Ir al contenido principal

Todavía la sigo queriendo

“…Miran al cielo y piden un deseo,

Contigo la noche más bella,

Amores imposibles…”

 

    Me gusta salir a caminar por las tardes, ver ese paisaje tan hermoso, me gusta ir en esta época del año, justo cuando todo vuelve a verse verde, en las demás estaciones se ve todo seco y feo, en verdad no es nada bonito pero aun así no pierdo la costumbre, puntualmente a las 8:00 pm camino por todo ese borde, incluso algunos días he platicado con los árboles, las ardillas, los perros, los gatos, las aves, no me lo van a creer pero con los árboles que platico siempre terminan echando más flor que con los que no.

 

De vez en cuando me gusta platicar con la gente, pero casi no lo hago, siempre me terminan haciendo recordar a Daniela, aquella chica de ojos expresivos, nariz de pellizco, labios hermosos y lo mejor de todo un corazón maravilloso. Daniela y yo fuimos novios por 3 años, incluso estábamos pensando en la boda, más bien estábamos por casarnos, por eso veníamos a correr aquí diario a la misma hora, cuando el reloj daba las 7:45 pm nosotros ya estábamos caminando, el primer día nos paramos justo en este lugar para tomarnos una foto y de ahí se me quedo costumbre siempre pararme, tanto de ida como de vuelta, no tomaba fotos si no tenía una pequeña charla conmigo, es reconfortante, ahora lo hago solo para pedir por aquellos que hacen tanto mal a la gente.

 

Hace unos días vino una fuereña, dijo llamarse Mary, venia del centro del país, me pidió que le tomará una foto justo en ese lugar, mis ojos se llenaron de lágrimas, ella era perfecta, bien parecida a Daniela, tenía los mismos ojos y quizás el mismo corazón, dijo que venía unos días de vacaciones y se había aburrido, ella es de la ciudad y como todos los de la ciudad en dos días quieren conocer todo, no se detienen a respirar, a vivir cada momento, fue en el tercer día cuando no pude ocultarle mi pregunta, así que le pregunte sobre su familia, y ella un poco dudativa empezó por sus abuelos que no son de aquí, pero yo apresuré a que me hablará de sus abuelos que si eran de aquí, después de dos minutos ella quería ocultar su llanto, lo noté porque esos hermosos ojos se convirtieron en un mar de lágrimas, ella no podía dejar de llorar, al parecer su abuelo materno había fallecido recién unos días antes de que la encontrará, empecé dándole confort con las palabras, hablándole que era un ciclo, que lo único que tenemos seguro es la muerte, que incluso nuestra muerte es un gran paso para seguir en otras vidas, ella sacó un cigarrillo y se puso a fumarlo, después de su mochila sacó dos cervezas, me invito una, yo tenía ya mucho tiempo sin beber pero vaya quizás este momento lo ameritaba, nos veíamos en silencio, ella no preguntaba nada, yo no decía nada, solo veía su rostro.

 

Pasaron dos latas de cerveza cuando me dijo “mi mamá me prohíbe que venga acá, ayer me regaño, por eso hoy pase por unas cervezas para decirle que estaba con unos amigos”, me le quedé viendo y le dije “déjame adivinar, ¿tú mamá es Daniela, la hija del carnicero?”, ella se me quedo viendo como si quisiera ver algo tras mis ojos, esbozó una sonrisa muy linda por cierto, después me dijo “¿cómo lo supiste?”¸ con mis aires de conocedor dije “vaya es obvio, era una copia exacta a tu madre, desde que te vi el primer día lo supe pero no quise entrometerme, quizás nunca mas volverías”, de pronto ella me dijo “¿por qué piensas que yo no volvería? ¿Sabes algo de mi mamá?”, ya no podía mentirle, había abierto mi bocota y ahora tenía que apechugar y le conté la historia de su madre y yo, ella se echó a correr, yo no hice el intento por alcanzarla, visiblemente se veía que iba llorando, incluso dejo su mochila, misma que guardé.

 

