Gracias por ayudarme
“y yo sigo aquí bebiendo con un whisky moribundo
Y te amaré hasta que a mi se me acabe el mundo”
Mi vida se había vuelto ordinariamente
horrible, tenía 16 años trabajando en esta empresa, incluso estudie contaduría ya
que por la evolución que tuve dentro de la empresa me era necesario, pero creo
que fue un grave error, lo único que me gusta de esta carrera es que me da de
comer y para mantener a mi familia pero a mí no me llena, yo quería ser Ing. En
mecatrónica pero bueno nadie está conforme con lo que es.
Era Miércoles si no mal recuerdo,
tenía un permiso para faltar el viernes y Lunes ya que iba a ir a la boda de
una prima de mi esposa, sinceramente yo no quería ir pero era más que
obligatorio, fue cuando llego Eduardo el socio mayor de la empresa para
presentarme a la que sería la nueva persona a mi cargo una contadora, era una
mujer de unos 26 años, bonita, estatura mediana y con un trasero maravilloso,
se llamaba Laura y era sobrina de Eduardo, para mí era una pérdida de tiempo ya
que a pesar del trabajo que tenía también querían que la instruyera en el manejo
en general de la empresa, pero bueno ella no tenía la culpa de nada, había
visto desfilar a 6 personas en ese puesto desde hace 2 años que corrieron a
Lupita que había sido la contadora que me había instruido a mi desde que
ingrese a este departamento, también la llegada de Eduardo era para decirme que
no iba a poder tomar esos dos días que había pedido ya que teníamos una
auditoria que hasta el Sábado íbamos a tener que presentarnos, me dio gusto y a
la vez me molesto la decisión ya que no me gusta trabajar los sábados pero no podía
oponerme, de inmediato le marque a mi esposa que por supuesto no quedo nada
conforme con la decisión tomada y me colgó diciendo que ella se iba a ir desde
hoy con mi hija, yo fingí también estar molesto aunque sabía que tenía el fin
de semana libre e igual podía ir el domingo al estadio para ver a mis rayos.
La tarde transcurrió sin ningún contratiempo,
yo seguí haciendo mi trabajo y le delegue a Laura cosas muy fáciles pero que me
quitaban tiempo para la auditoria, ese miércoles salimos tarde de trabajar y me
sentí muy jodido cuando llegue a casa y no había nadie quien me recibiera, solo
una carta de mi esposa en la mesa que a grandes rasgos decía que tenía que
valorar más a mi familia que el trabajo, pero bueno solo destape un par de
cervezas mientras me reía como loco viendo los simpsons. El jueves en el
trabajo Laura noto que estaba un poco ausente y le comente el motivo ella solo
hizo una mueca de desaprobación y me dijo “tienes
que valorar bien lo que tienes, es complicado pero uno debe de aprender”, solo
asentí pensando “¿qué me vienes a decir
tu que no tienes familia?” pero solo lo pensé y no dije nada, tuvimos la
carga más pesada ya que teníamos que dejar todo listo para que viernes y sábado
pudieran hacer la auditoria sin problemas, aunque era algo que teníamos dos
veces por año siempre era estresante, ya que llegaba a cometer algún error
siempre, pero esta vez fue diferente. El sábado salimos a las 6 de la tarde,
con felicitaciones por parte de los socios por el buen trabajo, incluso nos
invitaron echar un trago saliendo, fuimos a un bar de esos que están en el
centro, ya sabía mi función como en cada evento de ese tipo, tenía que brindar
poco y al final llevar a cada socio a su casa a altas horas de la madrugada,
pero esta vez fue diferente, los tragos a mí también se me pasaron igual que a
todos, por fortuna no estaba muy lejos de mi casa, quizás a unos 10 minutos y
gracias a que me pase de tragos los socios dijeron que Laura los iba a llevar
en esta ocasión ya que era su novatada, cosa que agradecí infinitamente.
