La vida esta llena de sorpresas
Desperté alebrestado, ¡Puta
madre! -Exclamé al darme cuenta que me había quedado dormido-, vi mi reloj
marcaba las 06:10 me di cuenta que se me había hecho tarde, a esta hora tendría
que estar en camino al trabajo, me metí a bañar muy rápido y escuche el pasar
de los autos, era demasiado ruido para ser tan temprano, me termine de bañar y
con un poco de desconfianza revise mi celular, eran las 18:25 horas, solo sonreí
porque me había equivocado de hora, había llegado a las 17:00 y me quede
dormido, tenía unos mensajes sin leer y tres llamadas perdidas y fue cuando
recordé que dormía como un roble, revise los mensajes y conteste uno por uno,
en especial el de mi jefe que me comentaba que estaban aprobadas mis
vacaciones, no me presentaría hasta dentro de dos semanas, creo que eso me
alegro bastante, revise las llamadas perdidas y eran de mis papás, les regrese
la llamada diciéndoles que en unos días iría a visitarlos, se alegraron
bastante, colgué la llamada y me puse a reflexionar sobre lo que había soñado,
una costumbre que tengo desde que tenía 11 años, escribí lo que recordaba del
sueño y seguía apareciendo ella, aquella mina por la cual no había hecho nada
para que siguiéramos juntos, ella quería una familia y yo aún no estaba
preparado para tal cosa, se me hizo buena idea marcarle a pesar de que no tenía
su contacto ya pero el teléfono me lo sabía de memoria, dieron 5 tonos y me desvió
la llamada, es verdad que me enfade un poco aunque sin razón, sincronice mi teléfono
al equipo de sonido y puse música en modo aleatorio, estaba arreglando mi
cuarto cuando empezó a timbrar el teléfono, tome la llamada sin ver:
Mina: ¿bueno, chaval?
Yo: ¿qué tal? ¿Cómo estás? –no sabía que decir-
Mina: bien y ¿tú? Una disculpa es que estaba en
una junta, me aprobaron mis vacaciones ¿puedes creerlo? Tanto tiempo que las
estuve pidiendo y recién me las dieron, perdón ¿necesitabas algo?
Yo: me da mucho gusto, sabes a mí también ya me
las aprobaron, nada en especial, la verdad es que te volví a soñar y me dio por
marcarte espero no te haya incomodado.
Mina: Sabes bien que no me incomoda, ¿qué vas
hacer en tus vacaciones? Si quieres paso a verte, bueno si no tienes planes ni
otra mina en tu casa.
Yo: me parece perfecto, no pases a cenar, yo
invitó la cena ahorita que llegues, ¿estás a dieta?
Mina: jajajajaja me parece perfecto, rompería la
dieta siempre y cuando hagas esa morisqueta que tanto me gusta, paso a verte,
chao.
Yo: perfecto, mientras voy poniendo la arrocera,
con mucho cuidado.