Al siguiente día llegué al mismo lugar, a la misma hora, Mary llegó con retraso de quince minutos, me encontró sentado viendo al horizonte, me tomo del hombro y me pidió que me parará, después de hacerlo ella me abrazo, sentí como mi cuerpo encontró un confort maravilloso, sentí como si el alma se me desprendiera del cuerpo, sentí que todo se arreglaba. Después del abrazo me dijo “discúlpame, ayer mientras me platicabas la historia recordé las últimas palabras que me dijo mi abuelo, me contó de ti y del noviazgo que tenías con mi madre, al parecer eras un don nadie, mi abuelo nunca te quiso, solo te pido que lo perdones”, su disculpa era sincera, al menos así lo sentí, le tome de la barbilla y le dije “¿sabes cuánto tiempo esperé para conocerte? Cuando tu madre me dijo que quizás estaba embarazada créeme que fui el hombre más feliz del mundo, incluso estábamos planeando la boda, tu madre dijo que era buena idea que viniéramos a correr diario, así bajábamos de peso para la boda, ella no lo necesitaba, quizás yo sí, un día tu abuelo dijo que quería hablar conmigo, ese día tu madre no vino conmigo, tu abuelo me pregunto por el lugar preferido de tu madre, yo le dije que era aquí, justo aquí nos poníamos a ver los cerros, tu abuelo puso la vista también al frente, quizás por eso yo hice mucha confianza y de pronto sentí como me empujaba, solo sentí como iba cayendo hasta que caí hasta el rio, después ya no supe nada”, Mary con los ojos llenos de lágrimas me volvió a abrazar, al parecer no quería soltarme y en mi oído dijo “Mi abuelo te mató por mi culpa, mi mamá estaba embarazada de mí y mi abuelo lo supo antes que tú, ese día mi mamá pensaba decírtelo pero mi abuelo se adelantó, mandó a mi madre con mi abuela a la ciudad a conseguir no sé qué cosa, dicen que fue la última vez que te vieron, que ibas con él, después mi abuelo decía que tú te habías ido para Estados Unidos y que allá habías tenido una vida, mi madre le creyó, me tuvo pero siguió viviendo en la ciudad, solo te conocía por una foto que mi madre guardaba celosamente, la tenía en medio de la biblia, en ella aparecen tú y ella, la foto la tomaron aquí, en este lugar…” en ese momento la interrumpí, aunque claramente me había quedado ya sin palabras, solo atine a decirle “qué bueno que te pareces a tu madre, me dio mucho gusto conocerte pero debo de seguir mi camino para poder trascender,  por cierto, dile a tu madre que todavía la sigo queriendo…”


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Todavía te sigo leyendo

  “…de esta carta no espero tu respuesta, Pero si llega será bien recibida, Espero que diga que eres una fiesta, Y de verdad que te trata bien la vida…”     “Es extraño que recibas este correo electrónico, la verdad no sé porque lo hice pero tampoco quiero una respuesta, hoy te recordé, salí del trabajo y vi a una pareja andar en bici, es extraño pero les tomé una foto, por un momento llegué a imaginar que era la postal que querías tu siempre, los seguí con la mirada hasta que se sentaron en una jardinera, el chaval sacó un cigarrillo y se puso a fumarlo, le daba pequeños besos a la mina y casi casi yo podía saborear esos besos, no sé, te viniste a mi mente, me cagaba que hicieras eso pero al final me encantaba que lo hicieras, después ya tuve que dejar de seguirlos con la mirada, no era posible que te recordará, me pase por un café y mientras esperaba vi a un chaval apuntando algo en unos tickets de compra, pareciera que el día de hoy era para recordarte, tu hacías eso, vo

Te pido una disculpa

  “…No tengo aliados librando esta guerra Me quedé con sed Vaya traición me jugó la impaciencia Por un sueño que alcancé…”   Pfff   sé que parecería un sueño hecho realidad la vida que estoy viviendo, viajando en un crucero por países que quizás no tenías ni jodida idea que existían en el caribe, junto al amor de mi vida, dos divorcios a cuestas, 3 hijos propios, un par más que los quise como si fueran mis hijos aunque no fueran de sangre y 54 años recién cumplidos, la verdad financieramente me fue bien pero lo mejor que me había pasado fue que terminé de crucero con aquella mina que era el amor de mi vida ¿Cómo pasó eso? Una historia larga pero voy a resumirlo con mi segundo divorcio, estaba yo bebiendo una peña de trova escuchando a un tipo que cantaba canciones de Fernando Delgadillo, Silvio Rodríguez,   Alejandro Filio entre otros cantautores, bebiendo un vino tinto de la alta california y fumando cigarrillos rojos, en el entre tiempo el chaval se bajó del escenario y me dij

¿A qué no adivinas dónde estoy?

  “y como tantas Nuestra historia se ha olvidado ¿Qué será de ti?” - ¿A qué no adivinas dónde estoy? – Fue lo que le mandó el chaval a aquella mina, tenía ya cerca de 5 años de no ir a esa ciudad y por la emoción las copas se le habían pasado, por eso le mandó mensaje a la mina, seguido de una fotografía de ese lugar donde se vieron por última vez. El chaval miraba ansioso su celular pero no había respuesta, así que siguió bebiendo, pasó casi una hora cuando su celular sonó y se dio cuenta que la mina le había contestado - ¿sigues ahí? Voy saliendo del laburo y me queda a un tris de donde estoy -, el chaval decidió contestarle que seguía ahí, la mina solo contestó con un corazón.   Pasaron quizás 5 minutos, el chaval ya casi se había acabado la cerveza que había pedido cuando de pronto vio a la mina en la entrada del lugar, se paró de su asiento y fue por ella, de inicio se dieron un abrazo acompañado de un beso dulce en los labios, la mina de inmediato le dijo – Whisky con cer