¿Cómo nos conocimos?
“Me das un beso frío
no dejas de cuidarte
crees que en cualquier momento
yo puedo agandallarte…”
Debes de preocuparte por tres cosas en la vida, aprender, enseñar y disfrutar, si haces algo y no pasa ninguna de las tres, entonces preocúpate algo no estas haciendo bien.
Las pocas relaciones amorosas que había tenido siempre habían terminado mal, claro el culpable siempre fui yo, que porque tomaba mucho, que porque le ponía mas interés al baseball, que porque me perdía días enteros, porque la atosigaba, que era muy meloso, que era muy vale madre, que le dedicaba mucho tiempo al trabajo, que le dedicaba mucho tiempo a la relación, que le dedicaba mucho tiempo a mi familia, vaya, siempre era un pretexto u otro, no importaba lo que sucediera pareciera que todo estaba al revés, pero cierto día y por azares del destino conocí a Erika, desde que la conocí fue extraño, fue en una librería de esas que tienen una cafetería dentro, ahí ella me abordó preguntándome sobre el libro que yo leía, la verdad siempre he sido muy malo en eso de conocer gente, ella era la que llevaba la conversación e incluso creo la llevo tan bien que le regalé un café y una rebanada de pastel de chocolate, ella era muy bonita así que no aspiraba a nada, recibió una llamada y dijo que estaba con una amiga pero en un rato se iba, se me hizo extraño pero no le presté mucha atención en ese momento, al momento de despedirse me pidió darle mi número de celular y para corroborar que si era mi número lo que hizo fue marcar y así dejarme su número.
Era extraño pero los mensajes de buenos días y buenas noches ella los mandaba, sentía que ella en verdad tenía interés y empezamos una extraña pero buena relación, ella era ocupada pero siempre hacía un tiempito para vernos e incluso llegó a presentarme con sus amigas, era extraño era como un noviazgo pero sin haber hecho ninguna declaración. A veces yo me sentía mal porque no la presentaba con mis amigos ni con mis familiares pero al parecer a ella no le causaba ningún conflicto, para no hacer el cuento largo ella tenía las llaves de mi departamento, se quedaba a dormir a veces y cuando yo no estaba por diferentes motivos ella se daba una vuelta para revisar que todo estuviera en orden, era una rutina muy buena que llevamos por 4 años y 10 meses.
Todo iba de maravilla hasta que un día que fui a visitar a mis padres que vivían a 6 horas de dónde yo vivía recibí en la madrugada una llamada, era de una de sus amigas, se llamaba Alba ella era una chica muy buen rollo, desde que la conocí hicimos clic y me llevaba muy bien con ella, tan bien que la logré posicionar un día en la empresa dónde yo trabajaba, entonces la relación con ella fue mejor todavía, debo de admitir que alguna fiesta de la empresa llegamos a darnos un par de besos pero de ahí no pasó, ella decía que era el momento y la borrachera pero debo de admitir que yo sentía que era algo distinto, quizás era que nos veíamos a diario y que comíamos a diario pero era la mejor amiga de Erika, eso no debía de pasar a mayores, ella era la confidente de ambos, ella era la que limaba asperezas cuando había problemas entre nosotros, ella era nuestro todo, a ella le debíamos tanto de la relación que yo una vez le dije “Gracias, si no fuera por tu culpa, yo no seguiría con Erika”, creo que eso le caló ese día de la llamada porque ella se encontraba muy borracha y solamente me dijo “márcale a Erika y dile que en media hora llegas al departamento y si no te contesta le mandas mensaje y le dices que te estás quedando sin batería y apagas tu celular, no lo prendas hasta mañana, por fa te pido un favor, no me dejes de hablar” y así fue, seguí al pie sus instrucciones, no entiendo el motivo por el cual lo hice pero así fue, le marqué y no contestó entonces le mandé un audio diciéndole que estaba cerca y que iba para el depa, después apagué el celular y seguí durmiendo.
Se me olvidó por completo encender el celular hasta ya pasadas las 6 de la tarde, había mensajes y llamadas por whats de Erika, decía que se acababa todo, que no podía seguir estando con alguien que mentía y que no atendía el celular, le intenté marcar pero me mandaba directo a buzón, después le mandaba mensaje pero claramente me había bloqueado, así que al hablar con Alba solamente me dijo “cuando vengas vas a tener tu respuesta”, me dejó intrigado pero no pregunté nada solamente seguí de nuevo las instrucciones.
Al llegar fue un jueves al trabajo, Alba me sacaba vuelta, parecía enfadada, no me respondío ni los buenos días, pero al acabar el turno me mandó un mensaje diciendo “nos vemos en el Bar de siempre, en 40 minutos”, yo sinceramente no tenía ganas de tomar pero si quería una respuesta así que llegué pasada la hora de cuando recibí el mensaje, tuve una gran sorpresa cuando entré al bar, vi que en la mesa estaba Erika, Alba y un chavalo, al inició pensé que era el novio de Alba, pero cuando me acerqué Alba nos presentó, fue extraño cuando dijo “y él es Ramón, el ex bueno el novio de Erika”, no entiendo el motivo por el cual lo hice pero cuando ella terminó la frase con mi puño derecho le atesté un golpe en la mandíbula a ese tal Ramón, nunca he sido de pelea y me puso varios golpes, incluso terminé con el pómulo inflamado, el labio roto y sangrando por la nariz, intervinieron los de seguridad y me echaron del bar, tras de mí salió Alba, me iba regañando diciéndome que era un pendejo por hacer eso, pasamos a un oxxo y compró una bolsa de hielos, una botella de ron con su servicio y una cajetilla de cigarros, me llevo al depa y yo esperaba que me diera unos hielos para bajar lo inflamado pero no, sirvió un trago para cada uno y me dijo “espero algún día me lo perdones pero me había cansado ya de ser la que tapaba a Erika, contigo sentí la necesidad de no dejar que repitiera la historia como con los demás, Ramón es un ex novio que ella nunca lo deja, mejor dicho nunca se dejan, cuando tu te ibas él se quedaba a dormir con ella aquí en tu depa, cuando no podía salir contigo era porque el estaba con ella, espero puedas perdonarme algún día pero fue por tu bien, neta no quería…” ahí fue cuando la interrumpí, le dije que no siguiera, que nos pusieramos a tomar y que al otro día ella se iba a su casa.
Esa noche la pasamos platicando de pendejadas, de cosas del trabajo, de series, de libros, de chingo de cosas, risa y risa, no hubo un beso de por medio ni hubo sexo ni nada, ella se quedó a dormir en mi cuarto y yo en el sofá-cama de la sala, cuando desperté ella ya no estaba, me había dejado una nota que decía “lo siento, en verdad lo siento”, quise marcarle pero también me había bloqueado, marque al trabajo para reportarme enfermo y no fui hasta el lunes, tenía en mi cabeza tantas cosas que necesitaba reflexionar. Hoy en día estoy casado con Alba, tenemos dos nenes maravillosos, una historia a cuestas que nadie conoce, nos fuimos a vivir a otro estado y tenemos un par de cafeterías, siempre cuando nos preguntan ¿Cómo nos conocimos? contamos como me conocí con Erika pero cambiando a su nombre y si me preguntan, no la perdoné, ya que no tenía que perdonarle nada, simplemente le agradecí por todo lo que ha hecho.
la vida es un puñado de sorpresas, uno nunca sabe lo que sucede.
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