Después de terminar la llamada me
puse a reflexionar un poco mientras escuchaba “déjala que vuelva” era raro pero esa rolita me estaba gustando, subí
el volumen y cantaba a pulmón abierto mientras bajaba las escaleras, me puse a
preparar la morisqueta, afortunadamente había comprado casi todo porque en la
semana se me había antojado pero me daba flojera hacerla, perdí un poco la
noción del tiempo gracias a que estaba cocinando y me cierro bastante hasta que
timbre sonó, me quedé un rato dudando, había olvidado por completo que ella iba
a venir, corrí abrir la puerta y al estaba ella ahí, no podía dejar de ver sus
ojos, su sonrisa maravillosa que me volvía hacerme perder nuevamente, me saludo
con dos besos uno en cada mejilla y la invite a pasar, también me daba cuenta
que traía un auto nuevo, la invite a que metiera su auto porque los robos de
autopartes en la colonia se habían disparado, con cierta cara de duda agradeció
el gesto y regreso a su auto, no voy a negar que tuve ganas de darle un apretón
en ese par de nalgas bien formadas que aún tiene pero me contuve, después de
que metió el auto la invite a pasar a la casa, ella puso una cara de sorpresa
al ver que no tenía desmadre, me iba a decir algo pero de pronto dijo “no puedo creerlo, ¿en verdad si hiciste la
morisqueta?, yo lo decía en broma” de inmediato me dio un beso tan largo
como la cuaresma, tan rico como un pastel de 4 chocolates, al separarnos dijo
que también me traía una sorpresa, abrió la cajuela de su auto, sacó una caja y
un doce de cerveza y me dijo “feliz no
cumpleaños” mientras me besaba nuevamente, no podía creer que las cosas estaban
saliendo sin querer queriendo solo por un sueño, me pidió abrir la caja y lo
hice con un poco de delicadeza me emocione demasiado cuando vi una botella de
tequila edición limitada que quería tanto, le di un beso aún más grande que el
que ella me había dado, la tome de la mano y la lleve a la cocina, le serví
comida y yo me serví también, era extraño, nos regalábamos miradas y no hablábamos
casi, me pidió un segundo plato, no podía creerlo ella no comía tanto quizás le
serví poco pero no hice ninguna pregunta, me paré a servirle más cuando ella también
se paró y destapó un par de cervezas, una para ella y otra para mí, al unísono
dijimos salud, mientras bebíamos de la cerveza, seguimos comiendo y ella sacó
un cigarrillo cuando termino de comer y lo encendía, iba a decirle algo ya que tenía
yo cerca de 6 meses sin fumar, pero solo le acerque un cenicero y ella me dio
un beso tan grande que hasta el humo me pasó, sentí esa sensación que me anime
a pedirle uno, destapamos de inmediato la otra ronda de cervezas, empezamos a
platicar de cualquier cosa, hasta que me dijo “¿Qué te parece si vamos a visitar a tus papás? Tengo ganas de verlos,
igual y nos vamos puebleando como tanto te gusta” no podía creer lo que
estaba diciendo, afirmé y seguimos bebiendo, esa noche la pasamos bomba en el
comedor, la sala y mi cuarto, era inexplicable lo que estaba sucediendo, ella
se quedó a dormir en casa.
Al despertar me di cuenta que no
era un sueño, ella estaba durmiendo junto a mí, solo la observaba y me dijo “no sé porque te encanta verme dormir, no
traigo ni maquillaje” le dije la frase que siempre le decía, las reinas no necesitan tener una corona
para saber lo que son, tu eres hermosa y no necesitas el maquillaje, nos
dimos un beso corto pero tan rico que me quede con ganas de otro, se me quedo
viendo y me dijo algo que me dolió bastante, “¿porque dejaste de buscarme? ¿No decías que la excusa más cobarde era
culpar al destino?” estaba parafraseando las letras de Ismael Serrano, me
quede mudo, no sabía que decirle, no era buena idea decirle que le tenía miedo
al compromiso y dar el siguiente paso, ella lo noto porque de inmediato me dijo
“pero bueno, no te apures, estamos juntos
otra vez ¿no? ¿O me volviste a buscar solo para seguir escribiendo?, dime que
es eso” me enfade un poco, en verdad si habían bajado mis visitas en el
blog pero no era el motivo, así que claro y llano le recalque “para nada es eso, sé que el blog no es lo
mismo sin que tú seas la protagonista de las historias que no sucedieron pero
no, te busqué porque tenía ganas de verte, te quiero decir que quiero volver a
intentar lo que se quedó pendiente, ahora si arriesgo todo al dos de corazones”
