitas estilo Uruapan, en la
ciudad de Morelia, las imágenes eran de la misma ciudad, estaba seguro era
Erika, quería marcarle y decirle que la he echado de menos pero no lo hice,
solo contesté con un “espero me traigas
unas morelianas” haciendo referencia al dulce típico, ella no volvió a
contestar y quedé intrigado.
Pasaron cuatro días más y recibí
una llamada, ahora sí de su número, quedamos de vernos en la misma cafebrería
al día siguiente. A pesar de que se empalmaba la hora con mi hora de salida, me
valió una chingada y me salí temprano del trabajo para llegar a tiempo, ella
demoraba en llegar así que empecé a leer “Vivir para contarla” de Gabriel
García Márquez mientras tomaba una cerveza, al llegar me tapo los ojos y supe
que era ella, me paré para saludarla y
mi sorpresa fue mayor, me dio un beso en los labios más rico que la cerveza que
estaba tomando, sentí una explosión como si los astros se hubieran alineado,
como si una descarga eléctrica pasará por todo mi cuerpo, me sentí vivo
nuevamente, se sentó y charlamos acerca de su viaje, no sé porque le conté de
las palabras de mi amigo y ella se sonrío diciendo “vaya, ojala algún día pudiera conocerte tanto” y me dio otro beso,
empezamos a besarnos tanto que se nos olvidaba en qué lugar estábamos, nos
comportamos un poco, seguimos bebiendo y platicando, podría decir que es la
persona con un desorden mental tan cabrón y que se desarrollara tan bien en la
sociedad, al terminarnos la cerveza me pidió acompañarla a donde rentaba porque
me tenía una sorpresa, nos fuimos en mi auto y me dijo “vaya, bonita pinta traes, hasta pareciera que me vas a pedir matrimonio
hoy mismo” yo empecé a reír quizás por nerviosismo o que se yo, pero bueno
era parte de la magia de Erika, ese desorden mental que la hacía ser única; al
llegar a su depa me pidió esperarla a fuera, tardó cerca de 5 minutos y salió
con un par de maletas grandes y se veían pesadas, supongo que fue muy graciosa
la cara que puse, porque ella me dijo “estas
de suerte chaval, me voy a vivir contigo” y ahí fue cuando supe que su
desorden mental me iba acarrear problemas, yo siempre le había huido a una relación
seria, quisiera que te imaginaras un poco, has visto a una persona solo dos
veces en tu puñetera vida, la conociste por medio de una aplicación de citas y
de pronto te dice que se va a ir vivir contigo, ya se cuál es la respuesta que están
pensando y sí, yo hice lo mismo le dije “adelante,
mejor sorpresa no pude haber esperado, yo pensé que me darías un paquete de
morelianas o un recuerdo de Morelia, pero esto es mucho mejor” agarre sus
maletas y las metí a mi auto, tomamos camino a mi casa y en el camino ella me
besaba en cada oportunidad y decía lo afortunada que había sido el encontrarme,
yo la verdad no tenía ni puta idea de que chingados estaba haciendo, no sé
porque carajos no supe decir no, pero ella me sacó de mis pensamientos diciendo
que me estacionará debajo de un árbol frondoso que estaba como a cien metros y
así lo hice, pero vaya sorpresa, se quitó el cinturón de seguridad y se me
abalanzo con una lluvia de besos, lo único que hice fue reclinar por completo
mi asiento y cuando acordé, ella me estaba cabalgando dentro de mi auto, en una
avenida secundaria y solo un árbol frondoso nos cubría, no se cuánto tiempo fue
pero al terminar ella se pasó a su asiento y yo me quedé recostado en el
asiento del piloto queriéndome dormir, me sentía tan exhausto y extrañamente
tan bien, que solo quería dormir, ella me dio un beso y dijo “vámonos a casa, que aquí no es lugar para
dormir” no tenía ganas de decir ningún comentario, por fortuna ningún policía
nos vio o si nos vio se hizo pendejo para dejarnos disfrutar, llegamos a casa y
a partir de ese día les puedo decir que mi vida cambio.
En estos 5 años que tengo con
ella viviendo juntos, tengo 2 hijos de 3 años y 1 año pero ninguno con ella, el
más grande es con mi mejor amiga y el más pequeño con su mejor amiga aquella
mina que era su roomie, si piensan que ella no lo sabe les diré una cosa, su
desorden mental es tan cabron que convenció a las minas de tener un hijo mío
porque ella no se sentía lo suficientemente guapa, doy gracias a los dioses
existentes ya que si ella llegará a tener un hijo, lo más probable es que
saliera con un desorden mental muy similar, aunque debo de confesarles algo,
vivir con ella es como vivir en un mundo diferente, he cambiado todo en mi
persona, incluso mi forma de pensar, aunque ya no soy el mismo pero me siento
bien, creo que enamorarse de una persona con un desorden mental ayuda, recordé
una frase que decía “la locura, lo-cura
todo”…
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