Desbloqueando recuerdos

 

“…tu bien sabes que nuestro primer beso fue tan corto que dura todavía,

Que te he perdido y encontrado más de diecisiete veces en esta vida,

Que no hay punto final en mi cuaderno,

Que me extravié en tu espalda…”

 

 

 

La noche cae y la ciudad se viste de luces, bien dicen que es la ciudad que nunca duerme y es verdad tengo varios recuerdos donde no sé bien si estaba dormido y soñaba o era una realidad que viví. Es extraño cuando ves una fotografía donde no hay personas pero recuerdas los momentos, recuerdas lo que sentías, recuerdas los besos, las caricias, las falsas promesas que uno hace, recuerdas todo, cada detalle, cada respiro, recordar cómo se miraba mientras dormía y quedaba a contra luz de la cortina que estaba mal cerrada, recuerdas la bofetada que te dio por agarrarle la nalga en público, también el oso por llevarla a los peores lugares de comida, recordar y recordar, si bien aquí no inicio la historia que tanto se contó pero que nunca se hizo realidad, más bien todo inicio con el "prométeme que no te vas a enamorar", fue uno de los lugares donde me cuesta trabajo volver, cuando ando en la bici buscó darle vuelta, no volví a ese cine y es bueno porque es malísimo, el wings desapareció como desaparecen los recuerdos. Recuerdas la adrenalina por jugar a prohibido, recordar ella como olía, recordar tanto que algún día espero que mi memoria me juegue mala jugada y cambié los recuerdos, que los cambie por recuerdos malos, que los cambie por algo que nunca sucedió por ejemplo que ella no se tuviera que ir en el aeropuerto, que al entrar al estacionamiento ella hubiera dicho “Acelera y no mires atrás”, que no recuerde ningún escrito a pesar de que los leyó todos, que no se entere que sonrío cuando me llega un mensaje de ella o quizás que ese año no hubiera sido bisiesto.