¿Algún día deje de ser tuyo?
“…Jamás yo he dejado de ser tuyo,
Lo digo con orgullo,
Tuyo nada más…”
Ya sé, siempre dicen que me quejo
de la vida por esto, que me quejo por lo otro, que no tengo ni la más remota
idea que existe algo aparte de la queja, por ejemplo recordando en una ocasión
un amigo me comento “¡eh chaval!, no logró
entenderte, te quejas por tener una casa, dos autos, una esposa, dos hijos
maravillosos, un sueldo bastante bien, por conocer diferentes lugares de la república,
por comer en diferentes lados, por ir a estadios, por subir de peso, vaya por
todo y por nada te quejas”, aunque no lo crean no tenía ganas de discutir,
si tenía ganas de comentarle que cambiaría mi trabajo, lo que implicaría ganar
menos dinero, no conocer tantos lugares , quizás estar pagando la casa y un
auto, no conocer tantas comidas ni estadios, no subir de peso y un sinfín de
cosas más, lo cambiaría por un trabajo donde pudiera estar con mis hijos, donde
pudiera regañarlos por no hacer la tarea o quizás porque me mandaron llamar del
colegio, por estar con mi esposa y hacernos cariñitos, por discutir porque se compró
otros zapatos u otro vestido, decirle que no alcanzamos a llegar a fin de mes y
tendríamos que olvidarnos de las vacaciones con su familia, quizás suene un
poco extremo pero la vida fue así, mi amigo no sabe que me perdí los primeros
pasos de mis hijos, que mis hijos me dicen papá solo porque les doy dinero y
les compró cosas pero el que en verdad los cuido fue su abuelo paterno y a él
si le decían papá con toda la razón del mundo, me perdí el buscar una ayuda con
mi esposa cuando junior se descalabró, me perdí los partidos de futbol y las
clases de ballet de mis hijos, me perdí los fines de semana con ellos, me perdí
su vida por buscar un mejor futuro, bueno y si somos sinceros, los he perdido a
ellos, mi esposa ya harta de la situación me pidió el divorcio, al inicio me
enoje demasiado pero después entendí a la perfección, ella aun es joven y
necesita quien este a su lado, o estaba enojado hasta cuando me dijo “¿Recuerdas porque nos casamos? ¿Recuerdas
todo lo que decíamos? Quizás ya se te olvido o el dinero te nublo por completo,
fue en el parque Agua dulce dos días antes de nuestra boda, nos comíamos unos
duritos y unos refrescos mientras estábamos tirados en el pasto viendo la forma
de las nubes, empezamos a hablar del futuro, de nuestros trabajos, de donde íbamos
a irnos a vivir, que tu papá nos iba a prestar una casa en la misma calle donde
viven, que auto íbamos a comprar primero, para cuando encargaríamos al primer
hijo, quizás ya no recuerdas pero yo te dije que yo quería un esposo, un
compañero de vida y no un jodido cajero automático”, no voy a mentir en ese
momento me quebré, de mis ojos salieron lágrimas y solo atine a abrazarla, ella
me abrazo y yo le pedía perdón, nos quedamos por unos minutos abrazados sin
decirnos nada solo nos acariciábamos las espaldas, le prometí que no iba a
faltarles nada.
Eso que les platico paso hace 3
años, después del divorcio y casi por azares del destino la empresa donde
estaba la compraron unos extranjeros y nos liquidaron a todos, después nos
intentaron recontratar pero esta vez yo no acepté, quería cambiar mi vida y aún
estaba a tiempo, compré un bar pequeño y me dedique a ello, los primeros 6
meses fueron muy complicados pero después fue de maravilla, conocí a Karina que
era la administradora de ese bar e hicimos muy buenas migas, me ayudo demasiado
a mantener a flote el negocio, incluso al segundo año me atreví a pedir un crédito
hipotecario y abrir un restaurante a un costado del bar, una apuesta muy
arriesgada pero valió la pena, a mis hijos casi no los veía, les hacia sus depósitos
puntualmente y las video llamadas no faltaban, no querían venir a Tampico y yo
pocas veces llegue a ir a verlos, con la familia de Karina todo era bueno, sabían
que era divorciado y que tenía dos hijos que mantener pero no era una limitante
para estar con ella, vivíamos en casas separadas.
