Sinceramente Tuyo...
Dedicado a...
Manuel Berzunza, Artista, poeta, guía y lleno de una gran personalidad con atributos de humildad, ayuda, lucha y conciencia social, quien en algún momento dejo parte de su esencia en todos aquellos que le conocimos...
..."En el instante eterno antes del yo eramos los dos en el teléfono; se deslizaban frenéticamente nuestras almas envueltas en nuestros cuerpos imaginarios y sacudimos la pereza del tiempo en el mórbido verso del amor; para Ileana, en su despedida"...
Siempre iba entre el ir y venir de historias e Ileana siempre me acompañaba en cada una de ellas, hoy en día ya no sé si son recuerdos o apariciones de esa psicopatología que desde niño me habían diagnósticado, esa esquizofrenia paranoide que me había traido ya bastantes estragos pese a los medicamentos de dosis diaria que ella me daba, no sabía si la alucinaba o si realmente estaba aquí conmigo, en compañía, aquí abrazándome.
Estaba hecho un lío en mi cabeza, sin poder diferenciar ese punto entre lo ficticio y lo real, lo que existe y lo que no, lo tangible e intangible.
Siempre fui el fantasioso, el surreal e incomprendido, se que desde aquellos días de adolescencia todos me miraban raro en todos lados, pero bueno esa afectación la tengo desde que tengo memoria y es que hay muchos recuerdos de mi pasado atados en nudo o en cabos sueltos con ello por lo que tanto bulling, aislamiento y discriminación me habían vuelto un adicto a los antipsicóticos mezclados con Whisky, mi particular modo de escaparme al otro lado de la moneda o mejor dicho al otro lado de mi mente esa parte más vacía que no mezclaba emociones, ni recuerdos, ni sentimientos que activarán ese detonante de mi condición.
Alcohol barato... mi refugio para poder ser quien creo realmente era Yo mismo, ese artista neófito pero con vocación, inspirado y dedicado al lienzo, colores, matices, sombras y cotidianidad reinterpretando la realidad plasmada desde mis ojos y mi entendimiento, siempre en ese jardín de arte que había creado al público (pero en el fondo para mí, donde pausaba toda mi cosmología para pensar en ella... Ileana...).
La vida me seguía en ese día con día monótono, martes y jueves de AA, las citas al Doc y al psicólogo con vueltas a casa de la misma forma en que me iba, siempre vacío.
Tenía ya 37 años y mi viejita me seguía aguantando, llamando a la policía cada vez que atrancaba la puerta con un cuchillo en la mano sumergido en esos delirios de persecución, de gente buscandome y queriendo arrancar el talento que tenía en mi (ese trauma que me generó aquella película llamada "Pi" hace ya algunos años, la misma por la que Ileana había prohibido los taladros en casa).
Mi lugar siempre era el tercer escalón de la escalera, ya sea para pintar, escribir, escribirle a ella o solo para leer, aunque algunas veces mi imaginación me llevaban a sacar alas para batir el vuelo hacia el deseo de llegar a alguna estrella con su nombre y en ese camino seguir sus huellas para contemplar su luz... Ileana, "mi cordura" así le llamaba como su 2do nombre...
Bajo mi condición no se distinguir la realidad terrenal, pero de lo que si estoy completamente seguro es que cuando ella no esta, la extraño y me hace tanta falta por qué en verdad le amo con el alma, sin razón, pero si con el corazón, en un sentir inconfundible.
Mi último recuerdo de ella es en aquel campo verde, tan florido y luctuoso, lleno de tumbas con cada una a su nombre.
Chuck dice que ella murió, aunque en mi sigue viva, no lo entiendo aún por que mi condición me da la fortuna de seguirla viendo y sintiendo como toma mi mano y la recarga en mi rostro peinando mi bigote, ella misma, tal cual.
y si vive o no, si la enterré en aquel lugar o no, ella aun toma mi mano igual de cálida y sonriente como siempre... Ileana...
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