ella cambio su gesto serio por la sonrisa que me ha traído pendejo por
tanto tiempo, se limitó a darme un gran beso y empezamos una guerra de
cosquillas que termino en otra sesión en la cama, era maravilloso el momento
que estaba viviendo créanme que no podía creerlo, nos bañamos y salimos a
desayunar, le invite a probar la gastronomía del barrio, no podía soltarla de
la mano o más bien no quería hacerlo, el tiempo pasaba más rápido de lo que yo
quisiera, regresando me ayudo hacer mi maleta la pusimos en la cajuela de mi
auto y ella salió en el suyo, dijo que volvería en un par de horas, solo hacia
su maleta y salíamos cercano a las 6 pm me dio un último beso y después me dijo
“que extraño ¿no? la vida está llena de
sorpresas”, la escuche muy atento y solo asentía lo que decía; en lo que
ella no estaba me puse a jugar en la consola de videojuegos, jugué por una hora
iba a jugar más tiempo pero el timbre empezó a sonar, fui abrir sin preguntar, quería
darle un par de besos y decirle que la he echado de menos esa hora, pero fue no
muy grata la sorpresa, era mi mejor amigo el que estaba en la puerta, recién había
llegado de su master en España, quería decirle que no tenía tiempo, que estaba
a punto de irme pero no pude hacerlo, lo invite a pasar y nos fumamos un
cigarrillo, le comente lo que había sucedido con la mina, el con un gesto de desaprobación
solo me dijo “sabes que siempre he
apoyado tus pendejadas, pero ya no tienes 17 años, no te voy a decir nada, solo
disfruta, total es lo que siempre dices, pero no puedo creer que tan fácil salieron
las cosas” la verdad me cago un poco
su expresión, pero bueno por algo era mi mejor amigo y toda la vida me había estado
cagando por lo que hacía mal, incluso cuando deje la relación con la mina, fue
la única persona que no aplaudió mi decisión e incluso no quiso brindar en
apoyo a mi decisión, el reloj marcaba las 18:30 horas, me excuse un poco y le
marqué a la mina, pero no contestaba, si daba tono pero nada más, le marque
cuatro o cinco veces y en las últimas dos llamadas me desviaba la misma, me
puse de malas no voy a negarlo, mi amigo lo entendió e intento disculparse por
lo que me dijo, pero no se lo permití, él tenía razón, le mande un mensaje de
texto a la mina, comentándole que había llegado mi mejor amigo y que sería
mejor idea irnos al otro día, ella solo respondió con un “ok”, destapamos un whisky con mi amigo y empezamos a platicar de cómo
le fue en su viaje y como se lo estaba cargando la chingada a este país, se acabó
la botella y una cajetilla de cigarros cuando el decidió que era tarde para
visitas, al despedirse solo me dijo “¿recuerdas
cuando decías que si pasaba algo mi deber era decirte que te lo merecías? Espero
que no sea este el momento, un abrazo hermano y cuídate chaval” me quede
pensando en esa frase, quizás por la borrachera o porque en verdad tenía razón,
me quite de pensar en cosas que no van y decidí dormir.
Me desperté ya que el sol se
colaba por la cortina, me fije en la hora 11:28 horas, dije algunas malas
palabras y busque mi celular, no tenía ninguna llamada perdida ni ningún mensaje
de la mina, me desilusione un poco, marque pero no entraba la llamada, tome las
llaves de mi auto y fui a buscarla a su depa, pero no hubo respuesta por medio
del interfono, le pregunte al vigilante y con cara de extrañeza solo dijo que ella
había entregado el departamento la semana anterior, no le creí, fui a buscarla
a su trabajo, afortunadamente seguía siendo el mismo jefe y me dijo que había renunciado
hace 2 semanas, se había liado con un abogado y se iban a ir a vivir juntos a
las playas del pacifico, le agradecí la información y me excuse que era por un crédito
que teníamos en común y necesitaba su firma, me dijo que investigaba a donde se
iba y me pasaba el dato, le volví agradecer y comente que lo manejara con mucha
discreción, no quería generarle problemas con su nueva pareja, afirmo y nos estrechamos
la mano, arranque el auto y me fui a ver a mis padres a provincia, resignado no
podía creer, creo que ahora si estaba haciéndose realidad esa pendejada del
karma, llegue sin contratiempos, solo paré una vez a cargar gasolina y comprar
algo de comer, a pesar de que estaba feliz de ver mis padres, no podía ocultar
la infelicidad del momento que estaba pasando.
