No todos los días se casa el amor de tu vida
“…besó una copa llena de cenizas,
Me miró,
Me dio el humo en
sus manos,
Lo fumé…”
La vida da muchas vueltas y la
verdad yo nunca había pensado eso, ahorita me encuentro fuera de una iglesia mientras
fumo un cigarro, ¿Qué pasó? Vaya ahorita les explico.
Viví un par de años en Tampico,
era todo de maravilla incluso yo me sentía muy bien ahí, tenía una novia que era el amor de mi vida pero de pronto,
de un día para otro en la empresa me dijeron “tienes el ascenso que estabas
buscando, se dobla tu sueldo pero te vas a Michoacán, es para salir el domingo
y te presentes el martes” yo no sabía qué hacer, tenía mi novia ahí, tenía
unos amigos, mi bar de confianza, iba a ver a la Jaiba brava y de pronto
cambiar todo por algo que estaba buscando todo este tiempo, les dije que si y
me fui directo con MaFer mi novia.
Llegue al café donde siempre nos veíamos
los jueves, era extraño ella llego muy feliz, traía un pastel en las manos y me
pidió ese expreso con whisky escoces que tanto me gustaba, fue cuando recordé que
era nuestro aniversario, ¡puta madre, lo había olvidado! Por fortuna le mandé un mensaje a un amigo diciéndole que se jalará con su mariachi y pasará por un
arreglo de tulipanes. Salvé la noche pero no podía decirle que me iba el
domingo, que quizás ya no iba a volver, siempre me había dicho que tengo un don
maravilloso para joder los mejores momentos y esta vez no quise darle la razón,
así que no le dije nada, fue una noche excepcional, donde nos jurábamos amor
eterno y ella había hecho una historia donde decía que el destino era muy
caprichoso al hacernos coincidir, yo viniendo del centro del país después conocernos
en esa cafetería cuando su novio la había dejado y ahora estábamos más unidos
que nunca, yo solo suspiraba no quería decirle nada. El viernes amanecimos tan
felices como en tanto tiempo no había sucedido, le hice los waffles que tanto le
gustaban y dijo que no iba a ir a trabajar, le dije que yo tampoco que quería hablar
con ella, mientras desayunábamos malteada de fresa y waffles con mantequilla y tocino le
dije “sabes, en la empresa me dijeron que tenia que irme a Michoacán, es por
crecimiento, pero voy a trabajar los 7 días a la semana para venirte a ver una
vez al mes…” ella se me quedo viendo, hizo una mueca de desagrado, sentía que
me iba a dar una cachetada, sentía que me iba a mentar la madre, sentía que me
iba a aventar la comida, pero no, no fue así, solamente me dijo “qué bueno,
es el puesto que querías” y ya fue todo, termino de desayunar y me pidió
que no fuera a trabajar, que la íbamos a pasar muy bien, se iba a tomar como
una despedida temporal y no mintió, creo que hasta el momento fue el mejor día
de mi jodida vida.
Vaya, ya después de un tiempo y como era de imaginar ella no quiso saber de mí, incluso fui varias veces a visitarla pero siempre me mandaba al carajo, hasta que un día desistí y los viajes que hacía de placer o del trabajo solo me veía con las amistades que había dejado allá.
En Michoacán conocí a una chava maravillosa se llama Deyna, todo iba bastante bien con ella y en un viaje que tenía programado en la empresa a Tampico me enteré que un tío de ella que vivía en esa ciudad estaba muy malo de salud, así que de inmediato le marqué y le dije que viniera a ver a su tío, elseñor fue una persona que desde un inicio tuvimos buena relación, incluso fue el primero de su familia en aceptarme y yo le guardaba mucho cariño, ella tomó el primer vuelo y a su tío le quedaban pocos días de vida en verdad e hizo una petición, le dijo que le dejaba una casa que el tenía en Michoacán pero con la condición de que ella se casará conmigo en quince días, en ese momento yo le dije que por mí no había problema, ella dudó y dijo que si, saliendo de ver a su tío nos fuimos a la cafetería que encontramos abierta en ese momento, sobra decir que era donde me veía con aquella que fue el amor de mi vida si hablo de MaFer, pero bueno estábamos platicando sobre Cómo le haríamos para la boda, algo no muy ostentoso y tendría que ser en quince días, su tío conocía a una persona del clérigo y podría adelantar todo para que se hiciera esto para que el tuviera ese gusto de vernos casados, justo estábamos platicando de ello cuando llego Paulina, una amiga que tenía en común con MaFer, nos saludamos después de mucho tiempo de no vernos, yo no quería decir nada pero Deyna le invito a la boda, Paulina nos felicitó y quedamos en irle a invitar en los siguientes días ya con la formalidad que se merece.
A pesar de que todo fue muy rápido,
pudimos hacer que viniera gente de su tierra, parte de mi familia también vino,
compañeros de trabajo y amigos de Tampico también hicieron el esfuerzo, todo
iba de maravilla, digo me había gastado todos mis ahorros para poder hacer la fiesta,
pero quizás el esfuerzo valdría la pena, a Deyna la quería mucho y quizás ya
era tiempo para sentar cabeza. Todo iba perfecto, se siente muy extraño cuando
volteas en plena misa y ves a tanta gente atrás de ti, personas que están con
el celular, otras atentas, unos más llorando en silencio, otros con cara de
felicidad, otros con ganas de que el banquete ya empiece, vaya es muy extraño,
el mundo se cierra a lo que existe en esa iglesia, pero hubo algo que me
extraño, se escucharon unas zapatillas como corriendo, todos de forma
amenazadora volteamos, era una chica enfundada en un vestido de noche color
negro, entallado, con un maquillaje exagerado y un peinado de salón, se notaba
a leguas que iba muy borracha, de pronto cuando levanto la mirada me vio y si, ya
se que adivinaste, era MaFer, solamente me sonrío y se disculpó, todos la veían,
me sentí tan nervioso, sentía que en cualquier momento iba a decir algo, sentía
que todo se iba a acabar, pero todo fue muy bien, creo, cuando el sacerdote
dijo que si nadie se interponía, solamente se escucharon cuchicheos, hicimos
los votos y después del beso, me desmayé
Al despertar a la primera persona
que vi fue a MaFer, estaba junto a Deyma, su tío y Paulina, estábamos a fuera
de la iglesia, ¿la gente? Ya se había ido al banquete, le dije a Deyma y a su tío
que me dejarán fumar un cigarro con MaFer y Paulina, lo hicieron, y ahí estábamos
los tres platicando de cómo me desmayé, después MaFer me deseo la mejor de las
suertes y prometió que nunca más íbamos a volvernos a ver, que Paulina le
comentó y habían apostado a que no iba a la boda, según MaFer ella no iba a ir,
pero después se puso muy borracha y le pareció una buenísima idea ir a la boda sellando
con la frase “no todos los días se casa el amor de tu vida”
Le diste muy buen giro al cierre, pensaba que MaryFer era quien se casaba. ¡Vaya sorpresa!
ResponderBorrarUn abrazo.
Un gusto tenerte por acá y que bueno saber que no fue tan predecible como pensaba.
BorrarTe dejo un abrazo de esos que te sorprenden.
a veces parece que la vida es ir llamando siempre a puertas cerradas....
ResponderBorrarme hiciste recordar una canción de Fito & los fitipaldis, "para toda la vida" y en la parte de "... Iba buscando basura, en un terreno barrido..."
BorrarTe dejo un abrazo de esos que se aferran...