Primero fue a dejar a Eduardo,
Enrique yo nos quedamos brindando ya que vivíamos por el mismo rumbo, llego
Laura y pasamos a dejar a Enrique después tomamos rumbo a mí casa pero en el
camino le pedí que se parara en un Oxxo, compre un 12 de cerveza, no sé en qué
momento le dije a Laura que si quería pasar a tomar una cerveza como muestra de
agradecimiento, me volteo a ver fijamente a los ojos y me dijo “vale, pero solo una”, creo que fue el
mayor error, metimos el auto a la cochera y pusimos música en la sala, estábamos
platicando de cosas personales cuando de pronto, no recuerdo que paso pero estábamos
besándonos en la sala como dos enamorados de secundaria, yo estaba sentado y
ella estaba sentada sobre mis piernas frente a mí, nos comíamos la boca como si
el tiempo se fuera a acabar, de ahí todo se descontrolo y tuve la mejor sesión de
sexo en la sala en muchos años, al despertar estaba yo desnudo acostado en el sillón
y sobre mi estaba Laura también desnuda con su cabeza en mi pecho, estaba
reflexionando sobre lo que acababa de hacer, era la primera vez que le era
infiel a mi esposa y lo había hecho dentro de mi casa, la cruda moral me estaba
matando y eso que Laura era muy bonita, estaba peleándome con mis demonios
cuando Laura se despertó, lo primero que hizo fue besarme en los labios y después
se paró al baño, de inmediato me cambie y le comenté que iba por mi auto y volvía,
pedí un uber y fui por mi auto, en el camino pase por una barbacoa para almorzar
y un doce de cerveza más; al llegar a mi casa Laura estaba en ropa interior
acostada en el sillón, le comenté que había traído de almorzar y ella me vio
con ternura, me volvió a besar y después nos pusimos a almorzar y seguimos
bebiendo y fornicando como locos hasta las 8 de la noche que ella se fue,
incluso se llevó mi auto.
El lunes al llegar a la oficina
no sabía en dónde meterme, Eduardo me pregunto sobre la noche anterior y yo le
dije que Laura me había ido a dejar a casa, no le dije más, Laura estaba ahí y
no desmintió mi versión incluso hizo un comentario burlándose de mí que la hice
dejar su auto en mi casa y la mande al bar por mi auto y los tres reímos, se
fue Eduardo y Laura de inmediato se acercó conmigo, yo estaba muy nervioso, en
verdad me había gustado ser infiel y sobre todo me había encantado estar con
ella, cuando se acercó la tome por la cintura y la junte conmigo mientras le
robaba un beso en los labios, después le di una nalgada suave, ella solo se mordió
el labio y me dijo “¿Cuándo llegue tu
esposa la historia se va acabar?” quería decirle que sí, pero de mi boca salió
un “va acabar cuando tú quieras, solo que
debemos de ser discretos, es la primera vez que le soy infiel a mi esposa y soy
muy pendejo”, Laura solo me vio y me mando un beso, tomo mi celular que
estaba en el escritorio y me dijo “mira,
esto debes de guardarlo muy bien, si no tu esposa te puede regañar”, me
acerque y eran fotos y videos del encuentro que habíamos tenido, me quede en la
pendeja porque tenía razón, no mi esposa pero si mi hija podía ver eso, de
inmediato los guarde en una USB.
Al llegar por la noche a mi casa
mi esposa me reclamo por el desmadre que había hecho diciendo “me voy unos días y tu invitas a tus amigotes
a ver el futbol, ¿no se pueden ir a un bar, al estadio o a la casa de uno de
esos cabrones?, yo solo la tome por la cintura y empecé a besarla, diciéndole
que no se preocupara que iba a recoger mi desmadre. Después de ese día le
mandaba flores seguido, la llevaba a cenar a lugares que ella quería, salíamos los
fines de semana como si intentara reconquistar a mi familia, pero la verdad era
otra, estaba intentando lavar mis errores, aunque eso solo lo sabía Laura y yo,
eso era maravilloso estaba viviendo dos vidas de una manera muy chingona, hasta
que un viernes mi esposa me cito en un restaurante español saliendo del
trabajo, me pidió que de forma civilizada tratáramos el divorcio para no
afectar a nuestra hija, no sabía qué hacer, ¿Cómo se enteró?, no hice otra cosa
que aceptar, me iba a ir de mi casa y le iba a dar una pensión del 50%, tenía
dos semanas para salirme de mi casa y empezamos el trámite de divorcio
voluntario, el lunes en la empresa se enteraron de mi noviazgo con Laura,
obviamente a Eduardo no le hizo gracia y el martes ya tenía mis cosas en una
caja junto con mi finiquito, afortunadamente el miércoles mi mejor amigo me
presto un departamento mientras encontraba trabajo, ese mismo miércoles me
estaba embriagando solo en el departamento estaba recargado en la ventana viendo como llovía, llevaba 2 botellas de whisky cuando recibí la llamada de Laura, pidiéndome disculpas porque por su culpa había
perdido todo, la verdad quería decirle que era su culpa y nunca iba a
perdonarla pero lo único que le dije fue “no
fue culpa tuya, fue culpa mía, quizás lo que necesitaba era empezar mi vida
desde cero y no sabía de qué forma, pero te sigo amando por cierto gracias por
ayudarme ….
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