Pasaron los días porque el tiempo
no para, me quedaban aun una semana de vacaciones y recibí la llamada del ex
jefe de la mina dándome la dirección donde ella vivía, era en Sinaloa a 12
horas de donde estaba, les dije a mis padres que alistaran maletas e íbamos a
ir a Sinaloa, se opusieron porque tenían un evento en los siguientes días, así
que aliste mi pequeño auto y partí, reserve una habitación por 3 días desde el teléfono
y se me hizo muy pesado llegar, me cagaba el calor, nunca me ha gustado estar
en lugares calurosos, deje las cosas en la habitación y busque por el GPS la dirección
que me había dado, afortunadamente no era muy lejano, incluso hasta me fui
caminando, estando frente a la torre de departamentos pensé dos veces ¿qué chingados le voy a decir? ¿No tengo
nada que reclamarle? Así que partí hacia la playa y me compre unas cervezas
junto con una hielera, estaba en la pendeja solo viendo como la gente se divertía
en la playa, no recuerdo bien, si fueron dos o tres six de cerveza, estaba
borracho y me había pasado toda la tarde tomando, me regrese al hotel y me
quede súper dormido.
Al despertar me estaba fastidiando la resaca, así
que salí de nuevo a la playa y me senté en una enramada, comí y me volví a
salir a comprar cervezas y me puse en el mismo lugar del día anterior, iba en
la tercera cerveza cuando una señora se me puso enfrente y me dijo “no la esperes, ella no va a volver” le
pregunte dos veces a que se refería y me dijo “la gente se refugia en el mar porque piensa que es más grande que su
pena, pero no, todos pertenecemos al mar, así que sería mejor que la sueltes y
dejes ir ese recuerdo” no dije nada y ella se marchó, me quedé pensando en
las palabras de la señora, cuando de pronto vi pasar a la mina, ella iba sola,
me cerciore de que en verdad fuera sola, me paré de inmediato y la alcance, al
llegar a un lado de ella le dije “Buenas
tardes, bonita playa verdad” ella volteo a verme y se sorprendió bastante,
me quiso dar un beso en la mejilla como cuando saludas a un conocido pero me
hice para atrás, “no sé qué chingados
estoy haciendo aquí, no sé qué quiero decirte, pero estoy muy encabronado, me
hiciste una promesa y solo jugaste conmigo” ella se me quedo viendo a los
ojos, “vamos por una cerveza y lo
platicamos” no podía creer que me lo dijera tan tranquila, la lleve a donde
estaba sentado minutos antes y destapamos una cerveza cada uno, se la tomo casi
toda de un trago, yo no lo hice, solo di un trago corto, “ ¿recuerdas que te dije que la vida está llena de sorpresas? Extraño tu
forma tan rara de ser, extraño tu forma de fumar, tu forma de decir que la vida
es fácil, pero créeme que si te digo que si, te vas aburrir y me vas a volver a
dejar, ya no estoy para juegos” la tome de la cara y le di un beso, era
imposible resistirme teniéndola tan cerca, después del beso ella me dijo “acá no, hay mucha gente” yo le dije que
estaba a unas cuadras hospedado, ella me siguió, sin decir una palabra tuvimos
una gran sesión, me quedé profundamente dormido, al despertar me lleve la
sorpresa de que no estaba, pero mi cuerpo olía a ella y me di cuenta que no era
algo que hubiera soñado, me metí a duchar y de regreso en el buró había una
carta de ella, en la cual decía tantas cosas buenas como malas, pero me resigne
cuando en la firma había un Posdata que decía “recuerdo alguna vez que me compartiste una frase que decía, -no vas a
estar donde quieres estar, si no donde debes de estar- y lo nuestro ya no es un
presente, solo será un gran recuerdo, espero que entiendas que culpar al
destino si es la excusa más cobarde, pero es la mejor excusa que hay, no
vuelvas a buscarme por favor”
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