Siento que volví a besarte mientras bebía
“que siempre seré el fulano de la doble vida eterna,
De la eterna y dulce doble vida,
Lo peor y lo mejor,
Siempre viene en una botella de tequila”
Ella fue la mujer que menos me
quiso y quizás fue a la que más quise, la vida me había enseñado demasiadas
veces en que no debíamos de estar juntos pero yo me aferraba con uñas y dientes
sin saber porque, unos decían que era por brujería, otros decían que era por
beber agua de calzón directo del envase y los menos decían que era un amor de
vidas pasadas, yo no me quedaba con ninguna de las versiones yo solo disfrutaba
esos momentos, eso sí entre más nos conocíamos cada vez nos distanciábamos más,
hasta que llegó un día que no apareció en mis mensajes, ni en mis pensamientos
y mucho menos en mis sueños, pareciera como si la hubieran borrado de mi
memoria, lo supe justo después de que escuché por error la misma frase que me
dijo antes de partir “ya no vuelvas a buscarme”, justo me le quede viendo a esa
mina a los ojos, ¿Qué buscaba? No sé quizás esperaba que esa mina se diera
vuelta y se convirtiera en ella, en aquella mina que había dicho que me quería,
en esa mina que me hizo jugar a lo prohibido, en esa mina que yo había dejado
de buscar, pero no, no sucedió eso, la mina solo me barrió y siguió con su
ruptura amorosa con el chaval que tenía enfrente.
Fue tan extraño porque empecé a
revivir esos momentos que los había guardado en el baúl de los recuerdos
intocables, era algo tan indescriptible volver a esos momentos de disfrute que
me puse a leer esos escritos que solo se plasmaron en mi cuaderno de escritos y
ahí se quedaron, esperando justo este momento. No sé si ustedes crean en la ley
de la atracción pero sucedió mis hermanos, esta vez al estar releyendo esos
escritos que nunca vieron luz pero hablaban de ella de pronto, una notificación
me hizo saltar, al ver su nombre en la notificación pensé que era que había subido
una historia en Instagram o algo así, pero después llegó otra y otra, no voy a
mentir, me puse nervioso, no sabía que hacer ¿qué tendría que decirme? ¿Qué me había
estado soñando a las 3 de la mañana? ¿Qué había visto a alguien parecido a mí? O
simplemente era para saludar, así que preferí no abrir las notificaciones y
mejor decidí abrir ese Bacanora que tenía arrumbado esperando algún día
probarlo, me lo serví en un vaso whiskero, de esos de boca ancha para poder
oler y así probarlo por primera vez, al sentir ese sabor como a mezcal ahumado
con una nota de dulzor natural, pfff me hizo extraviarme en este sabor, después
abrí los mensajes y vaya era ella que preguntaba ¿qué estaba haciendo? Casi casi
como si hubiera adivinado que estaba pensando en ella, quería decirle tantas
cosas que lo primero que se me ocurrió fue tomarle una foto a la botella y mandársela,
a ella le cagaba que tomará y fue contra producente ya que me preguntó sobre el
sabor de esa bebida y solo atiné a decirle “tiene un sabor tan peculiar que
siento que volví a besarte mientras bebía”.
Vaya los mensajes a partir de esa
noche fueron ya a diario y casi a cualquier hora como cuando jugábamos a lo
prohibido, fotos de aquí, fotos de allá, notas de voz, promesas de amor y
nuevamente un futuro incierto, ¿Cuánto duró? Bueno pues ella vino a mi ciudad
por motivos de su trabajo según dijo, nos
encontramos en un restaurante de esos nuevos que venden costillas, briskets,
pechuga de pavo y cervezas artesanales, ¿no me van a preguntar como lucía ella?
Vaya seguía siendo la poesía hecha mujer, pero también se notaba un poco
nerviosa, fumaba de un vape mientras me esperaba a fuera, lo que ella no sabía
es que yo la estaba viendo ya sentado esperándola, le hice saber hasta que me
harte de verla, ese abrazo como saludo creo que hizo su función, sus latidos se
sentían en mi pecho, se veía sonriente, triunfadora, pensé que en verdad venía
por algo de su trabajo, de la charla no me acuerdo, solo que después de varios
jajaja, jijiji, terminamos liándonos a besos frente a esos desconocidos, apuré
a pagar la cuenta y a irnos de ahí, nos seguimos comiéndonos a besos hasta que
desperté y estaba recostada en mi pecho, la desperté con un beso en los labios
y se me escapó un te quiero, ella solo sonrió como suele hacerlo y me hizo
saber cuánto me quería en otro round maravilloso.
Me sentía soñado, la historia se volvía
a repetir, pareciera que la historia se repite solo en diferentes ciudades pero
se sigue repitiendo. Ya eran 3 días que nos veíamos y tuve que salir a
provincia, fue a dejarme al aeropuerto, nos despedimos con un abrazo que decía que
volveríamos a estar juntos y un beso tan rico que me hizo recordar a ese sabor
del bacanora, nos despedimos y ahí acabo todo de nuevo, me había bloqueado de
todas las redes sociales y también del teléfono, no sin antes mandarme un
mensaje que decía “recuerda, es año bisiesto” y una imagen de ese ultimo beso.
"La poesía hecha mujer", andaba buscando esa frase para deficarla, el resto de descripción también está supeeer, pero al final recordé que yo también huí de mi propio año bisiesto, parece que esos al final son más raros de lo raro que suena XDDD
ResponderBorrarConfirmo hermano, pero es algo que quiera o no llega cada 4 años...
Borrarte dejo un abrazo de año bisiesto...