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Sueños húmedos


“…Si me pudieran dar a elegir,
¿Cómo y cuándo? Yo quisiera morir,
Contestaría, acostado
Feliz de estar a tu lado,
Víctima de un sexo exagerado…”


Al llegar a casa estaba obscuro totalmente, pareciera que se me hubiera olvidado pagar el recibo de la luz y me la hubieran cortado, sin querer tropecé con la mesita de centro que está en la sala, no entiendo como pensaba no pegarme si hasta cuando hay luz me pego, continúe mi andar después de sobarme un poco la espinilla, cuando de pronto al ir caminando solo escuche un “shhhhhh, no hagas ruido”, naturalmente me hubiera espantado pero al escuchar la voz me hizo ponerme hasta cierto punto caliente, me quito la corbata y con ella me vendó los ojos, me sentó en una silla mientras me iba quitando las prendas poco a poco, tomaba con mis manos y las pasaba sobre su cuerpo, podía adivinar que traía solamente la ropa interior, aquel cachetero de encaje que tanto me encantaba, lo sabía y eso que no podía verlo, me desabotonaba la camisa me iba dando ligeros mordiscos por encima de la camiseta, me hacían soltar algunos gemidos, escuchaba su respiración, escuchaba sus sonidos al hacerme tal cosa, era maravilloso, termino por quitarme la camiseta y acto seguido desabrocho el cinturón, lo hizo con tal maestría que no me di cuenta cuando lo hizo, solo sentía sus caricias traviesas desabrochando el botón del pantalón e introduciendo su mano, pero con la boca seguía dándome ligeras mordidas y dando besos por doquier, con el cinturón me ató de las manos atrás de la silla, estaba totalmente a su merced, me sentía un poco inquieto al no poderla tocar, pero me limite a disfrutar el momento, se subió en mis piernas y seguía con besos y caricias traviesas, los gemidos eran más altos cada vez, me pasaba los senos por la boca solo dejándome besarlos y aprovechaba para morderlos un poco, ella gemía y eso era maravilloso, se quitó de encima de mí, y de pronto escuché que se iba, bien dicen que cuando no utilizas un sentido los demás se agudizan y ella sabía muy bien jugar con ello, me dejo unos minutos ahí solo, solo esperando a que volviera, cuando por fin lo hizo con su boca empezó a bajar de mi ombligo hacia una cuarta abajo, no tuve tiempo más que de gemir, ella también lo hacía, me bajo el pantalón dejándome en bóxer sentado en esa silla, con su boca hacia un jugueteo magistral conmigo, quería quitarme el cinturón de las manos y hacerla mía pero era el momento de ella, me dio a morder una fresa, estaba fría y muy dulce, cuando le di la mordida de inmediato la quito y me beso los labios, mientras con su mano derecha empezaba a jugar debajo de mi bóxer, me mordía el lóbulo de la oreja derecha y me gemía despacito en el oído, de un momento a otro saco su mano y por encima del bóxer empezó a dar pequeños mordiscos encima de mi bóxer, estaba a punto de estallar, con los dientes empezó a bajar un poco el bóxer y el lugar que tenía su mano derecha ahora la tomo su boca, me moría de placer, siguió por unos minutos haciéndome esas caricias con la boca, solo se escuchaba un Glup glup glup, de pronto paro en el mejor momento, estuve a segundos de venirme, pero ella paró de inmediato, se sentó sobre mí pero ahora la estaba penetrando, sentir esa cueva caliente y húmeda era algo que no me hubiera esperado, subía y bajaba subía y bajaba, ambos gemíamos, teníamos una sincronía que quizás nunca la habíamos tenido, con mi boca buscaba sus senos, su boca, su piel, lo que me encontrara primero sin mitigar los gemidos, no sé qué tiempo paso, hasta que de pronto sentí como me apretaba, eran espasmos por parte de ella, tres cuatro seguidos y de pronto humedeció por completo mi entrepierna, en ese momento soltó un maravilloso gemido Aaaaagghhhh.

Se quedó ahí por unos minutos, yo seguía comiéndole los senos mientras ella solamente me abrazaba y me los ofrecía, soltaba leves gemidos ahogados, de pronto se paró y lentamente me tiro sobre el piso de espaldas, aun sentado en la silla, me quito el cinturón diciendo “no puedes quitarte la corbata, ni puedes tocar, solo es para no lastimarte”, yo solo asentí, se sentó sobre mi cara y empecé a dar ligeros besos, mordidas, mientras ella gemía y gemía, no paraba de gemir y con su mano me masturbaba lentamente, hasta que de pronto con sus manos tomo mi cabeza y la acerco aún más a su pelvis, ese líquido caliente era maravilloso, se quedó ahí por unos instantes, intente quitarla de encima para proseguir pero me dijo “cuidado, te voy a levantar, pon tus manos atrás, este juego aún no ha acabado”, yo seguía instrucciones como un condenado a muerte, me volvió a atar las manos atrás, me empezó a hacer una felación maravillosa mientras con sus manos me ahorcaba un poco, entre la asfixia y la maestría con su boca no sabía que iba a suceder hasta que de pronto, ¡Pum! Se me apagó la luz.

Al despertar seguía yo sentado en la silla, había un mensaje escrito en mis piernas el cual decía, “cuando te despiertes, quiero que me leas e horóscopo, me lo mandas por mensaje de audio”, estaba recuperando el conocimiento después de leer ese texto e hice lo propio, busque mi celular y le envié el mensaje leyendo el horóscopo “estos últimos días no te has sentido muy bien…” al terminar el audio cerré los ojos.

Al abrir mis ojos me di cuenta que estaba tirado en mi cama, todo había sido un jodido sueño, empecé a sonreír como buscando en esa sonrisa a ella, bien ella no estaba conmigo, había sido solamente un jodido sueño húmedo, pero esa sonrisa era por haberla recordado…





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