Todo en singular
“Yo no sé cuánto me quieres,
Si me extrañas o me engañas,
Sólo sé que vi llover,
Vi gente correr,
Y no estabas tú”
“Todo en singular”, fue lo último que escuché de sus labios brotar,
aún recuerdo esa mañana como si hubiese sido ayer, no hubo más ni menos palabras
que me llegaran tanto al corazón, “Todo
en singular” ¡chingao! Lo repetía una y otra vez como niño que recién aprende
a hablar, ella estaba frente a mí, con sus ojos color negro como la noche,
incluso te perdías tanto en ellos que podías crear un universo, fue cuando me
clavó su mirada y me tomó de ambas manos para decirme; “Recuerda que lo que uno siente, muchas veces la otra persona no lo
siente de la misma manera, para poder hablar en plural, las personas
inmiscuidas deben de estar en el mismo cuerpo, con la misma mente y compartiendo
el mismo espíritu, si no, créeme que no puedes hablar en plural, más bien lo
que debes de decir sería, todo en singular”, me quedé mudo, de mi boca no
brotó ni siquiera un reproche, no dije nada, pareciera que me hubieran cosido
la boca con esas palabras, lo único que hice fue escuchar esa oración de forma
ininterrumpida, después resonaba en mi cabeza sin parar, “Todo en singular”, le di la razón, hice un ademán queriendo decir
algo pero guardé silencio, por fin después de tantas disputas ella tenía la razón,
no había nada que agregar, no importaba si estaba yo perdidamente enamorado o
si pretendiera que los años que estuve tras ella valieran la pena para poder
argumentar algo, ¡nada importaba!, ni si quiera las salidas al cine, ni los
helados que nos comimos juntos, tampoco los café que bebimos mientras esperábamos
el tiempo pasar, menos las cervezas con las cuales dijimos al unisonó “¡Salud!” tantas veces, menos las caricias
que nos dábamos bajo la mesa, mucho menos importaban las regañadas que tuvimos
por dejar de hacer cosas para estar juntos, ni tampoco valieron los “te quiero” y mucho menos los “te amo”, y para que hablar de los besos
que nos dimos o de las noches que pasamos juntos, ya nada de eso valía, ella lo
había matado todo con una maldita frase, “Todo
en singular”.
Estaba masticando el sabor de la
derrota, parado frente a toda esa gente que me vieron caer pero que quizás nadie
se dio cuenta, nadie estuvo para decirme, “¿necesitas
algo chaval?” o que me dieran un abrazo y me dijeran, “venga no pasa nada, minas como ella sobran”, pero no, pareciera como si a todos les valiera una
chingada lo que pasaba, incluso a ella que después de pronunciar esa frase vi
lo más frio de su persona o bueno mejor dicho, por fin la conocí, ¿Por qué lo
digo? Porque no hizo el intento de voltear a verme desde que se fue, solo siguió
caminando hasta que desapareció de mi campo visual, no quiso voltear a verme,
tampoco hacerme una llamada y mucho menos un mensaje, fue cuando comprendí el
significado de su frase, “Todo en
singular”.
Como pasa en todo momento la
primera persona que se dio cuenta de mi estado fue mi mejor amiga, que después de
compartir comida en ese restaurante de comida Italiana me dijo, “Sabes, algo tienes, ¿qué chingados te pasa?”,
la volteé a ver y con una sonrisa solo le dije, “nada, por cierto, ¿te habían dicho que cuando sonríes creas un universo
paralelo?”, fue cuando ella me dijo, “Déjame
marcar de tu cel, me quede sin batería”, esto mientras alzaba su celular de
la mesa y veía que estaba apagado, de inmediato se lo di y seguí pensando en la
inmortalidad de las palabras, no sé cuanto tiempo pasó, pero de pronto cuanto
volteé a verla nuevamente estaba viendo fotografías mías, vaya lo supe porque
ella misma me lo dijo, “pues se ve que la
quieres mucho”, me quedé pensativo mientras le contestaba con otra pregunta
“¿Crees? Y porque no dijiste algo tipo, se
ve que se quieren mucho”, ella hizo una mueca mientras seguía pasando las fotografías,
sus labios no le alcanzaban en espacio para poder moverlos de un lado para otro
en señal de desaprobación, me desesperé de verla mover tanto la boca que le
dije, “no te pongas celosa que también a
ti te quiero muchísimo” ¸ ella por fin habló, “¿Ella conoce tus gustos? ¿sabe que te gusta algo más que el futbol, el
whisky, el café, el tabaco, chingar a la gente y la posición en la cama?, ¿Algo
distinto sabe?, ¿Sabe como hacerte sonreír con algún detalle?, Perdón, déjame adivinar,
es de la que te dice, tu compra y yo pago, ella no te conoce, ¿sabe que te
encanta escribir sobre otras cosas que no son ella?, ¡te apuesto a que no!,
ella piensa que tu solo vives para ella porque la quieres, pero no creo que
ella te quiera tanto, ella no sabe que te vale madre si sales en Bóxer a la
tienda, ni tampoco que te la pasas hablando con toda la gente que se cruza en
tu camino, pero ella no tiene la culpa, ¡no señor!, ella no sabe que te gustan
tantas cosas porque no lo externas, porque uno tiene que estar buscándote para
encontrarte las cosas. Perdón ya no voy a decir nada, no quiero que contestes
ninguna pregunta de las que te hice, tampoco que te pongas a pensar si su relación
va para bien o para mal, solo era un punto de vista muy personal”; me quedé
pensativo después de escucharla hablar, pareciera que por fin estaba poniendo atención
a todo lo que me decía, solo asentía sin decir nada, acabamos de comer y nos
fuimos a nuestras respectivas casas, quizás ya tenia yo muchas cosas que
reflexionar.
No recuerdo bien si eran las 2:55
am o las 3:00 am, pero tomé mi celular y le marqué, hasta el quinto tono atendió
la llamada, “¿Bueno, está todo bien
chaval?”, yo con la mirada fija en la pared color durazno de la sala le
dije, “si todo bien, sabes, necesito decirte
algo”, ella con voz muy ronca y quizás sin mucho ánimo de hablar me dijo, “¿tiene que ser ahorita?, Son las 3 de la
mañana y yo tengo que trabajar al rato”, yo seguía viendo al punto fijo casi
sin parpadear, “si, tiene que ser
ahorita, van a ser 2 minutos quizás pero es que quiero decirte que tu y ella
tienen la razón, bueno siempre la habían tenido pero cada quien por su lado, es
muy extraño todo esto pero creo que también puedes entenderme, sabes hoy
aprendí dos cosas; la primera es que uno debe de hacerle caso a lo que diga una
mujer que en verdad te conoce, y la segunda es quizás lo mas complicado pero lo
que hable uno de una relación o de otra, de un partido de futbol, del trabajo,
de un libro, de lo que sea, entiende bien, ¡de lo que sea!, uno tiene que
hablar, todo en singular.”
quien te dijo que quitaras disqus
ResponderBorrardesapareció cuando cambie de tema.
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