Desbloqueando recuerdos 4
“…pero mira, mira, mira,
Tu voz en mi alma siempre esta,
Amanece como ayer,
Te encontré en mi soledad…”
Fue
todo muy extraño la primera vez que te vi, estaba yo tomándole unas fotos a mi
familia en aquella plaza de ese lugar que tiene una magia, te acercaste y me
dijiste que si podía tomarte una foto y me diste tu celular, te tomé como 6 o 7
fotos y después te dije “no te muevas,
deja pruebo mi cámara”, me hiciste caso, no compartimos ni números de
teléfono, ni redes sociales, ni nada y después de varios años volví al mismo
sitio y nos encontramos mientras andaba yo en mi bici aquella que apode “la
azuliña”, me paré a comprar una michelada porque venía cansado y ahí estabas tú,
tu cara se me hacía conocida pero no recordaba bien de donde era, recuerdo que
al pedir mi michelada tú me dijiste “tu
voz se me hace familiar, creo que te conozco”, yo igual te dije que tu cara
se me hacía conocida pero no recordaba de donde, estaba escribiendo el capítulo
sexto del libro que según estaba escribiendo cuando te acercaste y me
preguntaste “¿Qué haces? ¿Eres escritor?”
y yo te dije que no, que solo tenía un blog y me gustaba escribir sobre
cosas sin sentido, saqué mi celular y abrí la página, si ese blog del que hablo
de aquella mina que me dijo que le prometiera que no me fuera a enamorar,
incluso ese escrito fue mi carta de presentación contigo, seguiste viendo mis
escritos ya que no había gente para atender y de pronto viste aquella foto
donde aparecen las letras de dicho lugar y me dijiste “ya sé de donde te conozco” sacaste tu celular y me enseñaste tu
fondo de pantalla, era la foto que te había tomado años atrás, fue cuando dije
“ah creo que ya también recordé”,
fuiste la primera persona con la que hice un escrito, a partir de ese momento y
por los siguientes días tuvimos ese “amor de verano” aunque estábamos en pleno
invierno, fueron días muy extraños pero buenos, decías que me conocías de vidas
pasadas y por eso nos habíamos reencontrado, quizás estabas más loca que yo
pero no estaba seguro, te quedaste con mis besos, con mis caricias, con mis
abrazos, con mi sonrisa, con mis ganas de dejar de beber para darte besos a
cada momento, te quedaste con mi cuaderno donde estaba escribiendo mi libro, te
quedaste con mis noches de pasión y la última vez que nos vimos me dijiste que
escribiera el sueño que tenías recurrente después de encontrarnos la primera
vez, que era que después del último beso que nos diéramos te ibas a ir como
hipnotizada al cenote de la bruja y ahí te ibas a ahogar, fue cuando entendí
que en verdad estabas más loca que yo.
Parece un sueño. Tiene un ritmo que lo hace muy ágil.
ResponderBorrarUn abrazo.
Muchas veces los sueños son superados por una realidad.
BorrarTe mando un abrazo soñando.
Bueno.... en todo caso una loca deliciosa eh...
ResponderBorrarCreo que dio en el clavo hermano...
BorrarUn abrazo fuerte.
Todos tenemos algo de locura, y que dicha que tenían la misma frecuencia; y entre sus locuras se entendían...
ResponderBorrarPero, como dice la canción...
Ahora viajas con misterio en mano
Ojos abiertos llenos de complicidad
Vas a abrazar a un bello ser humano
Por unos días para siempre enamorar
Nada es para siempre
Quizás es parte de las relaciones sociales, dicen que siempre hay un roto pars un descocido. Había escuchado esa canción, pero suena muy bien.
BorrarTe dejo un abrazo y gracias por la recomendación.