Era Lunes recuerdo bien cerca de
las 4 de la mañana recibí una llamada, era de un número desconocido, no iba a
contestar pero al final terminé haciéndolo y era mi ex esposa, solo me
comentaba que mis hijos se habían ido con mis padres un par de semanas de
vacaciones, la sentía extraña, sentía que algo estaba sucediendo, solamente me pidió
perdón un par de veces y comentó que aún me quería, volvimos a recordar la
tarde que pasamos en el Parque Agua azul antes de casarnos, después ella se
puso a cantar “…Te amaré, con el cuerpo,
con la mente, con la piel y el corazón, vuelve pronto te esperamos, mi soledad
y yo” después hizo una pausa y me dijo “cuídate
mucho y cuida a nuestros hijos”, no me dejo responder, ya que de inmediato
colgó la llamada, me quede pensando un poco en ella, en vez de fastidiarme lo
diré me hizo despertar con una sonrisa, incluso durante el día puse sus
canciones preferidas, fue extraño pero la recordé muy bien incluso el fin de
semana, estuve un poco extraviado y ella había sido la culpable.
Del Miércoles para el jueves me
quedé a dormir en casa de Karina, había sido el cumpleaños del padre de ella y
festejamos hasta muy tarde, yo me quedé dormido en el sillón como a eso de las
4 de la mañana, me desperté a las 9 am para bañarme e ir a abrir el
restaurante, ahí me sentía terrible, la señora que hace la comida me estaba
preparando unos chilaquiles bien picosos mientras yo terminaba de limpiar el
lugar, de me senté cuando me trajo los chilaquiles y mi café de olla, en el
televisor estaban las noticias, era algo que regularmente pongo para hacer el
aseo, no sé cómo, pero de pronto voltee a ver el televisor, en la imagen era mi
camioneta, le di un trago a mi café y me le quede viendo fijamente a la troca y
estaba deshecha por balazos, la noticia era en referencia a un intercambio de balas
de la Marina con un grupo de narcotraficantes, de pronto la luz se fue, de
inmediato le marqué a mi ex esposa pero no daba tono ni si quiera, marque al número
que me había marcado antes pero no contestaban, insistí un par de veces pero
nada, después se me ocurrió marcarle a mi padre, le comenté acerca de lo que vi
en la tv y el solo me dijo “ quizás no es
la camioneta y si lo es, igual y se la robaron a Vanessa” tenía cierta lógica,
me tranquilicé un poco, después llego Karina y me hizo olvidar un poco el tema,
su padre me invitaba a ver un partido de la Jaiba Brava vs Correcaminos, quería
decirle que no pero ya tenía mucho tiempo sin ir al estadio, así que a las 5 me
aliste con mi playera de la Jaiba y pase por el señor, me sorprendió demasiado
al saber que solo iba a ir el señor conmigo, Karina no iba a ir. El partido
paso sin pena ni gloria, un empate a cero, con algunas emociones de por medio
pero nada de goles, pero eso no impidió ponernos un poco borrachos, pasamos a
cenar y lo deje en su casa, yo me fui a echar un baño a mi casa para irme al
bar pero me quede dormido en el sillón.
ME desperté a las 8 am, gracias a
una llamada, contesté y me preguntaron si era dueño de una camioneta, me dieron
el modelo y el año y conteste de manera afirmativa, después me preguntaron si
tenía relación con 5 nombres de varón que me dieron y les dije que no sabía quiénes
eran, después me dieron el nombre de mi ex esposa y les comenté eso, me
pidieron presentarme lo antes posible en la fiscalía en Culiacán, les comenté
que estaba justamente del otro extremo y me dijeron que sería bueno que me
presentará en cuanto antes, no quise alarmar a nadie por eso solamente tome una
maleta pequeña y me dirigí al aeropuerto.
Para no hacer la historia larga,
la pareja sentimental de Vanessa era un narco en ascenso, me pidieron reconocer
el cuerpo y si era ella, pedí que no se mal informará acerca de los datos que darían
de ella, me dieron el cuerpo y el permiso para trasladarlo, le tuve que marcar
a uno de sus hermanos para comentarle y que hicieran los trámites para el
entierro al otro día, yo saldría en un par de horas con ese rumbo y llegaría ya
en la noche, le marqué a mi padre y solo le dije que había fallecido Vanessa
que iba rumbo a su tierra para enterrarla, si podía hacerme el favor de llevar
a mis hijos, no le di más explicaciones, quizás él sabía porque no las pidió, después
le marqué a Karina, le comenté la situación, pensé que se iba a molestar pero
no lo hizo, me apoyó, me comentó que me tomará el tiempo necesario que ella vería
por los negocios sin problema, le agradecí el gesto y me fui recordando todo el
tiempo los momentos que viví con Vanessa, esos tiempos de escuela que fue
cuando nos conocimos, cuando empezamos a salir, el primer beso, su sonrisa, sus
reclamos, todo el camino se me fue en recordar.
Al llegar a su pueblo solo me
hice una serie de preguntas de forma interna ¿yo tenía la culpa de ello? ¿Qué
hubiera pasado si yo le hubiera dedicado el tiempo necesario? ¿Cuándo y cómo le
voy a decir a mis hijos que su madre falleció por que la descuide? ¿Algún día
me lo perdonarían? ¿Algún día deje de ser tuyo?
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